¡°Sin conocer los criterios, el incentivo se convierte en aguinaldo¡±

Paulino Cubero, m¨¦dico de familia en un centro de salud de Carabanchel (Madrid), era presidente de una organizaci¨®n profesional, la Sociedad Madrile?a de Medicina de Familia y Comunitaria, cuando en 2009 salt¨® la pol¨¦mica al decidir la Seguridad Social conceder incentivos a las comunidades aut¨®nomas por ¡°mejorar la gesti¨®n de la IT¡±. Entre los criterios para recibir esos incentivos estaba reducir el n¨²mero de bajas.

Pregunta: Cuando Madrid empez¨® a pagar los incentivos en 2009 y usted recibi¨® la primera cantidad en su n¨®mina, ?sab¨ªa por qu¨¦ se la estaban pagando?

Respuesta: Sab¨ªa que era por un convenio entre el INSS y la Comunidad de Madrid para mejorar la gesti¨®n de la Incapacidad Temporal.

P. ?Alguna vez le explicaron los criterios que se empleaban para repartir el incentivo?

R. Se inform¨® de que era por la duraci¨®n de unas 16 patolog¨ªas habituales de gran variabilidad. Se dio a conocer una f¨®rmula que resultaba bastante dif¨ªcil de entender.

P. ?Qu¨¦ utilidad cree que tiene ese pago?

R. Tal y como se plante¨®, ninguna, pues eran acuerdos que se aplicaban con posterioridad a la realizaci¨®n de la actividad. Para que un incentivo lo sea debe ser conocido y acordado con anterioridad, con criterios objetivos y f¨¢cilmente evaluables y no manipulables. No se cumpl¨ªa ninguno de los criterios, lo que lo convert¨ªa en aguinaldo.

P. ?Puede generar problemas con los pacientes? ?Por qu¨¦?

R. Es siempre controvertido y muy discutido por profesionales y pacientes la posibilidad de pagar incentivos a los empleados p¨²blicos en base a los resultados de su trabajo. Sin embargo, la realidad es que el gasto generado por diferentes profesionales de Atenci¨®n Primaria (o de cualquier otro contexto) es muy variado tanto en Incapacidad Temporal, como en medicamentos, pruebas diagn¨®sticas, etc. Como empleados p¨²blicos tenemos la obligaci¨®n de hacer nuestro trabajo con el menor coste posible, aunque no siempre es as¨ª. Para muchos profesionales, es asumible que se premie con incentivos el trabajo bien hecho siempre que se cumplan los criterios de gasto, pero sobre todo de calidad en la atenci¨®n prestada. Bajo ese criterio no deber¨ªan existir problemas y el ciudadano deber¨ªa entender que es en su beneficio.