Invierta, pero no demasiado
Los l¨ªmites al ¡®crowdfunding¡¯ alejan dr¨¢sticamente a Espa?a de los pa¨ªses de su entorno El sector advierte de que se frena un modo de financiar negocios alternativo a los bancos
¡°Somos una empresa con origen en Salamanca que en poco tiempo se ha establecido como uno de los portales mejor posicionados en Espa?a en el sector de los seguros. Est¨¢ en completo funcionamiento, solo necesita un plan de publicidad para convertirse en un referente de primera l¨ªnea y un ¨¦xito empresarial. Dinero necesario: 2.400.000 euros. Inversi¨®n m¨ªnima: 100.000 euros¡±. Esta campa?a de captaci¨®n de inversores, que acaba de lanzar la empresa Segurode.com en la plataforma Sociosinversores.es, ser¨ªa imposible si estuviera ya en vigor la legislaci¨®n que prepara el Gobierno de Rajoy para regular la financiaci¨®n colectiva de iniciativas empresariales por Internet, una f¨®rmula conocida como crowdfunding [por el ingl¨¦s crowd, multitud, y funding, financiando].
La normativa, que introduce medidas de protecci¨®n para los inversores, establece tres l¨ªmites a la actividad: las colectas no podr¨¢n superar el mill¨®n de euros y los inversores no podr¨¢n aportar m¨¢s de 3.000 euros por iniciativa ni m¨¢s de 6.000 a una misma plataforma durante un a?o, topes que sobrepasa con creces la campa?a de la firma salmantina.
La nueva regulaci¨®n, incluida en el anteproyecto de ley de fomento de financiaci¨®n empresarial presentado la semana pasada por el Ministerio de Econom¨ªa y Competitividad, afecta ¨²nicamente a las dos modalidades de crowdfunding en las que el inversor espera recibir acciones o una remuneraci¨®n monetaria por su participaci¨®n, el equity crowdfunding ¡ªque busca fondos para empresas¡ª y el crowdlending ¡ªpr¨¦stamos entre personas¡ª, y deja fuera las dos f¨®rmulas a las que habitualmente recurren los promotores de iniciativas sociales y culturales: la que ofrece recompensas futuras ¡ªentradas de cine o teatro, discos, camisetas¡ª a cambio de financiaci¨®n previa, que tributa como cualquier compraventa, y la que considera las aportaciones como donaciones, que se rige por las leyes de mecenazgo o donaciones y no ofrece ning¨²n retorno material.
30 millones de euros en un a?o
- Hay cuatro modalidades de crowdfunding. El de recompensa, que ofrece entradas, camisetas, discos o cualquier otro retorno material a cambio de una financiaci¨®n previa, se rige como una transacci¨®n de compraventa. El de donaciones, en el que no hay retorno material, est¨¢ sujeto a las normativas sobre donaci¨®n y de las entidades sin ¨¢nimo de lucro. Una tercera f¨®rmula es la denominada equity crowdfunding, cuyo fin es conseguir financiaci¨®n para proyectos empresariales a cambio de acciones o beneficios futuros. Y la cuarta es el crowdlending, que son pr¨¦stamos entre personas. El anteproyecto de ley presentado por el Gobierno solo regula las modalidades en las que el inversor espera recibir una remuneraci¨®n monetaria por su participaci¨®n, es decir, el equity crowdfunding y el?crowdlending.
- En Espa?a hay alrededor de medio centenar de plataformas de Internet dedicadas a poner en contacto a promotores de iniciativas (empresariales o no) con inversores o mecenas. En 2013 recaudaron unos 30 millones de euros, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Crowdfunding, de los cuales solo tres fueron para financiar proyectos empresariales. El resto se destin¨® a proyectos culturales o sociales sin retorno econ¨®mico.
- El anteproyecto de ley del Gobierno impone varios l¨ªmites a las modalidades reguladas. Proh¨ªbe a los inversores aportar m¨¢s de 3.000 euros por proyecto y 6.000 si se trata de una plataforma. Adem¨¢s, ninguna iniciativa podr¨¢ recolectar m¨¢s de un mill¨®n de euros. La norma tambi¨¦n establece medidas para proteger a los inversores.
