¡°Si tuviera que elegir otra vez, no ser¨ªa cient¨ªfica¡±
La f¨ªsica nuclear y nieta de Marie Curie, de 86 a?os, sorprende por su vitalidad y sus ganas de transmitir lo que sabe
Pertenecer a la familia Curie puede suponer muchas ventajas o igual n¨²mero de inconvenientes. Como todo, seg¨²n se mire. Probablemente, a la nieta de la primera mujer que gan¨® un Nobel se le hayan abierto m¨¢s puertas que a otros por formar parte de la ¨²nica familia distinguida cinco veces con el m¨¢ximo galard¨®n cient¨ªfico. Pero vivir con esa herencia e intentar estar a la altura no debe de ser f¨¢cil. H¨¦l¨¨ne Langevin-Joliot quita hierro al asunto: ¡°Mi madre dec¨ªa que las experiencias que la hicieron m¨¢s feliz no fueron los logros profesionales. Eso alivia presi¨®n¡±, asegura riendo.
Despu¨¦s de 20 entrevistas, una conferencia y una larga hora de fotos con admiradores en apenas tres d¨ªas, el cansancio comienza a hacer mella en su rostro, pero no en su ¨¢nimo. Con 86 a?os, sorprende su vitalidad, su curiosidad y sus ganas de transmitir lo que sabe a quien quiera escuchar.
?Por qu¨¦ eligi¨® dedicarse a la investigaci¨®n? ¡°La respuesta ser¨ªa por qu¨¦ no¡±, suelta sin m¨¢s, con una sonrisa burlona. ¡°Era buena en f¨ªsica y matem¨¢ticas. Y con la familia que ten¨ªa, era lo l¨®gico¡±. Despu¨¦s de una pausa, matiza: ¡°Mis padres nunca me presionaron para que me dedicara a esto¡±. Con los a?os, se convirti¨® en directora del Centro Nacional para la Investigaci¨®n Cient¨ªfica de Francia, de importancia similar al CSIC en Espa?a, y en profesora de F¨ªsica Nuclear en la Universidad de Par¨ªs. A pesar de sus logros, afirma con contundencia que ¡°si tuviera que elegir otra vez, no ser¨ªa cient¨ªfica¡±. ¡°Es un mundo muy competitivo y resulta m¨¢s duro para las mujeres. Todav¨ªa queda mucho por hacer. La igualdad llegar¨¢ cuando en las academias se elija a cient¨ªficas de nivel medio, igual que ahora hay muchos hombres que no son especialmente brillantes¡±.
Mi madre dec¨ªa que las experiencias que la hicieron m¨¢s feliz no fueron las profesionales"
Marie Curie e Ir¨¨ne Joliot-Curie nunca fueron admitidas en la Academia de Ciencias de Francia. Al contrario que Fr¨¦d¨¦ric Joliot, padre de H¨¦l¨¨ne. ¡°Hubo una campa?a dur¨ªsima contra mi abuela porque era mujer y polaca. A ella le afect¨® mucho y no volvi¨® a presentarse. El caso de mi madre fue distinto. Se postul¨® hasta tres veces. Y no porque le hiciera especial ilusi¨®n, sino para defender sus derechos. Cre¨ªa firmemente que la mujer ten¨ªa las mismas capacidades que los hombres para dedicarse a la investigaci¨®n y deb¨ªa ser igualmente reconocida. Por eso acept¨® tambi¨¦n el puesto de secretaria de Estado incluso antes de que se aprobara el voto femenino¡±, relata orgullosa. ¡°Pero solo dur¨® tres meses porque el cargo no iba con su personalidad. Ten¨ªa muy poca paciencia. Cuando se aburr¨ªa en las reuniones, se iba sin dar m¨¢s explicaci¨®n¡±, r¨ªe. ¡°Mis padres eran tan diferentes como mis abuelos. Marie era organizada y trabajadora, como mi padre. Y Pierre era un so?ador, como mi madre. Ella ten¨ªa las ideas muy claras, pero no pretend¨ªa convencer a nadie. Dec¨ªa esto es as¨ª, y punto. No se pod¨ªa discutir con ella¡±. Las risas contin¨²an. ?Y usted con qui¨¦n se identifica m¨¢s? ¡°Con Marie¡±, afirma sin dudarlo. Y luego a?ade modesta: ¡°Salvando las distancias, claro¡±.
Viaja por el mundo para hablar, sobre todo, de su familia. Y en esta ocasi¨®n ha participado en un acto organizado por el CSIC y Rocaviva Eventos con ocasi¨®n de la exposici¨®n sobre Marie Curie en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. ¡°Mi madre me ense?¨® que no hace falta ser un genio para dedicarse a la ciencia. Lo importante es ser feliz con la investigaci¨®n y si de paso puedes mejorar un poquito el mundo con tu trabajo, todav¨ªa mejor¡±.
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