¡°Me da l¨¢stima, no lo vamos a dejar en la calle como a un perro¡±
La mujer del maltratador de Ja¨¦n justifica que le permita vivir en la casa familiar El condenado estuvo cinco a?os en la c¨¢rcel por agredir a su hijo
¡°Me da l¨¢stima, es el padre de mis hijos, no lo vamos a dejar en la calle como a un perro¡±. Antonia Martos, la mujer de Sebasti¨¢n Medina Carreras, el vecino de Bedmar (Ja¨¦n) condenado en cuatro ocasiones por maltrato, intenta justificar que haya consentido en volver a convivir con ¨¦l. Viven juntos desde el pasado diciembre a pesar de que, como ha recordado la Fiscal¨ªa de Ja¨¦n, el agresor tiene en vigor una orden de alejamiento que no expira hasta el 20 de noviembre de 2014. Sebasti¨¢n y Antonia abren a los periodistas las puertas de su casa, en una barriada humilde de este municipio de Sierra M¨¢gina, casi ajenos a la polvareda que ha levantado la sentencia de un juez que le ha absuelto de haber quebrantado una antigua orden de alejamiento, argumentando su avanzada edad, 78 a?os, y su deterioro f¨ªsico y ps¨ªquico. El matrimonio intenta aparentar normalidad al minimizar los hechos por los fue condenado Sebasti¨¢n. ¡°Nunca he pegado a mi mujer, la quiero m¨¢s que al oro, soy un hombre normal¡±, se?ala el condenado, que dice no ser consciente de estar incumpliendo ninguna medida de alejamiento.
Sin embargo, a pesar del auto del juez de la Audiencia Provincial P¨ªo Aguirre absolviendo al acusado, desde el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) se ha precisado que el fallo ¡°no afecta en nada a la orden de alejamiento dictada por otro juzgado distinto, que sigue vigente¡±. De este modo, desde la Fiscal¨ªa de Ja¨¦n se entiende que el maltratador, que tiene otros juicios pendientes, puede ser detenido en cualquier momento si la Guardia Civil constata que est¨¢ quebrantando la orden de alejamiento.
El tribunal superior andaluz recuerda que hay otra orden de alejamiento
¡°Ya he cumplido bastante, he estado cinco a?os y 16 d¨ªas en la prisi¨®n de Ja¨¦n¡±, asegura Sebasti¨¢n, que, tras salir de la c¨¢rcel en agosto de 2011, estuvo alojado en un hostal de la vecina localidad de J¨®dar hasta que no pudo pagarlo ¡ªcobra una pensi¨®n de poco m¨¢s de 400 euros¡ª y volvi¨® a su casa. Seg¨²n cuenta, estuvo en prisi¨®n por golpear a su hijo mayor por haberse ido de casa varios d¨ªas. ¡°No hay ning¨²n peligro de agresi¨®n, esto ya ha pasado a la historia¡±, se?ala el hombre. Y su esposa asiente. Y sus dos hijos, de 20 y 24 a?os, asienten tambi¨¦n. ¡°Claro que me parece bien que haya vuelto a casa, es mi padre¡±, dice su hija menor, que se muestra esquiva cuando se le pide que ratifique el testimonio de su padre de que nunca ha agredido a su mujer.
Sebasti¨¢n Medina fue condenado en 2006 a un a?o y nueve meses de prisi¨®n por malos tratos continuados a su esposa, que dijo a la Guardia Civil que sufri¨® maltrato f¨ªsico durante muchos a?os. Pero solo lo cont¨® cuando fue a declarar por la agresi¨®n al hijo mayor, con hacha incluida. Posteriormente, Medina, que ya hab¨ªa sido condenado a?os atr¨¢s por pegar a un guardia civil, vio incrementada su pena de prisi¨®n por otras condenas por amenazas y quebrantamiento de la orden de alejamiento.
Mientras tanto, la consejera de Igualdad, Salud y Pol¨ªticas Sociales de Andaluc¨ªa, Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢nchez Rubio, inst¨® a la Audiencia de Ja¨¦n a reconsiderar una ¡°convivencia forzada¡± de la mujer y su maltratador ¡°porque puede ser un riesgo alt¨ªsimo¡± para la v¨ªctima. Tras recordar que el agresor ha sido reincidente en el maltrato, S¨¢nchez ha mostrado la disposici¨®n de la Junta a buscar un alojamiento alternativo al agresor.
En la misma l¨ªnea, la alcaldesa de Bedmar y Garc¨ªez, Micaela Valdivia, ha asegurado que el condenado ser¨ªa un ¡°candidato id¨®neo¡± para ingresar en la residencia de personas mayores del pueblo, un centro consorciado con la Junta de Andaluc¨ªa. Y, como ocurre tantas veces, entre los habitantes de este municipio de unos 3.200 habitantes tambi¨¦n se justifica la vuelta del agresor al domicilio familiar. Los magistrados de la secci¨®n segunda de la Audiencia Provincial han salido al paso de las cr¨ªticas vertidas a la sentencia absolutoria del maltratador por quebrantar una orden de alejamiento. ¡°El derecho a la cr¨ªtica de las resoluciones judiciales es leg¨ªtimo, pero no puede amparar actuaciones injuriosas y calumniosas, sobre los que suscriben dichas resoluciones, menos a¨²n cuando provienen directamente de la representante del Ministerio Fiscal encargada de Violencia de G¨¦nero¡±, se?alaron en alusi¨®n a las opiniones de la fiscal Gracia Rodr¨ªguez.
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