Los dependientes atendidos retroceden en 12 autonom¨ªas

La dependencia sigue perdiendo pulso. Los beneficiarios de la ley son menos que en diciembre de 2012 y han retrocedido en 12 comunidades aut¨®nomas durante el mes pasado, seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, de febrero de este a?o.

Pr¨¢cticamente no hay un registro que invite al optimismo. Caen los beneficiarios (6.748 menos que el mes anterior; 3.710 menos que en diciembre de 2012). Ello implica 241 personas menos al d¨ªa acogidas a las prestaciones y los servicios que ofrece la norma a lo largo del ¨²ltimo mes. Pero tambi¨¦n caen el n¨²mero de dict¨¢menes (-6.838), el de solicitudes (-9.903), el de grandes dependientes atendidos (-4.326) o el de dependientes severos cubiertos (-2.872). A juicio de la Asociaci¨®n Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, estos datos indican que se est¨¢n forzando las valoraciones y revaloraciones para que los usuarios arrojen un menor grado de dependencia y, as¨ª, reducir el coste del sistema (se paga en funci¨®n de la gravedad del usuario).

El retroceso afecta a Catalu?a, Murcia, Arag¨®n, Castilla-La Mancha, Galicia, Cantabria, Madrid, Navarra, La Rioja, Asturias y Extremadura. Solo se salvan Castilla y Le¨®n, Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana.

Ni siquiera se puede entender como un hecho positivo el descenso de la lista de espera de personas a las que se les ha reconocido el derecho de recibir las ayudas pero que siguen aguardando para poder disfrutarlas, a juicio de los especialistas en trabajo social. Es verdad que esta bolsa de potenciales beneficiarios lleva un ritmo descendiente y est¨¢ en 187.240, frente a las 190.503 de diciembre del a?o pasado. Pero es parad¨®jico que mientras baja la lista de espera, no hay un aumento de beneficiarios en un ritmo similar, como ser¨ªa de esperar.

Por ello, como destaca la asociaci¨®n de directoras y gerentes, la ca¨ªda de la lista de espera no responde ning¨²n logro del ministerio, sino, como denuncia la entidad, a una doble estrategia. Por un lado, impedir que nuevos dependientes accedan al sistema (con el retraso en la incorporaci¨®n al sistema de las personas con dependencias m¨¢s leves). Por otro, dejando que fallezcan ¡°miles de personas con gran o severa dependencia¡± que ten¨ªan acceso a las ayudas ¡°o revis¨¢ndoles el grado para bajarlo¡± a dependencia moderada, por lo que quedar¨ªan fuera del sistema (se posterg¨® su cuidado hasta julio de 2015).