Suecia juzga a un m¨¦dico espa?ol por abusos sexuales a 52 ni?os
Cristian Carretero "se aprovech¨® de su posici¨®n dominante y de la confianza que se tiene en el personal sanitario", seg¨²n uno de los 25 abogados de la acusaci¨®n particular
Le hab¨ªa picado un insecto en el pie, y sus padres recurrieron a una aplicaci¨®n m¨®vil que permite hacer consultas sanitarias a trav¨¦s de videollamadas, que es popular en Suecia. El doctor les indic¨® que filmaran la vagina y el ano de su hija. Dado que era un m¨¦dico quien lo ped¨ªa, lo hicieron, confiando en el criterio del experto. Tiempo despu¨¦s, la polic¨ªa llam¨® por tel¨¦fono: la hab¨ªa atendido Cristian Carretero, un espa?ol de 29 a?os que hab¨ªa sido acusado de abusos sexuales a menores. Con este, suman 52 casos. Todos ocurrieron entre 2015 y 2017. Las v¨ªctimas?tienen entre dos y 17 a?os.?Adem¨¢s, 18 padres de algunas de ellas tambi¨¦n forman parte de la acusaci¨®n.?Este jueves comienza el juicio contra Carretero. El proceso se prolongar¨¢ durante unos tres meses, a raz¨®n de dos o tres sesiones por semana, y en ¨¦l se dirimir¨¢ si el espa?ol es culpable, entre otros delitos, de violaci¨®n.
Algunos padres se extra?aban durante las consultas, e incluso reaccionaban. Otros muchos se daban cuenta posteriormente, pero pensaban que si lo hab¨ªa pedido un m¨¦dico, ser¨ªa normal. "?l se aprovech¨® de su posici¨®n dominante y de la confianza que se tiene en el personal sanitario", explica Fredric Wikman, uno de los 25 abogados de la acusaci¨®n particular, que representa a varias v¨ªctimas ¡ªno especifica el n¨²mero por respetar su privacidad¡ª, todas menores de 15 a?os, y que entraron en contacto con el espa?ol a trav¨¦s de la aplicaci¨®n m¨®vil. Al acabar la carrera, Carretero se traslad¨® a Suecia y trabaj¨® en varios centros hospitalarios repartidos por todo el pa¨ªs. Los presuntos abusos tambi¨¦n se produjeron en persona, en las localidades de Skellefte?, Sk?vde, J?nk?ping y Estocolmo.
Carretero, que se encuentra detenido desde el pasado diciembre, asegura que es inocente y que sus exploraciones son perfectamente v¨¢lidas y responden a los procedimientos habituales en Espa?a. En el escrito de la fiscal¨ªa, que acumula m¨¢s de 100 p¨¢ginas, se rebaten sus argumentos. Para redactarlo, la fiscal Ann Lid¨¦n se sirvi¨® de la opini¨®n de dos expertos que analizaron caso por caso la forma en la que procedi¨® el espa?ol y determinaron que sus pr¨¢cticas estuvieron injustificadas. La investigaci¨®n se llev¨® a cabo la pasada primavera.?El m¨¦dico est¨¢ acusado de los delitos de violaci¨®n grave de menor, abuso grave de menor y aprovechamiento de ni?os para hacer poses de tipo sexual y pornograf¨ªa infantil. La actuaci¨®n del doctor a trav¨¦s de la aplicaci¨®n m¨®vil podr¨ªa constituir un delito de molestia sexual y aprovechamiento de persona en situaci¨®n de dependencia.?
Una de las abogadas de Carretero, Sabina B??, alega que las acusaciones de violaci¨®n se deben a que la fiscal cree que no examin¨® a los menores de manera adecuada. Pero su cliente defiende su actuaci¨®n. "Algunos ni?os ten¨ªan problemas estomacales y ¨¦l les realiz¨® exploraciones anales", relata la letrada. "Casi ninguna de las v¨ªctimas estaba a disgusto con ¨¦l. Uno o dos dijeron que las exploraciones hab¨ªan sido extra?as, que no estaban contentas. Y a partir de ah¨ª buscaron al resto", prosigue. "Sus exploraciones pudieron parecer raras de acuerdo a los m¨¦todos suecos. Porque en Espa?a son frecuentes las revisiones anuales a los ni?os. Aqu¨ª no. En Espa?a hay exploraciones m¨¢s exhaustivas", sostiene la letrada.?Wikman, abogado de la acusaci¨®n, insiste: dos expertos analizaron caso por caso y determinaron que las actuaciones del espa?ol no se justifican.?
Silvia Ingolsdottir, otra de las abogadas de la acusaci¨®n, representa a nueve v¨ªctimas de entre seis y 10 a?os, todas ellas atendidas por Carretero en una exclusiva cl¨ªnica privada en Estocolmo. La letrada rechaza referirse a alguno de los casos concretos de sus representados, pero cuenta que las v¨ªctimas acud¨ªan al m¨¦dico por problemas normales, como fiebre o dolor de cabeza. Y el doctor les dec¨ªa que deb¨ªa examinar sus genitales. "Es dif¨ªcil desconfiar de un doctor", dice, incidiendo en el argumento del abogado Wikman. "Los padres se sienten mal, apesadumbrados y avergonzados por lo ocurrido. Fue un abuso de poder", detalla. La representante legal del m¨¦dico dice que su cliente conf¨ªa en ser declarado inocente. Est¨¢ preocupado, no obstante. Sabe que, independientemente del veredicto, es probable que este caso ponga fin a su carrera.?
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