¡°Que nos hagan la prueba, no quiero contagiar el ¨¦bola a nadie¡±
El hospital San Jos¨¦ de Monrovia cierra despu¨¦s de que su director se infectara
"Todos queremos que nos hagan la prueba, sobre todo para no contagiar a nadie". El hermano Miguel Pajares (75 a?os, natural de La Iglesuela, un peque?o pueblo de Toledo) es miembro de la orden de San Juan de Dios y superior del hospital cat¨®lico San Jos¨¦ de Monrovia, capital de Liberia. Desde hace dos semanas ha atendido y alimentado a pie de cama al director de este centro hospitalario, el hermano Patrick Shamdze, sin saber que, en realidad, ¨¦ste ten¨ªa ¨¦bola. "El problema es que le hicieron la prueba y dio negativo. Nos confiamos todos, unas 10 personas hemos estado en contacto con ¨¦l". El religioso espa?ol asegura que se siente afiebrado y que le duele la garganta. "Ya no puedo estar tranquilo", dice.
Shamdze, camerun¨¦s de 52 a?os, llevaba dos semanas enfermo. Fiebre muy alta, de hasta 40 grados, un intenso dolor de cabeza, v¨®mitos constantes. "Como dio negativo, bajamos la guardia, pensamos que era otra cosa. Intentamos trasladarlo a Ghana y pedimos un segundo test durante d¨ªas. Tuvimos que llevar nosotros mismos las muestras al hospital porque no ven¨ªan. Al final, se confirm¨® lo peor", relata Pajares al otro lado del tel¨¦fono.
Sin embargo, tuvieron que pasar tres d¨ªas hasta que, el jueves pasado, una ambulancia se acerc¨® a buscarlo para trasladarlo al hospital Elwa, centro de referencia. "Es todo muy lento, debe de haber una sola ambulancia para toda la ciudad", a?ade el religioso espa?ol. Tras confirmarse el diagn¨®stico, el hospital San Jos¨¦ ha sido cerrado.
Una semana antes de evidenciar los primeros s¨ªntomas, el hermano Patrick Shamdze hizo p¨²blica una carta en la que denunciaba que estaban recibiendo por parte del Gobierno muy poco material para la protecci¨®n del personal sanitario, unos 200 m¨¦dicos y enfermeros. "Les hemos pedido ayuda, pero su respuesta ha sido que tienen poco que ofrecer. En mayo, el Gobierno nos envi¨® 100 pares de guantes desechables, un par de botas, 50 mascarillas, 5 trajes desechables y 5 botellas de desinfectante. Estos materiales no duran ni un d¨ªa", escribi¨® el director del hospital, donde cada vez llegaban m¨¢s pacientes rechazados de otros centros. Era una llamada de auxilio. "Podemos comprar estos materiales en Monrovia, pero en los ¨²ltimos d¨ªas los precios se han disparado y muchas personas que no los usan habitualmente con prop¨®sitos m¨¦dicos los est¨¢n comprando para usarlos como protecci¨®n".
Por su parte, Pajares dice que no han "recibido pr¨¢cticamente nada del Gobierno". "Todo lo hemos tenido que comprar nosotros gracias a la ayuda de benefactores. La Fundaci¨®n Mujeres por ?frica nos envi¨® un contenedor".
Recientemente, las donaciones de Farmamundi, varios hospitales vascos, Brussels Airlines, centros de San Juan de Dios y personas an¨®nimas han permitido la salida, este mi¨¦rcoles, de dos cargamentos de material hospitalario desde Espa?a hacia este hospital, merced a la campa?a puesta en marcha por Juan Ciudad ONGD. "Con lo que nos mandan, vamos tirando, pero esta situaci¨®n se va a prolongar durante meses", asegura Pajares.
El brote est¨¢ fuera de control
El ¨¦bola "se mueve m¨¢s deprisa que nuestros esfuerzos para controlarlo", dijo ayer la directora general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, Margaret Chan, a los presidentes de Liberia, Guinea, Sierra Leona (los tres pa¨ªses afectados por el virus) y el vecino Costa de Marfil en una reuni¨®n para tratar el momento. "Si la situaci¨®n contin¨²a deterior¨¢ndose, las consecuencias pueden ser catastr¨®ficas", a?adi¨®. El punto optimista es, seg¨²n Chan, que otros brotes anteriores, ninguno tan grave (este va por 1.323 enfermos con 729 fallecidos), "se han conseguido controlar".
La reuni¨®n acord¨® destinar otros 75 millones a la zona. Chan ha anunciado que liderar¨¢ personalmente la lucha contra el brote, y una nueva reuni¨®n, el 7 de agosto, para decidir si se eleva el nivel de alerta ante la enfermedad.
Chan tambi¨¦n analiz¨® por qu¨¦ se hab¨ªa llegado a esta situaci¨®n. Puso de relieve que m¨¢s de 60 de los fallecidos (el 8,3%) y gran parte de los infectados era personal sanitario. Tambi¨¦n destac¨® que hab¨ªa problemas con las costumbres locales y que algunos enfermos se resist¨ªan a ir a centros de aislamiento y prefer¨ªan quedarse en casa al cuidado de sus familias, lo que aumentaba el riesgo de propagaci¨®n del virus. Otras decisiones muestran la creciente preocupaci¨®n mundial por el brote.
? M¨¢s ayuda. Cruz Roja Espa?ola ha anunciado que enviar¨¢ su Unidad de Respuesta de Emergencias, con 13 delegados especializados en salud y log¨ªstica, a Sierra Leona. Con el personal viajan 2,5 toneladas de material.
? EE UU. El Gobierno ha decidido repatriar al m¨¦dico y la misionera de nacionalidad estadounidense que estaban enfermos en Liberia. Ser¨¢ la primera vez que el virus llegue al continente americano. Tambi¨¦n ¡ªen contra de las recomendaciones actuales de la OMS¡ª el Centro de Control de Enfermedades (CDC) ha aconsejado que no se viaje a la zona.
? China. El Gobierno ha desempolvado los medidores de temperatura corporal que us¨® cuando el pico de la gripe aviar en 2005 y los ha vuelto a instalar en algunos aeropuertos, sobre todo los de las ciudades, como Cant¨®n, con m¨¢s poblaci¨®n de origen africano. Tampoco la OMS aprueba esta medida, que supone hacer an¨¢lisis a todos los que lleguen con una temperatura de m¨¢s de 37,5 grados cent¨ªgrados, porque la considera inoperante.
? Investigaci¨®n. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE UU han anunciado que en septiembre empezar¨¢n a probar una vacuna contra el ¨¦bola en humanos. El anuncio ha levantado sospechas de que se est¨¦ acelerando el proceso de ensayo del f¨¢rmaco, lo que podr¨ªa ocultar sus efectos adversos.
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