Las ordenanzas acorralan y endeudan a las prostitutas
Un informe concluye que se sanciona m¨¢s a las mujeres que a los clientes. Algunas de ellas acumulan miles de euros en multas
Son las cuatro de la madrugada en La Rambla. Acaba la noche para tres mujeres africanas. Han juntado 500 o 600 euros entre todas. Es el momento de esconder el dinero en su vagina. As¨ª eluden a los secretas (agentes de paisano) que las persiguen para cumplir la ordenanza de civismo y convivencia en Barcelona. Lo recuerda Mar¨ªa, otra prostituta que ejerce en la misma zona. ¡°Les paraban solo por llevar preservativos¡±. M¨¢s de 50 ciudades espa?olas tienen normativas municipales espec¨ªficas para perseguir la prostituci¨®n. Unas castigan a quien ofrece sexo y al que lo compra, otras solo a los clientes. Nacieron para intentar proteger a las mujeres, contentar a los vecinos o directamente limpiar las calles. Pero el resultado es que atacan sobre todo a las prostitutas y, de ellas, principalmente a las m¨¢s vulnerables: las v¨ªctimas de la trata.
Un informe de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) analiza por primera vez el efecto que han tenido estas normativas aprobadas en algunos casos hace m¨¢s de una d¨¦cada. El grupo Ant¨ªgona, un equipo de investigaci¨®n sobre mujeres y derechos en perspectiva de g¨¦nero de la Aut¨®noma de Barcelona, ha estudiado las normas en nueve ciudades Barcelona, Madrid, Sevilla, Zaragoza, San Sebasti¨¢n, Bilbao, La Jonquera, Lleida y Castelldefels. En algunas, como Madrid, no hay normativa municipal pero se multa a trav¨¦s de la Ley de Seguridad Ciudadana (ley Mordaza).
El informe preliminar de 150 p¨¢ginas, al que ha tenido acceso este peri¨®dico, basa su tesis en que ciudades como Barcelona han registrado en una d¨¦cada del doble de sanciones a las mujeres que a los clientes (2.633 frene a 1.188). E incluye 32 entrevistas con prostitutas, organizaciones que trabajan con ellas, pol¨ªticos, t¨¦cnicos y polic¨ªas, con las que tambi¨¦n concluyen que a ellas se les castiga m¨¢s.
Preservativos pinchados y mudanzas por la persecuci¨®n
Algunas de las prostitutas que entrevist¨® el grupo Ant¨ªgona dieron testimonios aterradores sobre la persecuci¨®n que sufren por las ordenanzas y la Ley Mordaza. Mar¨ªa, de Barcelona, aseguraba que una guardia urbana se hizo "muy famosa" en la ciudad porque "pinchaba los preservativos" a las prostitutas africanas. Asegura que cre¨® una alarma sanitaria y que al final lograron expulsarla de las Ramblas con su protesta. En Madrid, la presi¨®n policial tras la aprobaci¨®n de la ley Mordaza empuj¨® a un grupo de mujeres a agruparse en el colectivo Afemtras. Una de ellas es Ninfa. Le multaron con 600 euros cuando ejerc¨ªa en Alcal¨¢ de Henares (Madrid) Igual que a su cliente. Tiene la multa pendiente desde hace cinco a?os. Nunca la pag¨®. Pero esta prostituta ecuatoriana, que pide figurar con ese nombre supuesto en conversaci¨®n con este peri¨®dico, acab¨® saltando de un lugar a otro hasta llegar al pol¨ªgono madrile?o de Villaverde, donde asegura que la polic¨ªa a¨²n las persigue. "Barrernos de las calles es favorecer a los empresarios de los clubes y pisos de alterne", explica. "Ahondan en nuestro estigma", se?ala Ninfa, que prefiere definirse como "trabajadora del sexo" y forma parte del primer sindicato estatal de prostitutas, aprobado por error este verano y al que el Gobierno busca ahora c¨®mo desactivar.
