Redescubriendo el lobo africano
Un espa?ol fotograf¨ªa al c¨¢nido en el l¨ªmite del S¨¢hara, donde oficialmente no habita Nuevas pruebas extienden la poblaci¨®n miles de kil¨®metros al oeste
El azar, y sus conocimientos de franc¨¦s y ¨¢rabe, llevaron al ge¨®grafo Rafael Hern¨¢ndez Mancha a vivir en Mauritania. En 2005 fue para un proyecto de conservaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa y all¨ª le fich¨® una empresa espa?ola R¨ªo Narcea Gold Mines, que constru¨ªa una mina de oro. De nuevo la casualidad le hizo conocer al beduino saharaui Abdellahi Jatab El Amlir. ¡°?l quer¨ªa vender leche de camella a los trabajadores de la mina. Le dije que s¨ª, si a cambio los fines de semana me llevaba a conocer el desierto¡±.
As¨ª comenz¨® una serie de expediciones por la zona transfronteriza, unos 200.000 kil¨®metros entre el S¨¢hara Occidental no ocupado por Marruecos y Mauritania. Pocos naturalistas hab¨ªan estudiado aquello desde que en 1957 el naturalista Jos¨¦ Antonio Valverde public¨® su Aves del S¨¢hara espa?ol: un estudio ecol¨®gico del desierto. ¡°Cartografi¨¦ pozo a pozo y cont¨¦ las personas jaima a jaima. En el desierto cont¨¦ mil personas en una superficie m¨¢s del doble que Andaluc¨ªa, la mayor¨ªa en la zona Mauritana¡±.
En esa zona de tr¨¢fico de droga y de personas hacia Europa, Hern¨¢ndez Mancha cuenta que se cruz¨® con islamistas armados con AK-47 ¡ªde los que se libr¨® porque uno conoc¨ªa a su gu¨ªa¡ª, y vio una poblaci¨®n de gacelas que se cre¨ªa extinguida. Entre sus sorpresas estaba que su gu¨ªa y amigo le insist¨ªa en que all¨ª conviv¨ªan el chacal y el lobo. Sorpresa porque oficialmente la distribuci¨®n del lobo (Canis lupus) ocupa casi todo el hemisferio norte perono llega a ?frica aunque s¨ª est¨¢n en Arabia.
En 2008, Hern¨¢ndez Mancha estaba de vuelta en su plaza del instituto en Aracena (Huelva), pero sigui¨® realizando expediciones peri¨®dicas al desierto. Lo hizo sin ayuda p¨²blica, con la intenci¨®n de realizar una tesis doctoral sobre la ecolog¨ªa de la zona. Tras mucho buscarlo, avistaron un lobo en la llanura. ¡°Comenzamos a seguirlo con el Land Rover y lo fotografi¨¦¡±. Hern¨¢ndez Mancha cuenta que el beduino que conduc¨ªa pretend¨ªa atropellarlo ¡ªlos conflictos de los ganaderos y el lobo se dan igual en Segovia con las ovejas y en el S¨¢hara con los camellos¡ª. En otros puntos vieron huellas y restos.
La fotograf¨ªa del lobo y la tesis dorm¨ªan en un caj¨®n hasta que el verano de 2012 Hern¨¢ndez Mancha ley¨® en este diario que unos investigadores de la Universidad de Alicante hab¨ªan fotografiado un lobo en el Atlas mediante c¨¢maras trampa. ¡°Record¨¦ que yo ten¨ªa hasta fotos. Eso y el empe?o de mi madre me anim¨® a retomar la tesis¡±. La ley¨® el 4 de julio pasado en la Universidad de Sevilla y all¨ª expuso el hallazgo de Canis lupus lupaster en el desierto. Ram¨®n Soriguer, investigador de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana y miembro del tribunal, da credibilidad a la versi¨®n de que hay lobo, aunque se?ala que faltan estudios: "Tiene buena pinta y las sensaciones son m¨¢s positivas que negativas pero faltan an¨¢lisis gen¨¦ticos".
Hern¨¢ndez Mancha no cree que lo que vio fuese un chacal: ¡°El lobo tiene mayor corpulencia, tonos m¨¢s oscuros gris¨¢ceos, raya negra sobre el antebrazo delantero (caracter¨ªstico de los lobos), l¨ªnea negra sobre el borde de la oreja, rabo m¨¢s poblado y cr¨¢neo m¨¢s fuerte con m¨¢scara clara en el hocico. El chacal tiene un cr¨¢neo m¨¢s hocicudo, orejas claras sin l¨ªnea negra, tampoco sobre las patas delanteras aparece el reflejo negro de los lobos, es menos corpulento y de tonos m¨¢s claros¡±. Y cuenta que apreci¨® diferencias de comportamiento: ¡°El chacal nos observaba y nos sent¨ªamos observados. El lobo huye a la carrera. Incluso se paraba ante el coche para mostrarnos los dientes en actitud amenazadora¡±.
El relato de Hern¨¢ndez Mancha habr¨ªa que tomarlo con cautela ¡ªafirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias¡ª si no fuera porque en los ¨²ltimos dos a?os otros dos grupos, uno espa?ol y otro franc¨¦s, han dado resultados en la misma direcci¨®n. En agosto de 2012, Vicente Urios, de la Universidad de Alicante, present¨® la foto del lobo junto a las nieves del Atlas. La capt¨® una de las c¨¢maras trampa que puso en colaboraci¨®n con Marruecos para buscar el leopardo del Atlas: ¡°La fauna es parecida al norte y al sur del Estrecho. En Marruecos hay jabal¨ª, liebres... y hab¨ªa osos. ?Por qu¨¦ no iba a haber lobo?¡±, explica Urios, que ha seguido trabajando y realizando an¨¢lisis gen¨¦ticos. Las c¨¢maras han vuelto a captar lobos, como el que apareci¨® en diciembre pasado.
Urios public¨® sus primeras fotos en Quercus, una revista especializada pero no de impacto cient¨ªfico. Lo hizo as¨ª para adelantarse a un estudio dirigido por el franc¨¦s Philippe Gaubert. En octubre, el CNRS franc¨¦s (equivalente al CSIC) rese?¨® la publicaci¨®n en la revista cient¨ªfica PLOS One seg¨²n la cual ¡°el lobo africano (Canis lupus lupaster) est¨¢ presente en ?frica, desde Etiop¨ªa hasta Senegal¡±.
Esto supon¨ªa extender el h¨¢bitat de la especie nada menos que 6.000 kil¨®metros al oeste, algo muy sorprendente para una especie tan emblem¨¢tica como el lobo (no es un escarabajo pelotero). Esa era la primera pregunta que planteaba Gaubert en su estudio: ¡°?C¨®mo pudo un linaje del lobo gris haber pasado desapercibido en ?frica hasta recientemente?¡±.
Hern¨¢ndez Mancha cree que todo se debe a la prepotencia. ¡°Bastaba con preguntarle a los beduinos. Los relatos de nuestro gu¨ªa beduino no dejan lugar a dudas: mientras el chacal come desperdicios de los campamentos o robar alg¨²n chivo, el lobo es capaz de matar camellos¡±.
En 1909 las tropas espa?olas fueron derrotadas por los rife?os cerca de Melilla. Cayeron en el barranco del lobo. Puede que el top¨®nimo tuviese un sentido literal.
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