Reinventar el periodismo en tiempos de crisis
La reportera mexicana Lydia Cacho inaugura el curso de la Escuela de Periodismo UAM-EL PA?S
Durante varias d¨¦cadas, la periodista mexicana Lydia Cacho ha investigado y documentado minuciosamente redes de abuso y trata de personas en todo el mundo enfrent¨¢ndose a los poderes establecidos. Amenazada de muerte por pederastas y narcotraficantes, fue secuestrada para intentar acallar su voz. Esta reportera tenaz y feminista asegura que hacer periodismo es ¡°buscar la verdad¡±. En tiempos de postverdad se confiesa ¡°orgullos¨ªsima¡± de que el oficio est¨¦ en crisis porque esa es la forma de reinventarlo.
¡°Pese a las amenazas, aqu¨ª estamos...¡±, anunci¨® Cacho (Ciudad de M¨¦xico, 1963) al comenzar la lecci¨®n magistral de clausura del m¨¢ster y entrega de diploma a la 31? promoci¨®n de la Escuela de Periodismo UAM-EL?PA?S y del inicio del nuevo curso. La periodista anim¨® a las nuevas generaciones de informadores a reinventar un oficio invadido por fake news, bots y trolls. ¡°Busquen y descubran cu¨¢nto pagan los poderosos para crear noticias falsas¡±, sugiri¨® a los alumnos que asist¨ªan a la conferencia en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Cacho comenz¨® a hacer periodismo a los 23 a?os. Su vocaci¨®n de reportera era ya firme. Nunca cubri¨® un evento social. Lo suyo eran las grandes investigaciones period¨ªsticas. Y siempre desde una mirada de g¨¦nero. Uno de sus primeros trabajos fue un reportaje sobre los problemas de las mujeres en el Estado de Quintana Roo. ¡°Yo era feminista, pero en aquellos tiempos en la Redacci¨®n hab¨ªa un trato bastante machista. Empec¨¦ a elaborar una f¨®rmula period¨ªstica que no ten¨ªa nombre pero que sorprend¨ªa much¨ªsimo: era el periodismo de g¨¦nero¡±.
?lex Grijelmo, director de la Escuela, repas¨® la larga y comprometida trayectoria profesional de la periodista, plasmada en 30 a?os de reportera, 13 libros y una serie documental sobre la violencia infantil en su pa¨ªs. Grijelmo record¨® el informe de la ONU en el que se exig¨ªa a M¨¦xico reparar el da?o a la periodista, v¨ªctima de torturas y amenazas de muerte durante un secuestro que se produjo nueve meses despu¨¦s de que viera la luz su investigaci¨®n sobre una red de explotaci¨®n sexual infantil.
Cuando public¨® estos desmanes en el libro Los demonios del ed¨¦n, Cacho ten¨ªa ya tres amenazas de muerte y no obtuvo m¨¢s recompensa econ¨®mica que el coste del billete de avi¨®n para viajar a firmar su contrato. Pero se sinti¨® reconfortada cuando la justicia le solicit¨® su abundante documentaci¨®n y le pidi¨® que fuera testigo de causa. ¡°Algunos me dijeron que estaba loca, pero acept¨¦ cuando vi que todo el sistema estaba organizado para proteger a la red corrupta¡±. Fue entonces cuando decidi¨® investigar, como reportera, su propio caso. No pod¨ªa ser de otra manera porque Cacho, insiste, naci¨® reportera y todos los d¨ªas reivindica que lo es. ¡°Finalmente, se reconoci¨® que una periodista fue secuestrada por el Estado, torturada, encarcelada y perseguida por haber elegido uno de los oficios m¨¢s nobles y que permite a la sociedad que se entienda y se mire a s¨ª misma¡±, dijo.
De esa pasi¨®n por destapar los abusos sobre los m¨¢s d¨¦biles naci¨® tambi¨¦n Esclavas del poder, un retrato de la cada vez m¨¢s sofisticada industria sexual. ¡°Estuve viajando durante cinco a?os por todo el mundo, con un presupuesto m¨ªnimo, para recabar informaci¨®n sobre c¨®mo funcionan estas redes¡±, explic¨® Cacho. Tras este libro se involucr¨® en el periodismo de paz: ¡°Este es el futuro: indagar c¨®mo sobrevivir en un mundo en el que se normalizan las formas de violencia sobre hombres y mujeres¡±.
El rector de la Universidad Aut¨®noma, Rafael Garesse, anim¨® a los reci¨¦n graduados a redefinir el periodismo para adaptarlo a los cambios de la sociedad y afirm¨® que la Escuela es ¡°una manera de acercar la Universidad a la vida real¡±. Al acto asistieron gestores de la Aut¨®noma y directivos del Grupo PRISA, entre ellos su presidente, Manuel Polanco; el director general de la SER, Daniel Gavela, y la directora de EL PA?S, Soledad Gallego-D¨ªaz.
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