¡°La barba de Rajoy no tiene contenido¡±
Su barber¨ªa se ha convertido, seg¨²n la revista de tendencias 'GQ', en un referente mundial
Cuando la crisis empez¨® a cortar la barba de muchos, a los 24 a?os apost¨® por algo m¨¢s que remojar la propia. Sin encontrar escuelas de formaci¨®n especializada, el valenciano Salvador Chanz¨¢ se lanz¨® hace seis a?os a recuperar el viejo oficio del barbero con la incertidumbre de encontrar demanda en un mercado dictado por la peluquer¨ªa unisex desde los tiempos de la British Invasion de los Beatles. Ahora tiene 30 y su barber¨ªa se ha convertido, seg¨²n la revista de tendencias GQ, en un referente mundial en la artesan¨ªa de esculpir el rostro varonil al corte de navaja y tijeras, cuando el ment¨®n poblado vuelve como potente complemento en el imaginario publicitario.
¡°No se trata de que el mercado del hombre est¨¦ en auge, sino que nunca se le hab¨ªa prestado atenci¨®n¡±, asegura. Aunque el deseo de su padre, del sector textil, era que su hijo fuera ingeniero agr¨®nomo, la vocaci¨®n de Chanz¨¢, que se decant¨® por un m¨®dulo en peluquer¨ªa, no estaba en un t¨ªtulo universitario. Tras abrir su cuarto local desde que trabaja por cuenta propia hace nueve a?os, no exagera al decir que su vida es su trabajo, y su trabajo su vida. En un cuarto piso, habita en su propia barber¨ªa, un peque?o refugio alejado de la jungla urbana, abierta solo a los informados y fuera del alcance del curioso que puebla los locales a pie de acera.
Este maestro barbero se ha formado en Europa, EE?UU,?Rusia y Australia
Como en una consulta, su clientela, de todas las edades y que cuenta entre sus devotos al padre Antonio, el p¨¢rroco del barrio, aguarda en una sala de espera, desde la que disfruta del ritual del afeitado en 14 movimientos basados en el control del ¨¢ngulo, la presi¨®n, el grado de inclinaci¨®n y el nacimiento del pelo, a cargo de una navaja forjada en un periplo formativo entre Europa, Estados Unidos, Rusia y Australia. ¡°La barber¨ªa es educar en la elegancia¡±. El sonido ambiente no es el de los resultados futbol¨ªsticos ni las tertulias de radio. Una sosegada pieza de m¨²sica cl¨¢sica, jazz o swing, o la voz de ?dith Piaf, ameniza la labor del barbero y ¡°consejero de los hombres¡±, apodado Lord Jack Knife, que deja al aire los tatuajes de su brazo izquierdo, entre ellos un Corvette del 59, cifra que designa al local y signo de su pasi¨®n por el motor.
En una vinoteca a pocos metros de la c¨¦ntrica estaci¨®n del Norte, a una manzana de distancia de su barber¨ªa en el barrio de La Roqueta, Chanz¨¢ llega al encuentro ataviado de un porte cl¨¢sico, con corbata, chaleco y una prominente barba que crece desde hace siete meses en busca de la l¨ªnea cuadrada de finales del XIX al estilo Lincoln. Aunque no le interesa la pol¨ªtica, no elude observaciones cuando se le pregunta por la est¨¦tica de otros presidentes. ¡°No hay contenido en la barba de Rajoy. Un corte m¨¢s jovial mejorar¨ªa su imagen, y me presto a demostr¨¢rselo¡±.
Con proyectos de trabajo en Holanda y Polonia, compagina su labor con la formaci¨®n de profesionales en la especialidad de la barber¨ªa. Su pr¨®ximo reto es abrir una escuela fuera de Espa?a para los que quieran seguir su estela bajo la filosof¨ªa del ¡°atr¨¦vete a fracasar¡±, una consigna que ha popularizado en las redes sociales. ¡°La gente tiene miedo a fracasar. Yo me he equivocado muchas veces, pero el ¨¦xito no es el lujo, el dinero o la fama, sino hacer lo que quiero con mi vida¡±.
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