Aunque estas dos ¨²ltimas modalidades son las m¨¢s comunes ¡ªsuponen en torno al 75% del total de campa?as lanzadas hasta ahora¡ª, todo el sector est¨¢ revuelto porque el anteproyecto ha llegado por sorpresa. ¡°Se ha hecho sin consultar con el colectivo. No somos contrarios a que haya una normativa; al contrario, llevamos tiempo pidiendo una regulaci¨®n para ordenar la actividad y nos parecen muy bien los art¨ªculos de la nueva ley que exigen claridad, transparencia y la obligaci¨®n de avisar de los riesgos de invertir en este tipo de proyectos, sobre todo las empresas de nueva creaci¨®n, porque es cierto que muchas no salen adelante o no llegan a dar beneficios. Pero no entendemos los l¨ªmites tan bajos impuestos a los inversores, los han fijado sin tener en cuenta la realidad del sector y sin hablar con nadie¡±, afirma Xavier Olivella, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Crowdfunding (AEC).
Tan de sorpresa les ha pillado, que ya hay una plataforma que ha decidido suspender temporalmente su actividad hasta conocer la versi¨®n definitiva de la nueva ley, que tendr¨¢ que pasar por el Congreso y el Senado antes de ser aprobada. Se trata de The Crowd Angel, dedicada en exclusiva a la financiaci¨®n de nuevas empresas. Ram¨®n Saltor, su director, explica sus motivos en su web: ¡°No existe un mercado suficientemente grande de inversores crowd para alcanzar los tama?os m¨ªnimos de inversi¨®n necesarios en proyectos viables a base de tickets de un m¨¢ximo de 3.000 euros¡±, afirma. Adem¨¢s, a?ade, ¡°excluye de estos veh¨ªculos a los business angels tradicionales que invierten importes muy superiores y son los que est¨¢n haciendo posible el ¨¦xito de las operaciones de equity crowdfunding en Espa?a y el resto del mundo¡±.
El Ministerio de Econom¨ªa afirma que su intenci¨®n no es coartar el desarrollo del crowdfunding, sino impulsarlo. ¡°No es una f¨®rmula pensada para grandes inversiones, sino de micromecenazgo, es decir, de muchos peque?os inversores que invierten en un mismo proyecto. La ley no pretende restringirla, al contrario, quiere fomentarla dando garant¨ªas y seguridad a esos peque?os inversores¡±, explica un portavoz. El anteproyecto de ley, de hecho, deja claro que los ¡°l¨ªmites a la cantidad que pueden invertir los inversores a trav¨¦s de dichas plataformas pretenden, de un lado, circunscribir esta actividad a la aut¨¦ntica financiaci¨®n basada en el volumen elevado de financiadores, teniendo estos un car¨¢cter minorista no profesional y, de otro, restringir la potencial p¨¦rdida que se pudiera padecer por el uso directo de este canal¡±. ¡°Quienes quieran invertir cantidades mayores tienen otras f¨®rmulas para hacerlo, como el capital riesgo o la compra de acciones¡±, a?ade el portavoz.
Pero acceder a esas otras f¨®rmulas no es f¨¢cil y a veces el crowdfunding es la ¨²nica v¨ªa posible para encontrar financiaci¨®n. ¡°Nosotros hemos optado por esta f¨®rmula por varias razones. Primero, porque es muy dif¨ªcil que un banco conceda un cr¨¦dito a una empresa tan joven como la nuestra, con cuatro socios de poco m¨¢s de 30 a?os y sin patrimonio. Segundo, porque es m¨¢s f¨¢cil conseguir que seis o siete personas apuesten por el proyecto con inversiones moderadas que lograr un solo inversor arriesgue una gran cantidad de dinero por la v¨ªa tradicional. Y, por ¨²ltimo, porque nuestra iniciativa est¨¢ muy ligada a Internet y los inversores interesados en este tipo de proyectos son los que m¨¢s se fijan en las plataformas de crowdfunding¡±, explica Mario Vicente, director general de Segurode.com. La colecta online permite adem¨¢s dar a conocer el proyecto a inversores de cualquier lugar del mundo, lo que ampl¨ªa las posibilidades de conseguir financiaci¨®n.
