El humo vuelve a invadir algunos bares
Un vac¨ªo legal permite el uso de cachimbas en locales cerrados. Los m¨¦dicos y la OMS advierten de los da?os sobre la salud
El humo del tabaco que se consigui¨® erradicar de muchos lugares p¨²blicos ha vuelto a algunos bares. Se ha colado en aquellos que disponen de cachimbas, tambi¨¦n llamadas shishas o pipas de agua, porque humedecen el humo. La mayor¨ªa de quienes las usan son j¨®venes. Est¨¢n de moda, pero no est¨¢n reguladas.
Alrededor de 30 chavales fuman en shisha dentro de un bar enfrente del campus universitario de Fuenlabrada, un municipio al sur de Madrid. Beben y charlan entre humo. Para ellos fumar es compartir. Y la ley se lo permite porque lo que se quema en las pipas de agua no es tabaco, sino alternativas libres de nicotina como el shiazo, un mineral empapado en glicerina vegetal que se vende en Internet con diferentes aromas. Ese hueco legal es el que aprovechan algunos locales para colar tabaco en las cachimbas e incumplir la ley, seg¨²n avisa la Guardia Civil, que el a?o pasado realiz¨® dos operaciones en Valencia y M¨¢laga en las que constat¨® esta pr¨¢ctica. ¡°Y esto ocurre en m¨¢s locales de toda de Espa?a¡±, reconoce el sargento del instituto armado de M¨¢laga Carlos Plaja, que particip¨® en la operaci¨®n de esta provincia andaluza en la que se presentaron 124 denuncias y se realizaron 91 inspecciones en locales de ocio.
Los agentes de la Guardia Civil advierten de que los bares de shishas enmascaran el consumo de tabaco con productos arom¨¢ticos. ¡°Esconden los paquetes en taburetes y falsos techos. Y cuando se realiza la inspecci¨®n, muestran los productos de sabores libres de nicotina que la ley permite fumar¡±, comenta por tel¨¦fono Carlos Plaja.
Las comunidades aut¨®nomas controlan las sanciones por infringir la ley antitabaco. Sin embargo, la mayor¨ªa no precisa si se imponen por fumar en cachimba. La ¨²nica que ha ofrecido datos al respecto es Catalu?a. All¨ª, en lo que va de 2018, la Consejer¨ªa de Sanidad ha tramitado siete denuncias.
Una feria internacional
Sevilla acoger¨¢ en junio la feria internacional de pipas de agua. Los organizadores eligen esta ciudad porque, ¡°el mercado espa?ol es uno de los m¨¢s grandes del mundo, con una participaci¨®n significativa de pipas y tabaco¡±, seg¨²n anuncian en la web. Entre los principales expositores figuran empresas de Estados Unidos o Brasil especializadas en este tipo de tabacos para pipas de agua.
Fuentes de la Guardia Civil de Valencia, donde se desarroll¨® otra operaci¨®n, reconocen que proliferan m¨¢s locales de este tipo que agentes hay para vigilarlos. Por este motivo, la Consejer¨ªa de Sanidad de Murcia reconoce que ¡°es necesario controlar el mercado de nuevos productos relacionados con el tabaco¡±, apuntando a la cachimba.
El problema es que las pipas no se perciben como perjudiciales. El bar de Fuenlabrada ha abierto hace apenas un mes para aprovechar el tir¨®n de esta moda importada de las fiestas universitarias en Estados Unidos. ¡°Es un plan t¨ªpico: cervezas y cachimba¡±, cuenta V¨ªctor, de 21 a?os y estudiante de Relaciones Internacionales en el campus fuenlabre?o.
Falsa inocuidad
Un grupo de chavales se reta para ver qui¨¦n consigue hacer el mejor aro de humo. Intentan dejar flotando un c¨ªrculo perfecto cuando exhalan, porque el tabaco fumado en shisha genera mucho humo; nubes con las que chicos y chicas se divierten y que, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), contiene sustancias carcin¨®genas y t¨®xicas peligrosas para el sistema respiratorio y cardiovascular. El organismo recuerda que la supuesta inocuidad de las shishas es falsa se fume tabaco u otros productos en ella.
El neum¨®logo y presidente de la Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa y Cirug¨ªa Tor¨¢cica (SEPAR), Carlos Jim¨¦nez Ruiz, advierte de que los productos saborizantes y las glicerinas, que ¡°no est¨¢n controlados por Sanidad¡±, pueden provocar fibrosis. Adem¨¢s, se?ala que las sesiones de cachimba ¡°equivalen a fumar entre 25 y 50 cigarrillos¡±.
