¡°Antes viv¨ªas la idea del suicidio en soledad¡±
En Espa?a, unas 10 personas se quitan la vida al d¨ªa. Para los expertos la mejor medida de prevenci¨®n es ¡°contarlo¡±
A Mar¨ªa Jos¨¦ Gonz¨¢lez, de 59 a?os, la vida no se lo ha puesto f¨¢cil. Creci¨® observando c¨®mo su padre le daba palizas a su madre, c¨®mo les maltrataba psicol¨®gicamente a ella y a sus hermanos y c¨®mo destrozaba los muebles durante sus constantes cabreos. Los trastornos de su infancia se juntaron con los de su edad m¨¢s adulta: su exmarido le pegaba. ¡°Era una situaci¨®n terror¨ªfica y todo eso me llev¨® a tener muchas depresiones, me di a la bebida e intent¨¦ suicidarme en dos ocasiones¡±, cuenta Gonz¨¢lez. El primer intento fue con 18 a?os y el segundo hace una d¨¦cada, seg¨²n explica, mientras atravesaba una gran crisis econ¨®mica. ¡°No me ve¨ªa ning¨²n futuro. Me tom¨¦ un bote de pastillas con alcohol. Tuve la gran suerte de que una amiga se present¨® en casa y me encontr¨® tirada en el suelo¡±, narra Gonz¨¢lez. En Espa?a, 3.600 personas se quitan la vida de media al a?o ¡ªel doble que en accidentes de tr¨¢fico¡ª, lo que equivale a unas 10 al d¨ªa, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Motivo por lo que el Gobierno ha decidido poner en marcha la redacci¨®n del primer plan de prevenci¨®n de riesgo de suicidio.
El psic¨®logo y presidente de la Fundaci¨®n Salud Mental Espa?a, Andoni Anse¨¢n, asegur¨® ayer lunes en una rueda de prensa con motivo del D¨ªa Mundial de la Prevenci¨®n del Suicidio que, hoy por hoy, hay m¨¢s sensibilidad pol¨ªtica y social, pero que, ante la ¡°escandalosa¡± cifra actual, es necesario que se pongan en marcha medidas de ayuda y prevenci¨®n. Anse¨¢n valor¨® la iniciativa del Ministerio de Sanidad y asegur¨® que el texto estar¨¢ listo antes de que acabe 2019. Adem¨¢s, el psic¨®logo a?adi¨® que el papel de los medios de comunicaci¨®n a la hora de informar sobre los suicidios es esencial para que los prejuicios y las mitificaciones que se han construido alrededor de este problema desaparezcan.
Gonz¨¢lez tambi¨¦n pele¨® contra los prejuicios y pidi¨® ayuda psicol¨®gica tras intentar suicidarse. Durante cuatro a?os, esta asistencia sanitaria le ayud¨® a superar finalmente sus ideas suicidas. ¡°Limpiamos toda la infancia y parte de la juventud. Ahora estoy muy bien y s¨¦ a qui¨¦n acudir. Esa ayuda te refuerza mucho. Antes, lo viv¨ªas en soledad. Ir al psic¨®logo era un tab¨²¡± explica. Gonz¨¢lez asegura que el sufrimiento era tan fuerte que le cegaba y no ve¨ªa las cosas buenas de la vida, como su hijo. ¡°Es fundamental buscar ayuda¡±, insiste convencida mientras sonr¨ªe.
El suicidio es la segunda causa de muerte entre los j¨®venes espa?oles de 15 a 29 a?os. Alba Ruipez pudo, en dos ocasiones, formar parte de esa lista. La primera vez que intent¨® quitarse la vida fue a causa de la anorexia que padec¨ªa. ¡°Quer¨ªa seguir durmiendo para no tener que pensar en la comida¡±, narra. Tiempo despu¨¦s, Ruipez volvi¨® a recaer e intent¨® quitarse la vida de nuevo. ¡°No ten¨ªa las herramientas suficientes, me hund¨ª y no tuve donde agarrarme¡±, contin¨²a. La joven explica que nadie le preguntaba c¨®mo se encontraba y que eso la encerr¨® en un ¡°c¨ªrculo¡± de tristeza. ¡°No es malo hablar de ello. El problema es cuando te abrazas a la tristeza. Y yo lo hac¨ªa profundamente¡±, cuenta. Gracias a su pareja y a su familia consigui¨®, poco a poco, superar esa depresi¨®n. ¡°Contar lo que hab¨ªa pasado fue esencial para saber que ten¨ªa algo, mi familia, donde pod¨ªa agarrarme. Hablar ha sido mi terapia¡±, relata. Ahora, Ruipez asegura que se siente fuerte y con ganas de ayudar a la gente que pasa por lo mismo que ella pas¨®, por lo que decidi¨® escribir y dirigir el documental Una de 800.000, donde recopila varias historias de casos reales relacionados con el suicidio.
La tasa anual de muertes por suicidio en Espa?a es de 8,7 por cada 100.000 habitantes. Aunque se mantiene estable en general, var¨ªa por colectivos, por ejemplo entre las personas que trabajan en oficios con alta peligrosidad, como los agentes de las Fuerzas de Seguridad. Casimiro Villegas, de 55 a?os, no pudo superar que, una noche de 2011, cinco hombres asaltasen su chal¨¦. Villegas, polic¨ªa municipal en Sevilla, cuenta que utiliz¨® su arma reglamentaria para defenderse. Consigui¨® salvar su vida, pero no pudo superar el estr¨¦s postraum¨¢tico que le caus¨®. La situaci¨®n que vivi¨® y el auto de procesamiento que recibi¨® por disparar a los asaltantes le generaron un shock que le llev¨® a intentar quitarse la vida. Villegas, fundador de la asociaci¨®n Zero suicidio policial, explica que el riesgo en los oficios con alta peligrosidad es muy elevado y no disponen de recursos suficientes para prevenirlo.
Sin ayuda
El sobrino de Carles Alastuey, Miquel, se suicid¨® hace ocho a?os. Ten¨ªa 19 y, seg¨²n dice, no tuvo una conducta previa que pudiera hacer visibles sus intenciones. ¡°No sab¨ªamos qu¨¦ hacer. No hab¨ªa informaci¨®n y nos dimos cuenta de que no se prestaba ayuda a las familias afectadas¡±, explica. A ra¨ªz de su experiencia, ¨¦l y los familiares de Miquel decidieron crear junto con otros afectados la Asociaci¨® Depr¨¦s del Su?cidi para ayudar a los que tambi¨¦n perdieron un ser querido a causa del suicidio.
¡°El mayor reto es abordar la p¨¦rdida desde un grado de incomprensi¨®n elevad¨ªsimo. Los afectados necesitan explicarse por qu¨¦ lo hizo y, a veces, eso no se llega a responder nunca¡±, dice Alastuey.
A la incomprensi¨®n se le suman los pensamientos de culpabilidad y el silencio social, lo que hace que el duelo se alargue. ¡°Decirle a una persona que acabas de conocer que tu hijo se quit¨® la vida no es f¨¢cil¡±, explica Alastuey, que, desde la asociaci¨®n reivindica que el nuevo plan de prevenci¨®n no se convierta en un documento m¨¢s, sino que fomente ayudas y normalice la situaci¨®n.
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