Canad¨¢ abre la puerta a pagar por la gestaci¨®n subrogada
Las madres gestantes podr¨¢n contar con gastos de transporte, jur¨ªdicos, por ropa de maternidad y de pagos a aseguradoras
El marco legal de la gestaci¨®n subrogada en Canad¨¢ es citado con frecuencia en distintos pa¨ªses por un elemento espec¨ªfico: su car¨¢cter altruista. La Ley canadiense sobre la protecci¨®n asistida, vigente desde marzo de 2004, estipula que est¨¢ prohibido el pago de un salario a la madre portadora (quien debe tener 21 a?os de edad como m¨ªnimo), as¨ª como la intermediaci¨®n y la publicidad con fines de lucro. Los culpables se exponen a una pena m¨¢xima de diez a?os de prisi¨®n y una multa de 500.000 d¨®lares canadienses (unos 325.000 euros). Sin embargo, el modelo canadiense est¨¢ afrontando un cambio de envergadura.
El pasado 26 de octubre, el Ministerio de Salud de Canad¨¢ present¨® un reglamento para clarificar los gastos que las madres portadoras pueden solicitar como reembolso. Pese a que la remuneraci¨®n est¨¢ prohibida en el pa¨ªs, la ley indica que las mujeres que se ofrecen como voluntarias para esta pr¨¢ctica pueden pedir que ciertas cantidades les sean devueltas. La reglamentaci¨®n hace referencia a ¡°gastos aceptables¡±, pero no precisa bajo qu¨¦ conceptos espec¨ªficos, por lo que cada caso era distinto de acuerdo con el contrato firmado entre las partes.
El nuevo reglamento propone, entre otros puntos, que la madre portadora pueda gozar del reembolso por gastos de transporte, jur¨ªdicos, por ropa de maternidad y de pagos a aseguradoras. Asimismo, puede solicitar que le sea cubierto un monto de su salario que haya dejado de percibir por asuntos vinculados con el embarazo. Para estos efectos, debe presentar las facturas, los comprobantes de paga laboral y el informe de un m¨¦dico. La nueva reglamentaci¨®n de estos reembolsos entrar¨¢ en vigor una vez que se hagan ajustes tras un periodo de consultas p¨²blicas que concluy¨® ayer, 10 de enero.
Precisar qu¨¦ tipo de gastos pueden ser devueltos ha sido un asunto solicitado por distintos actores pol¨ªticos y sociales desde hace algunos a?os. No obstante, permitir que las madres portadoras reciban un monto econ¨®mico por llevar a cabo esta pr¨¢ctica y autorizar la compra y venta de esperma y ¨®vulos (algo que tambi¨¦n proh¨ªbe la ley), tal y como est¨¢ autorizado en otros pa¨ªses, ha generado una serie de opiniones discordantes. Justin Trudeau, primer ministro canadiense, abord¨® el tema en Ottawa en abril pasado. ¡°Es una reflexi¨®n que debemos tener como sociedad. Es un tema que sin duda generar¨¢ grandes emociones y opiniones fuertes y, como Gobierno, respetaremos, escucharemos y trataremos de encontrar la mejor manera de avanzar¡±, coment¨®.
El 29 de mayo, el diputado Anthony Housefather propuso ante el Parlamento una modificaci¨®n a la Ley canadiense sobre la protecci¨®n asistida para despenalizar estas pr¨¢cticas. Housefather pertenece a los liberales de Trudeau, aunque no tiene responsabilidades ministeriales. El d¨ªa en que sugiri¨® la modificaci¨®n, Housefather dijo en rueda de prensa que la ley en vigor se apoya en observaciones realizadas en los a?os ochenta, por lo que no refleja los cambios experimentados por la sociedad. ¡°La gente no tendr¨ªa que ir a la c¨¢rcel por pagarle a una madre portadora¡±, declar¨®. A su vez, el diputado expres¨® que no tendr¨ªa que haber problemas si una mujer decide participar en esta pr¨¢ctica con fines econ¨®micos. ¡°Deber¨ªa tener el derecho de tomar su propia decisi¨®n¡±, a?adi¨®. Asimismo, al referirse a la venta de ¨®vulos, manifest¨® que no hay que caer en el error de establecer una comparaci¨®n con ri?ones u otros ¨®rganos, dado el n¨²mero de gametos que tiene una mujer a lo largo de su vida.
