Las comunidades se resisten a aplicar el copago hospitalario

Las comunidades llevan seis meses mir¨¢ndose de reojo para ver cu¨¢l es la primera en aplicar el pol¨¦mico copago de f¨¢rmacos hospitalarios. Ning¨²n responsable pol¨ªtico quiere dar el pistoletazo de salida para implantar la medida aprobada por el Gobierno, que dicta que el usuario debe abonar una parte de 42 medicamentos que se ofrecen en las oficinas de los hospitales. La regulaci¨®n no gusta, da igual el color pol¨ªtico. As¨ª que, medio a?o despu¨¦s de que entrara en vigor la norma, de obligado cumplimiento como el Ministerio de Sanidad insiste en recordar, las comunidades se resisten. Los ciudadanos solo pagan por los f¨¢rmacos hospitalarios ¡ªun 10%, con un tope de cuatro euros por envase¡ª en las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla, cuyos sistemas sanitarios dependen directamente del departamento que dirige Ana Mato.

Pero el fracaso de la medida tambi¨¦n es patente all¨ª. Pese a que Sanidad insiste en que se est¨¢ cobrando sin problemas a unos 160 pacientes al mes, la realidad es que el sistema no se ha implantado como el ministerio plane¨®. Los Gobiernos aut¨®nomos de ambas ciudades han anunciado iniciativas para que el coste del copago por estos f¨¢rmacos ¡ªgeneralmente productos muy caros indicados para el tratamiento de patolog¨ªas como el c¨¢ncer, la artritis o la hepatitis¡ª no repercuta de manera directa en el paciente. ¡°Es injusto que los enfermos cr¨®nicos paguen aunque sea una m¨ªnima parte¡±, ha criticado el presidente de Melilla, Juan Jos¨¦ Imbroda, del Partido Popular. La ciudad (de unos 85.000 habitantes), va por la segunda convocatoria de subvenciones para enfermos afectados, a las que dedicar¨¢ unos 15.000 euros al a?o.

La de Imbroda, que no tiene reparos en censurar de manera directa la normativa, no es la ¨²nica oposici¨®n popular. Aunque las del resto sean cr¨ªticas m¨¢s veladas ¡ªen p¨²blico, porque en privado m¨¢s de uno define la medida como ¡°impopular¡±¡ª, Extremadura y Castilla-La Mancha, ambas gobernadas por potentes barones del PP ¡ªJos¨¦ Antonio Monago y Mar¨ªa Dolores de Cospedal¡ª, han anunciado que cuando la implanten tambi¨¦n se compensar¨¢ a los enfermos. ¡°Extremadura sigue definiendo la f¨®rmula legal que permita hacer frente a la medida sin trasladar el coste a los ciudadanos. Mientras no se tenga clara no se implantar¨¢¡±, apunta una portavoz del departamento de Salud. De la misma manera lo har¨¢ Madrid.

Tambi¨¦n hay comunidades que est¨¢n luchando de manera activa contra la regulaci¨®n. Castilla y Le¨®n (tambi¨¦n del PP) la ha recurrido a los tribunales. Como Asturias, Canarias, Andaluc¨ªa, Asturias y Pa¨ªs Vasco, que llevan largo tiempo criticando la medida que definen como ¡°rid¨ªcula¡± e ¡°injusta¡±. ¡°Ataca la equidad y castiga a las personas m¨¢s vulnerables¡±, ha insistido el consejero asturiano, Faustino Blanco.

El resto de autonom¨ªas se escudan en dudas t¨¦cnicas para no implantar la medida: c¨®mo establecer un sistema inform¨¢tico adecuado, c¨®mo facturar... ¡°Ese cobro es un proceso complejo y hoy por hoy no se puede aplicar¡±, expone una portavoz de la Comunidad Valenciana. Aunque la raz¨®n que la mayor¨ªa aduce para explicar la tardanza ¡ªdeb¨ªa entrar en vigor en octubre¡ª es la equidad entre autonom¨ªas. ¡°Cantabria no implantar¨¢ la aportaci¨®n del usuario en farmacia hospitalaria hasta que lo hagan las dem¨¢s comunidades, por razones de igualdad entre los ciudadanos¡±, dicen en esa autonom¨ªa.

As¨ª, lo que parec¨ªa un retraso va adquiriendo tintes de rebeli¨®n a una normativa estatal. ¡°La ley hay que cumplirla. Se tardar¨¢ m¨¢s o menos, pero las comunidades est¨¢n en camino¡±, insiste Agust¨ªn Rivero, director general de Cartera B¨¢sica de Servicios y Farmacia del Ministerio de Sanidad. Apunta tambi¨¦n que la medida se ide¨® por razones de ¡°equidad¡±, para asimilar a los pacientes cr¨®nicos que retiran su medicaci¨®n de las boticas ¡ªpor la que pagan un porcentaje¡ª con quienes lo hacen de las farmacias hospitalarias. Una equidad que, sin embargo, no ser¨¢ tal si hay comunidades que ayudan a sus ciudadanos a afrontar esos pagos y otras que no. ¡°La medida nada tiene que ver con el ahorro¡±, a?ade Rivero.

Jos¨¦ Luis Poveda, presidente de la Sociedad Espa?ola de Farmacia Hospitalaria, recuerda no obstante que los copagos se implantan por dos razones: disuadir del mal uso o ahorrar. Un ahorro que, en este caso, ser¨ªa ¨ªnfimo: un 0,1% de la factura del gasto en medicamentos, seg¨²n sus cuentas. Sobre todo para los efectos que podr¨ªa acarrear. ¡°Son f¨¢rmacos para personas con enfermedades cr¨®nicas o muy graves. Si dejasen el tratamiento por no poder costearlo supondr¨ªa un menoscabo important¨ªsimo para su salud¡±, ha dicho la consejera Andaluza, Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢nchez Rubio. Un argumento similar al que desarroll¨® Castilla y Le¨®n en su recurso judicial contra este copago, en el que dec¨ªa que pod¨ªa generar un ¡°deterioro de la prestaci¨®n sanitaria¡±.