La escuela no es capaz de mejorar la clase social del alumno

La mitad de los estudiantes espa?oles de clases pobres se concentra en escuelas de condiciones depauperadas. A este respecto, Espa?a se encuentra muy cerca de la media de la OCDE (48%), y esta ¡°segregaci¨®n¡± es una de las claves que dificultan el progreso social porque esos alumnos arrastrar¨¢n durante a?os un peor rendimiento escolar. La escuela no cumple, de este modo, la funci¨®n clave de proporcionar una ventana de oportunidad para ni?os de todos los or¨ªgenes econ¨®micos y sociales, advierte la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos en el estudio Equidad en la Educaci¨®n: superar las barreras a la movilidad social, publicado este martes.

¡°La escuela no est¨¢ sirviendo de contrapeso a las desigualdades econ¨®micas que sufren las familias¡±, lamenta el responsable del informe de la OCDE y analista de PISA, Daniel Salinas, en conversaci¨®n con este diario en Par¨ªs.

Seg¨²n el informe, presentado en Londres, ¡°hay una fuerte relaci¨®n entre el perfil socioecon¨®mico de la escuela y el desempe?o del alumno: estudiantes que acuden a escuelas con recursos materiales, buenos profesores y de alumnado de clases acomodadas obtienen mejores resultados en PISA¡±.

De promedio, alumnos desfavorecidos que acuden a escuelas de mayor nivel socioecon¨®mico lograron una puntuaci¨®n 78 puntos superior ¡ªequivalente a m¨¢s de dos a?os y medio de escolarizaci¨®n¡ª que la de aquellos que van a escuelas desfavorecidas. Por eso, concluye el informe, ¡°los estudiantes desfavorecidos que acuden a escuelas desfavorecidas sufren, a priori, una desventaja doble¡±.

Una constataci¨®n preocupante sobre todo porque, tal como destaca en el informe el director de Educaci¨®n de la OCDE, Andreas Schleicher, ¡°los ni?os de familias pobres a menudo solo tienen una oportunidad en la vida, y esa es una buena escuela que les d¨¦ la posibilidad de desarrollar su potencial¡±.

Estudiantes desfavorecidos pero emocionalmente resilientes (que se sobreponen a las dificultades) tienden al menos a tener un rendimiento acad¨¦mico mejor. Sin embargo, en Espa?a, m¨¢s del 80% de estos alumnos no son ni social ni emocionalmente resilientes (frente a la media de 73,8% de la OCDE), lo que hace que se sientan menos integrados en la escuela.

La desigualdad precoz

Adem¨¢s, el estudio, que compara datos del informe PISA 2015 y 2006, lanza otra advertencia: la brecha de desempe?o acad¨¦mico se empieza a abrir a los diez a?os de edad, antes de lo que se pensaba. ¡°Las desigualdades en educaci¨®n no se originan de un d¨ªa para otro, sino que empiezan desde muy temprano y se van acumulando a lo largo del tiempo¡±, explica Salinas. ¡°La diferencia socioecon¨®mica ya es de una magnitud bastante grande a los diez a?os, sigue creciendo a los 15 y todav¨ªa crece un poco m¨¢s despu¨¦s de los 15 a?os¡±.

El informe constata en este sentido que m¨¢s de dos tercios de la brecha de desempe?o acad¨¦mico observado en estudiantes de 15 a?os y otros dos tercios de la brecha entre los j¨®venes de 25-29 a?os ¡°ya se ve¨ªa en los ni?os de diez a?os¡±.

¡°Se han logrado muy pocos avances para acabar con las barreras de la movilidad social y darle a todos los ni?os una oportunidad igual de tener ¨¦xito¡± en la vida, critic¨® Schleicher en Londres. El responsable de Educaci¨®n de la OCDE reclam¨® ¡°m¨¢s inversiones para ayudar a los estudiantes desfavorecidos¡±.

Desde Par¨ªs, el autor del informe coincide y apunta a otras claves: ¡°Focalizar¡± mejor los esfuerzos y, sobre todo, ¡°intervenir lo antes posible¡±. Se trata, se?ala, de ¡°garantizar no solo acceso a la educaci¨®n infantil, sino que esta sea de buena calidad¡±. Tambi¨¦n se debe asegurar que las escuelas primarias y secundarias a las que acceden los estudiantes m¨¢s vulnerables ¡°tengan los suficientes recursos y tengan profesores de calificaciones y preparaci¨®n comparables a los que ense?an en escuelas que reciben a estudiantes de clase m¨¢s privilegiada¡±.

Las escuelas desfavorecidas son aquellas que est¨¢n en el 25% m¨¢s bajo de la escala socioecon¨®mica entre las escuelas de un pa¨ªs. Las escuelas favorecidas se sit¨²an en el 25% m¨¢s alto de escala. Para medir el nivel socioecon¨®mico de los estudiantes, PISA tiene un ¨ªndice basado en la formaci¨®n y ocupaci¨®n de los padres, as¨ª como los bienes materiales disponibles en el hogar. El nivel socioecon¨®mico de una escuela es el promedio del nivel socioecon¨®mico de sus estudiantes.

El informe de la OCDE constata que, hoy por hoy, ¡°ning¨²n pa¨ªs del mundo puede afirmar que ha acabado con estas desigualdades en la educaci¨®n¡±. Lo que no quiere decir, subraya Salinas, que sea algo imposible. ¡°El nivel de equidad o inequidad en educaci¨®n no es algo que est¨¦ fijo, sino que es modificable¡±, sostiene. Clave es la voluntad de los Estados para cambiar la situaci¨®n porque, recuerda, ¡°lo que s¨ª est¨¢ muy claro es que las pol¨ªticas y las pr¨¢cticas de los pa¨ªses en educaci¨®n pueden hacer una diferencia¡±.