Los espa?oles no podr¨¢n superar los 3.000 euros por cada proyecto
¡°Los l¨ªmites son absurdos. En Sociosinversores.es, donde hemos conseguido financiaci¨®n para 60 empresas en los dos a?os que llevamos en funcionamiento, los inversores destinan una media de 44.000 euros por proyecto. Y aunque hasta ahora no ha habido ninguna campa?a que haya recaudado m¨¢s de un mill¨®n de euros, que es el l¨ªmite que fija la nueva ley, hay ya varias en marcha por encima de esa cantidad¡±, explica Javier Villaseca, director de esta plataforma, pionera en la modalidad de equity crowdfunding. ¡°No es comprensible que una persona pueda gastar todos sus ahorros en una compra inmobiliaria, en preferentes, en Bolsa o en la compra de 30 coches, pero no pueda invertir cuanto desee en empresas de manera colectiva. Por otro lado, el l¨ªmite de 3.000 euros por proyecto obliga a buscar much¨ªsimos inversores, lo que adem¨¢s de resultar m¨¢s dif¨ªcil complica el funcionamiento de la empresa. ?Qu¨¦ compa?¨ªa aguanta asambleas de 400 socios con ideas diferentes?¡±, se pregunta.
Villaseca destaca adem¨¢s otros dos puntos de la ley que perjudicar¨¢n mucho a las plataformas. ¡°Por un lado, no podremos cobrar comisiones a los proyectos en base a lo que recauden, lo que inhabilita nuestra f¨®rmula habitual de ingresos porque las empresas no suelen poder pagar nuestros servicios por anticipado, sino que prefieren darnos una parte de lo que consigan (en torno al 5%). Y, por otro lado, tampoco se nos dejar¨¢ publicitar nuestras campa?as fuera de nuestra p¨¢gina web, lo que va a limitar nuestra capacidad para captar inversores¡±, explica. En el mismo sentido, el presidente de la AEC se pregunta por qu¨¦ en lugar de prohibir la publicidad no se regula como se ha regulado la de otros productos financieros como los bonos del Tesoro o las ampliaciones de capital de las grandes empresas.
Francia no fja una aportaci¨®n m¨¢xima e Italia tiene
Como reconoce el propio anteproyecto de ley de financiaci¨®n empresarial, el crowdfunding ¡°constituye un novedoso mecanismo de desintermediaci¨®n financiera desarrollado gracias a las nuevas tecnolog¨ªas y han crecido de manera muy significativa en los ¨²ltimos a?os, avivando el debate en la arena nacional e internacional sobre la necesidad de su regulaci¨®n¡±.
En Espa?a se calcula que existen unas 50 plataformas que movieron unos 30 millones de euros en 2013, seg¨²n la AEC. El informe Crowdfunding Industry Report, un estudio elaborado el a?o pasado por la agencia Massolution, estim¨® que en todo el mundo se recaudaron alrededor de 2.000 millones de euros en 2012 ¡ªm¨¢s de 700 de ellos en Europa¡ª, y calcul¨® que en 2013 se llegar¨ªa a una cifra global de 3.700 millones de euros. El fen¨®meno parece tan imparable que la Uni¨®n Europea ha empezado ya los tr¨¢mites para elaborar una regulaci¨®n comunitaria: el a?o pasado abri¨® una consulta p¨²blica, cuyos resultados a¨²n no se han hecho p¨²blicos, para conocer a fondo el sector antes de empezar a legislar.
