Lo que queda del plan Bolonia
Los recortes en la educaci¨®n p¨²blica impiden reducir el n¨²mero de estudiantes por clase y personalizar la ense?anza
¡°Han variado las condiciones iniciales con las que se quer¨ªa implantar el plan Bolonia, se ha hecho con menos recursos y su forma ha cambiado¡±. La conclusi¨®n es de Manuel Palomar, rector de la Universidad de Alicante, p¨²blica, donde se imparten 39 grados, el relevo de las antiguas licenciaturas. Entre el a?o pasado y este saldr¨¢ de las aulas la primera promoci¨®n Bolonia, aquella idea de modernizar la universidad europea, acercarla a las empresas y favorecer la movilidad entre estudiantes dentro de Europa para aumentar sus posibilidades de encontrar un empleo. La medida se empez¨® a concretar en 2008, en el inicio de la crisis econ¨®mica, y levant¨® las iras de multitud de universitarios, que ve¨ªan en ella una forma de mercantilizar la ense?anza.
La parte burocr¨¢tica est¨¢ hecha; falta
que la teor¨ªa aterrice
en los campus
?En qu¨¦ ha quedado la modernizaci¨®n prometida? O sea, menos estudiantes por aula, mayor seguimiento del aprendizaje de los alumnos, y charlas, y conferencias, y pr¨¢cticas, y evaluaciones continuas¡ Los expertos consultados coinciden en que la adaptaci¨®n de los t¨ªtulos, la parte m¨¢s burocr¨¢tica del proceso, ha sido muy farragosa, pero pr¨¢cticamente est¨¢ en marcha a nivel nacional. El reto ahora es que la teor¨ªa aterrice en los campus. ¡°Bolonia pretende el aprendizaje continuo, y para realizarlo se necesitan grupos reducidos, pero con los recortes en los presupuestos eso se ha roto, el ratio de alumnos por profesor ha crecido¡±, matiza el vicerrector de pol¨ªtica universitaria de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, Sisco Vallverd¨². En este centro, tambi¨¦n p¨²blico, dedicado a las ingenier¨ªas, arquitectura y ciencias b¨¢sicas, el objetivo era dejar, por ejemplo, en 60 alumnos por profesor las clases te¨®ricas para los aspirantes a ingenieros; 30 personas para resoluci¨®n de problemas matem¨¢ticos, y 15 para trabajos pr¨¢cticos, pero ahora ese ratio pr¨¢cticamente se ha duplicado. Y no es por falta de ganas del profesorado. ¡°La mayor¨ªa cree que este proceso es mejor, pero con el tiempo se va degradando porque significa una dedicaci¨®n muy grande¡±, se?ala Vallverd¨².
Un rector reconoce que a¨²n no existe evaluaci¨®n continua, aunque deber¨ªa
Palomar, de la Universidad de Alicante, coincide con esta lectura: ¡°No se pueden cumplir las garant¨ªas de Bolonia de asegurar las competencias de los estudiantes por la reducci¨®n de personal. La Comunidad Valenciana ha acumulado una deuda de cerca de 800 millones de euros en educaci¨®n superior en los ¨²ltimos cinco a?os. No ha habido descenso de alumnos, ni evaluaci¨®n continua ni tutor¨ªas; sin embargo, hay m¨¢s carga docente en detrimento de la labor investigadora¡±.
Ese ritmo es diferente en los centros privados, pues uno de sus principales reclamos ha sido precisamente meter a pocos alumnos en clase y acercar a sus estudiantes a la empresa. La Universidad Europea de Madrid ha dado incluso un paso m¨¢s en este sentido, con su t¨ªtulo Laureate Professional Assesment, ¡°que aporta los resultados de una evaluaci¨®n externa de competencias como la comunicaci¨®n, el liderazgo, el trabajo en equipo, la adaptaci¨®n al cambio, la soluci¨®n de problemas, la planificaci¨®n o el emprendimiento, que resultan esenciales en el mercado laboral¡±, comentan en este centro. Para el secretario general de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima), Eugenio Lanzadera, ¡°a la universidad privada le viene muy bien Bolonia, ya que por definici¨®n presta una mayor atenci¨®n y hace un mayor seguimiento de los alumnos¡±.
Las privadas atraen con pr¨¢cticas en empresas y menos alumnos por aula
Sin embargo, esa cualidad de emprender que tanto se promueve ahora en Espa?a es otra de las quejas de la universidad p¨²blica respecto a Bolonia, cuya ¨²ltima aspiraci¨®n era ¡°empezar a trabajar de forma distinta para aumentar la competitividad europea respecto a Estados Unidos¡±. ¡°Se comprob¨® que los estudiantes de ese pa¨ªs entran en el mercado laboral dos a?os antes que los europeos, a los 21 en lugar de a los 23 en el Viejo Continente, y tienen m¨¢s esp¨ªritu emprendedor que con el modelo europeo, muy acad¨¦mico y muy bueno, inspirado en la tradici¨®n francesa, pero demasiado te¨®rico¡±, apunta Vallverd¨².
La paradoja que Bolonia ha hecho evidente es que en vez de acortar el paso de los alumnos por la universidad, clave para favorecer su movilidad en Europa, ¡°el planteamiento se ha ido torciendo al a?adir el m¨¢ster, de entre uno y dos a?os¡±. Hasta la entrada del espacio europeo de educaci¨®n, en licenciaturas como Arquitectura hab¨ªa que contar cinco a?os m¨¢s uno de proyecto de fin de carrera. Ahora hay que estar un a?o m¨¢s en las aulas. A ello se a?ade la presi¨®n de cursar un m¨¢ster en algunos grados como Ingenier¨ªa, ya que sin ¨¦l no hay t¨ªtulo oficial. ¡°Los estudiantes pensar¨¢n que sin cursarlo perder¨¢n oportunidades laborales, con lo cual tender¨¢n a realizarlo, alargando sus estudios¡±, concluye este experto.
El m¨¢ster para titularse discriminar¨¢ econ¨®micamente
La pregunta ahora para los responsables de los centros p¨²blicos es cu¨¢ntos alumnos que actualmente salen de las aulas cursar¨¢n un posgrado, con las brasas de la crisis a¨²n calientes y el poco halag¨¹e?o mercado laboral que les espera. ¡°En los grados t¨¦cnicos, la industria ayuda muy poco a absorber los estudiantes que salen de la universidad y muchos centros han concentrado su oferta de m¨¢steres por la escasa demanda de algunas titulaciones¡±. Los expertos reconocen, adem¨¢s, que ese a?o o dos a?os adicionales discriminar¨¢ a los estudiantes seg¨²n su capacidad econ¨®mica para coste¨¢rselos.
Adem¨¢s, el aumento generalizado de las tasas universitarias, que marcan las comunidades aut¨®nomas, ha dado como resultado situaciones algo surrealistas, como que algunos estudiantes prefieran cursar su grado en Helsinki, donde la universidad es gratuita, antes que desplazarse a otra ciudad espa?ola, donde a la manutenci¨®n y el alojamiento hay que sumar el coste de los estudios. ¡°El intercambio entre pa¨ªses es importante y se est¨¢ produciendo, es elevado. La movilidad ya est¨¢ teniendo lugar, ahora habr¨¢ que ver cu¨¢ntos estudiantes extranjeros quieren venir a las universidades espa?olas, que muchas veces son m¨¢s caras que las de fuera¡±, comenta Vallverd¨².
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