En Espa?a la prostituci¨®n es un fen¨®meno alegal. El Gobierno del PSOE, que se ha declarado abolicionista, ha prometido una norma contra la trata y la explotaci¨®n sexual a¨²n por desarrollar. ¡°Supuestamente las ordenanzas son un instrumento contra la trata, pero hemos visto que es a estas mujeres a las que m¨¢s les complican la vida¡±, explica Encarna Bodel¨®n, investigadora principal de Ant¨ªgona. Las multas a las que se enfrentan oscilan, seg¨²n los casos, entre 100 y 3.000 euros. ¡°Hay mujeres que acumulan 40.000 euros que luego tienen que pagar¡±, seg¨²n una de las prostitutas entrevistadas para el informe en Barcelona. ¡°Hay una compa?era que en este momento est¨¢ pagando 1.200 euros mensuales¡±.
En Lleida hay 10 veces m¨¢s mujeres multadas hasta 2016 (480) y en La Jonquera, cinco veces m¨¢s, hasta 632. En Madrid, las organizaciones entrevistadas critican que la persecuci¨®n se centra en las mujeres, aunque Interior no ofrece datos desagregados de las sanciones por la ley Mordaza que permitan comparar. Sevilla, que persigue a los clientes y considera a las prostitutas como v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, ha puesto 230 multas hasta la fecha.
El informe considera que las ordenanzas aumentan la estigmatizaci¨®n de las mujeres, las desplaza del centro de las ciudades al extrarradio, donde est¨¢n m¨¢s inseguras. Tambi¨¦n denuncia que sus voces no son escuchadas a la hora de legislar.
En Sevilla, la prostituci¨®n callejera ha desaparecido de zonas c¨¦ntricas como la Alameda. Se mantiene en la periferia, ¡°donde ya estaba ya antes¡±, se?ala Miriam D¨ªaz, delegada de Igualdad y teniente alcalde. El Ayuntamiento hispalense se declara abolicionista, lo que significa que no concibe en ning¨²n caso la prostituci¨®n como un trabajo. Es una propuesta similar a la que intenta impulsar en el Ayuntamiento de Madrid el PSOE, de momento sin ¨¦xito. ¡°El reto es controlar los pisos¡±, a?ade la edil sevillana. En Sevilla las prostitutas se consideran v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, como las maltratadas por sus parejas y exparejas, y pueden acceder a recursos previstos como casas de acogida ¡°para una segunda oportunidad¡±, centros de trabajos sociales y recursos psicol¨®gicos.
Las mismas en la calle
Barcelona empez¨® a multar a clientes y a prostitutas en 2006, aunque dejaron de sancionarlas a ellas a partir de 2015. Con la llegada del equipo de Ada Colau a la alcald¨ªa dieron un nuevo giro que se centra en la atenci¨®n social a las mujeres, aunque en este caso desde una perspectiva regulacionista o pro derechos que supone que hay prostitutas por elecci¨®n propia. ¡°La ordenanza se aprob¨® con la promesa de reducir el n¨²mero de mujeres en las calles pero siguen siendo unas 350 entre el Raval, la zona mar¨ªtima y el campo del Barca¡±, explica Laura P¨¦rez Casta?o, concejala de Feminismos y LGTBI de Barcelona.
¡°Las directivas europeas reclaman no multar a las mujeres en situaci¨®n de trata, pero son las m¨¢s sancionadas¡±, seg¨²n la edil. Aunque los datos no est¨¢n disgregados por la dificultad de distinguir una posible v¨ªctima mientras se est¨¢ sancionando, ¡°seguro que son ellas las m¨¢s castigadas porque necesitan pasar m¨¢s tiempo fuera para ganar m¨¢s dinero¡±. ¡°Queremos derechos para ellas pero no miradas paternalistas, hay que diferenciar claramente los fen¨®menos¡±, se?ala la concejal.
En lo que coinciden el informe y los Ayuntamientos de Sevilla y Barcelona, adem¨¢s de organizaciones que trabajan con v¨ªctimas de trata como Apramp, es en reclamar una normativa estatal que buscara soluciones m¨¢s all¨¢ de una ordenanza. Mientras, la pelea sigue en los Ayuntamientos.
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