Como esa directiva europea va a tardar, algunos pa¨ªses europeos han tomado la delantera y se han puesto a regular la actividad en sus territorios. Reino Unido, Italia, Alemania y Francia tienen ya normativas en vigor, aunque ninguna fija l¨ªmites tan bajos como los que pretende aprobar Espa?a. Reino Unido e Italia establecen un tope de cinco millones de euros al a?o para cada inversor, en Alemania el m¨¢ximo es de 100.000 al a?o y en Francia no hay l¨ªmite. ¡°Son regulaciones pensadas realmente para promover la actividad. Y algunos pa¨ªses han ido m¨¢s all¨¢. Por ejemplo, Reino Unido puso en marcha en 2012 un programa piloto en el que destin¨® 200 millones de euros a plataformas de crowdfunding para financiar nuevas empresas sin tener que pasar por los bancos¡±, apunta ?ngel Gonz¨¢lez, socio fundador de Universo Crowdfunding, una consultora especializada en financiaci¨®n colectiva.
El Gobierno dice que se trata de incentivar esta f¨®rmula financiera
EE?UU tambi¨¦n aprob¨® en 2012 una ley que impone l¨ªmites a las inversiones, pero no son fijos sino que var¨ªan en funci¨®n de los ingresos y el patrimonio de los inversores. ¡°Es una f¨®rmula muy interesante, est¨¢ pensada para evitar blanqueo de capitales y bancarrotas sin frenar el desarrollo del crowdfunding. Pero en Espa?a se ha planteado una regulaci¨®n muy proteccionista de las f¨®rmulas tradicionales de financiaci¨®n y de los bancos, lo que no parece muy conveniente dado el escaso cr¨¦dito que los emprendedores logran por estas v¨ªas¡±, opina Gonz¨¢lez. Seg¨²n la AEC, mientras en EE?UU solo el 45% de la financiaci¨®n de las empresas sale de la banca, en Europa el porcentaje sube al 65% y en Espa?a se dispara hasta el 90%.
?Est¨¢n los bancos preocupados por que el auge del crowdfunding les quite protagonismo en la escena financiera? Seg¨²n un informe del servicio de estudios del BBVA en EE?UU, no solo est¨¢n preocupados, sino que lo empiezan a ver como una amenaza. Seg¨²n este documento, de momento las plataformas de crowdfunding est¨¢n cubriendo la base del mercado que no interesa a los bancos, pero est¨¢n empezando a llegar a segmentos superiores por su capacidad para diluir el riesgo en una multitud de inversores. ¡°Existe el riesgo real de que los bancos dejen de ser la fuente de financiaci¨®n principal para los pr¨¦stamos personales y las peque?as empresas¡±, concluye el estudio.
La AEC considera que, dada la situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, el Gobierno deber¨ªa fomentarse todas las f¨®rmulas posibles de financiaci¨®n para impulsar la creaci¨®n de empresas en el pa¨ªs con algunas medidas que ya se han aprobado en otros pa¨ªses, como desgravaciones fiscales a los inversores que arriesguen m¨¢s apostando por empresas todav¨ªa no consolidadas.
Los bancos empiezan a ver esta pr¨¢ctica como?una amenaza
El sector propone incluso dar mayor regulaci¨®n a las dos modalidades de crowdfunding que quedan fuera del anteproyecto de financiaci¨®n de empresas, las de recompensa y las de donaciones.
¡°Esperamos que la nueva Ley de Mecenazgo que prepara el Gobierno incluya medidas espec¨ªficas para fomentar la modalidad de donaciones. Nosotros hemos propuesto algunas, como flexibilizar los requisitos que se exigen a un proyecto para ser considerado de utilidad p¨²blica, as¨ª los mecenas pueden aplicarse deducciones fiscales y se animar¨ªan muchos m¨¢s¡±, comenta Xavier Olivella.
Carlos Otto, miembro de la plataforma L¨¢nzanos, que acoge solo proyectos de recompensa o donaciones, cree que es urgente regular tambi¨¦n las campa?as de recompensa para agilizar tr¨¢mites. ¡°Esto funciona como una compraventa: el que financia tiene que emitir una factura con IVA e IRPF, y el financiado, por supuesto, debe tributar. Esto es muy engorroso, sobre todo cuando se trata de cantidades a veces muy peque?as ¡ªhay aportaciones de 10 euros¡ª, y puede empujar a muchos a la econom¨ªa sumergida¡±, subraya Otto.
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