¡°Como te venden que es de fruta, pensaba que era m¨¢s sano¡±, reconoce Jules, otro universitario de 20 a?os cuando se le advierte de las consecuencias de fumar en cachimba. A los m¨¦dicos les preocupa que estas sean el pasaporte de los j¨®venes para llegar a la cajetilla de cigarrillos, porque seg¨²n Jim¨¦nez, esta moda normaliza fumar.
La Unidad de Tabaquismo de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia y Comunitaria avisa de que cada vez hay m¨¢s personas que fuman cachimba y cigarrillos. Adem¨¢s, lamenta que en Espa?a no existen datos de consumo de shisha. La ¨²ltima encuesta de consumo de drogas EDADES, que elabora el Ministerio de Sanidad, no pregunta por esa modalidad. Y aun as¨ª refleja un aumento de cinco puntos del n¨²mero de fumadores j¨®venes.
El PSOE present¨® en marzo una proposici¨®n no de ley para regular las cachimbas e incluirlas en la ley antitabaco. Fuentes del grupo socialista sostienen que la ministra Mar¨ªa Luisa Carcedo valora regularlas para echarlas de los bares. Lo mismo pide SEPAR y la OMS, que reclaman que este artilugio tenga la misma consideraci¨®n que el cigarrillo electr¨®nico. ¡°Estos no se pueden usar dentro de bares y restaurantes, porque la ley los considera un producto del tabaco. Es la misma consideraci¨®n que debe tener la cachimba, se fume con tabaco, hierbas arom¨¢ticas o glicerinas sin nicotina¡±, zanja Jim¨¦nez.
¡°La gente no quiere fumar glicerinas, quiere tabaco¡±
Carlos Plaja, sargento de la Guardia Civil que particip¨® en el operativo de M¨¢laga, asegura que ¡°la gente que acude a estos bares a fumar en cachimba no quiere consumir glicerinas u otros productos sin nicotina, quiere tabaco¡±.
El maasal, fermentado con esencias frutales, es el m¨¢s utilizado en las cachimbas de todo el mundo debido a los aromas, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). En Espa?a, la ley solo permite a bares y cafeter¨ªas vender tabaco a trav¨¦s de m¨¢quinas, algo que no ocurre en estos establecimientos, se?ala por tel¨¦fono Jes¨²s Mart¨ªn, consultor jur¨ªdico en Legaltabac, una asesor¨ªa especializada en las normas reguladoras del sector. Los paquetes de tabaco de shisha muestran, incluso, informaci¨®n falsa sobre el contenido de nicotina y alquitr¨¢n, rebajando los niveles reales, y ni siquiera figura como tabaco en el envase, seg¨²n denuncia la OMS. "Faltan m¨¦todos para validar el contenido de los productos para cachimbas", apunta la OMS en un informe. En Espa?a, el instituto armado pide que se aumente el control sobre este tipo de tabaco, ya que "en muchas ocasiones procede del contrabando". Si las autoridades demuestran que tiene un origen il¨ªcito, las sanciones a estos establecimientos suponen una multa de 2.000 euros y el cierre del local durante una semana. En M¨¢laga, la Guardia Civil inspeccion¨® 91 locales y denunci¨® 124 infracciones. Y en Valencia incaut¨® 200 paquetes de tabaco de pipa en diversos establecimientos hosteleros de la ciudad.
Sin embargo, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil de Valencia, las multas son inferiores al beneficio que les supone a los bares tener cachimbas. ¡°Es el negocio del siglo. El paquete de tabaco cuesta 3 euros y con ¨¦l se hacen tres cachimbas, que se venden a un precio que oscila entre 20 y 60 euros cada una¡±, comenta.
La OMS advierte de que "debido al bajo coste de fabricaci¨®n de los productos para shishas y a las bajas cargas fiscales que se les aplica en comparaci¨®n con los cigarrillos, las pipas son asequibles". Mar¨ªa D¨ªaz, de 20 a?os, estudiante de Comunicaci¨®n Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, reconoce que, adem¨¢s de frecuentar bares de cachimba, tiene en una en casa que usa "hasta cuando estudia".
En Estados Unidos una encuesta revel¨® que el 30,4% de los universitarios hab¨ªan usado la cachimba alguna vez, seg¨²n la OMS. Y en Reino Unido, entre el 7% y el 11%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.