Canad¨¢ alerta de los riesgos para la salud de comer placentas humanas
El Gobierno del pa¨ªs norteamericano sostiene que no hay evidencia cient¨ªfica de los beneficios
Desde hace algunos a?os, el consumo de la placenta humana (ya sea cruda, cocinada, en batidos o en c¨¢psulas) se ha convertido en materia de debate y negocio en distintos pa¨ªses. Las personas que defienden esta pr¨¢ctica ¡ªcuyo t¨¦rmino espec¨ªfico es placentofagia¡ª sostienen que ayuda a prevenir la depresi¨®n posparto, aumenta los niveles de energ¨ªa y estimula la producci¨®n de leche materna. Adem¨¢s, subrayan que es muy com¨²n entre diversas especies de mam¨ªferos. Figuras del mundo del espect¨¢culo, desde Tom Cruise a Kim Kardashian han reconocido la ingesta de este ¨®rgano ef¨ªmero. Incluso existen libros de recetas. Su consumo tambi¨¦n se promociona en algunos c¨ªrculos de medicina alternativa.?
El pasado 27 de noviembre, Canad¨¢ se sum¨® a la lista de pa¨ªses que advierten sobre los riesgos de su consumo: ¡°Comer la placenta o consumirla en c¨¢psulas es una decisi¨®n personal, pero la madre debe comprender que existen riesgos potenciales para ella y el beb¨¦, al igual que no hay evidencia cient¨ªfica de que su consumo tenga beneficios¡±, afirma el Ministerio de Sanidad. Tambi¨¦n alertan de que la pr¨¢ctica puede entra?ar riesgos para la salud. ¡°Los m¨¢s graves son de naturaleza bacteriana (por ejemplo, estreptococos del grupo B) o relacionados con la contaminaci¨®n viral de la placenta (hepatitis, VIH, entre otros)¡±, precisa el documento. De este modo, las autoridades canadienses coinciden con las de otros pa¨ªses y con investigadores de distintas instituciones acad¨¦micas.?
Canad¨¢ no autoriza ning¨²n producto de salud que contenga placenta humana. Con una b¨²squeda r¨¢pida en Internet pueden encontrarse diversos foros canadienses que recomiendan el consumo de este ¨®rgano, al igual que distintas p¨¢ginas (en ciudades como Toronto, Vancouver y Montreal) que ofrecen apoyo para procesar las placentas en c¨¢psulas. El coste promedio para ir a buscar el ¨®rgano y transformarlo es de 250 d¨®lares canadienses (unos 165 euros). ¡°Muchos minerales y hormonas que contiene la placenta ayudan a combatir los s¨ªntomas de la depresi¨®n posparto¡±, se?ala uno de estos sitios web, aunque no aporta documentos cient¨ªficos que lo demuestren.?
No¨¦mie Vanheuverzwijn, portavoz del Ministerio de Salud y Servicios Sociales de Quebec, dice a este diario que padres y madres pueden solicitar que les sea entregada la placenta en los hospitales, pero deben comprometerse por escrito a seguir una serie de medidas para reducir los riesgos sanitarios. Por ejemplo, usar guantes impermeables y asegurarse de que el ¨®rgano no entre en contacto con personas que no utilicen protecci¨®n o con animales. La placenta no puede ser vendida o cedida a terceros. ¡°En Quebec, estas solicitudes son marginales. Si no son reclamadas, las placentas se tratan como el resto de residuos anat¨®micos¡±, precisa Vanheuverzwijn. Por su parte, Johanne C?t¨¦, directora ejecutiva de la Orden de Parteras de Quebec, comenta que su instituci¨®n no tiene todav¨ªa una posici¨®n oficial sobre el tema. A su vez, la Asociaci¨®n de Salud P¨²blica de Ontario ha solicitado que se divulguen los riesgos de infecci¨®n con mayor vigor entre el personal m¨¦dico y los habitantes de esta provincia.?
Los testimonios expresados en distintos medios sobre las supuestas propiedades de la placentofagia son numerosos. Sin embargo, la comunidad cient¨ªfica se inclina m¨¢s por el efecto placebo, ya que los resultados no han sido probados con rigor metodol¨®gico y a que entra?a riesgos para la salud. La Asociaci¨®n M¨¦dica Estadounidense no recomienda esta pr¨¢ctica, citando un estudio de los Centros de Control y Prevenci¨®n de Enfermedades de aquel pa¨ªs sobre contagio bacteriano. El Colegio Brit¨¢nico de Obstetras y Ginec¨®logos ha precisado que no se conocen sus beneficios. En Australia, la divisi¨®n de productos m¨¦dicos del Departamento de Salud public¨® en enero de este a?o una advertencia sobre los posibles riesgos del consumo de placenta humana.?
Otras investigaciones, llevadas a cabo por instituciones de renombre, apuntan en la misma direcci¨®n. Por ejemplo, expertos de la Universidad de Austria concluyeron que ninguna hormona o sustancia nutritiva que contiene la placenta es potencialmente beneficiosa tras la elaboraci¨®n de las c¨¢psulas. A su vez, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nevada concluy¨® que no se dieron diferencias significativas entre un grupo de mujeres que consumi¨® p¨ªldoras con placenta humana y otro m¨¢s que ingiri¨® c¨¢psulas con carne de res deshidratada. Ahora son las autoridades canadienses las que se suman a estas voces respecto a una pr¨¢ctica que no ha rebasado su car¨¢cter anecd¨®tico.
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