La libertad de expresi¨®n ampara a los bocazas

La libertad de expresi¨®n convive en colisi¨®n permanente con el humor, la s¨¢tira y la creaci¨®n art¨ªstica. Las sucesivas reformas del C¨®digo Penal, unidas a la ley mordaza,marcan las l¨ªneas rojas de chistes, tuits y canciones. Con la ley en la mano, los jueces han impuesto penas de c¨¢rcel y fuertes sanciones a actos que entra?an ¡°descr¨¦dito, menosprecio o humillaciones¡± a v¨ªctimas del terrorismo o a sus familiares y han admitido querellas por supuestas injurias a santos y v¨ªrgenes.

Estos delitos han encontrado un fil¨®n en las redes sociales. Los jueces diseccionan minuciosamente los tuits, muchos de ellos publicados de forma irreflexiva e insensata. Durante la jornada organizada por el Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa (CAA) sobre los l¨ªmites del humor, el magistrado Joaquim Bosch apunt¨® que es el debate p¨²blico el que deja en su lugar ¡°las faltas de respeto y las barbaridades; el que refuerza las ideas buenas¡±. Porque a fin de cuentas, el precio de la libertad de expresi¨®n es ¡°tener que soportar un mont¨®n de basura¡±. No todo cabe en el derecho a la libertad de expresi¨®n pero, como observa el abogado Carlos S¨¢nchez Almeida, ¡°ampara tambi¨¦n a los bocazas¡±.

Con la justicia acaba de topar el dramaturgo Carlos Santiago. Un juzgado ha admitido a tr¨¢mite una querella por supuestas injurias al ap¨®stol en el preg¨®n que pronunci¨® el pasado febrero en el carnaval de la capital gallega, en el que aludi¨® a ¡°los huevos¡± del santo y verti¨® ¡°calificativos er¨®ticos y soeces¡± hacia la Virgen, seg¨²n los denunciantes, la Asociaci¨®n Espa?ola de Abogados Cristianos, la misma que actu¨® contra Willy Toledo. El actor fue procesado por un delito contra los sentimientos religiosos por difundir en Facebook este mensaje: ¡°Me cago en la Virgen del Pilar y me cago en todo lo que se menea¡±.

El caso de Toledo recuerda al rocambolesco juicio que en 2012 sent¨® en el banquillo al cantautor Javier Krahe, acusado de un delito de ofensa a los sentimientos religiosos por un corto emitido en Canal?+ en el que se cocinaba un Cristo crucificado. El juez consider¨® que la creaci¨®n art¨ªstica tiene en ocasiones una dosis de provocaci¨®n. ¡°La s¨¢tira y el recurso a lo irreverente han sido en no pocas ocasiones un recurso art¨ªstico para hacer cr¨ªtica social, mostrando la oposici¨®n del creador a determinados modelos¡±, expon¨ªa. Y a?ad¨ªa que el corto de marras conten¨ªa ¡°un inequ¨ªvoco sentido sat¨ªrico, provocador y cr¨ªtico, pero no el de ofender¡±, como pretend¨ªan los denunciantes.

S¨¢nchez Almeida, que forma parte de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Informaci¨®n, sostiene que el Gobierno deber¨ªa revisar los delitos de opini¨®n en el C¨®digo Penal porque se alejan de los est¨¢ndares internacionales: ¡°La reforma de 2015 ha exagerado las penas en materia de delitos de odio y enaltecimiento del terrorismo y ser¨ªa bueno que la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo echaran el freno. Hay un exacerbamiento¡±.

Una creaci¨®n art¨ªstica, la del rapero Josep Miquel Arenas Beltr¨¢n, Valt¨°nyc, ha sido examinada detalladamente por los jueces. Valt¨°nyc huy¨® a B¨¦lgica para eludir los tres a?os y medio de c¨¢rcel que le impuso la Audiencia Nacional por considerar que las letras de sus canciones conten¨ªan amenazas, injurias a la Corona y enaltecimiento del terrorismo. Sin entrar en el fondo del asunto, los jueces de Gante denegaron la extradici¨®n porque los hechos que se le imputan no est¨¢n tipificados como delito en B¨¦lgica.

?Distintas varas de medir

?La libertad de expresi¨®n no tiene una vara de medir ¨²nica en la UE. El profesor de Derecho P¨²blico de la Universidad de Oviedo, Miguel Presno, distingue entre la situaci¨®n, en t¨¦rminos legales y jurisprudenciales, de la libertad de expresi¨®n en Espa?a y las actuaciones de los tribunales de pa¨ªses de la UE en casos como el de Valt¨°nyc. ¡°Empezando por este ¨²ltimo, el papel de dichos tribunales no es enjuiciar el fondo de los asuntos resueltos, con mayor o menor acierto, en otro pa¨ªs de la Uni¨®n. Si se ha vulnerado el derecho a la libertad de expresi¨®n tendr¨¢, en su caso, que decidirlo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)¡±, explica.

S¨¢nchez Almeida incide en que la creaci¨®n art¨ªstica tiene m¨¢s margen a la hora de expresar opiniones cr¨ªticas, pero a¨²n as¨ª una amenaza ¡ªcomo la lanzada por Valt¨°nyc¡ª no deja de ser una amenaza, aunque sea cantada. Sin embargo, no basta con un ¡°exceso verbal¡± porque la amenaza tiene que ser ¡°cre¨ªble¡±, advierte. Es en estos casos en los que proceder¨ªa que la v¨ªctima reclamara una indemnizaci¨®n.

El estado de la libertad de expresi¨®n en Espa?a, seg¨²n Presno, presenta tres s¨ªntomas preocupantes: ¡°La extensi¨®n del delito de odio a conductas para las que no est¨¢ previsto (el TEDH ha reiterado que no debe aplicarse cuando los destinatarios no son personas o grupos vulnerables y aqu¨ª se ha empleado incluso para proteger al Rey), el efecto desaliento que pueden causar las sanciones administrativas, en ocasiones m¨¢s cuantiosas que las penales, y el an¨¢lisis descontextualizado que llevan a cabo algunos tribunales cuando juzgan expresiones vertidas en las redes sociales¡±.

La presidenta de CAA, Emelina Fern¨¢ndez, pone el acento en el salto cualitativo que supone el hecho de que sea en el C¨®digo Penal donde se diriman los l¨ªmites de un chiste. ¡°No s¨¦ si vamos por buen camino cuando la libertad creativa y el sentido del humor se cercenan desde el ¨¢mbito penal¡±.