Cabe destacar que la iniciativa de Housefather ha provocado distintas reacciones; incluso dentro de su partido. La diputada Carolyn Bennett manifest¨® su apoyo. Marie-Claude Bibeau, ministra de desarrollo internacional, dijo que deber¨¢ reflexionar sobre este asunto antes de tomar una decisi¨®n. Por su parte, Patty Hajdu, ministra de trabajo, sostuvo que se inquieta de los riesgos para las personas con dificultades econ¨®micas. Los diputados de otros partidos tambi¨¦n han mostrado opiniones variopintas. De acuerdo con algunos analistas, la votaci¨®n en el Parlamento va a obedecer a posiciones individuales y no a l¨ªneas partidistas, tal y como ocurre frecuentemente en este tipo de temas en Canad¨¢.
La asociaci¨®n Por los Derechos de las Mujeres de Quebec, ha hecho p¨²blico su posicionamiento sobre la iniciativa de Housefather. En un comunicado, el organismo ha manifestado que un embarazo ¡°patrocinado¡± no debe ser trivializado al hacer menci¨®n de las libertades sobre los cuerpos de las mujeres. ¡°No podemos tolerar ning¨²n discurso o pr¨¢ctica que considere a las mujeres como incubadoras dise?adas para asegurar la descendencia de los privilegiados¡±, destaca el documento. El Consejo de la Condici¨®n de la Mujer defiende una postura similar, al evocar una mercantilizaci¨®n de los cuerpos.
Isabel C?t¨¦ es profesora en la Universidad de Quebec en Outaouais y estudia el tema de la gestaci¨®n subrogada desde hace varios a?os. C?t¨¦ comenta a este diario: ¡°El debate sobre la mercantilizaci¨®n de los cuerpos de las mujeres se basa en la premisa de que las mujeres portadoras son necesariamente pobres y est¨¢n motivadas por el dinero, mientras que las parejas que recurren a este servicio buscan tener a un beb¨¦ como si se adquiriese un producto de lujo a cualquier precio. Sin embargo, la realidad tiene muchos matices¡±.
Entre otros puntos, C?t¨¦ hace referencia a un estudio llevado a cabo por K¨¦vin Lavoie, un alumno de doctorado bajo su supervisi¨®n, que analiz¨® datos y testimonios tanto de madres portadoras como de parejas o personas solteras que recurren a esta pr¨¢ctica. Lavoie detect¨® que el ingreso promedio entre todos estos actores presenta diferencias; esto se explica por la profesi¨®n ejercida y por los a?os en el mercado laboral (las mujeres portadoras son m¨¢s j¨®venes), pero no son significativas. ¡°Las investigaciones muestran tambi¨¦n que las motivaciones para ofrecer este servicio no son pecuniarias, sino que est¨¢n vinculadas con el deseo de ayudar a una pareja o persona a realizar el sue?o de tener un hijo o con el hecho de disfrutar del embarazo. Dicho esto, pese a que el dinero no sea la motivaci¨®n principal, no es un asunto oculto, ya que algunas personas lo ven como una compensaci¨®n por riesgos inherentes al embarazo¡±, cuenta C?t¨¦.
A ra¨ªz de la iniciativa de Anthony Housefather, algunas voces pol¨ªticas han expresado que con ello se lograr¨ªa una ¡°normalizaci¨®n¡± de esta pr¨¢ctica fuera de motivos altruistas, debido a que, seg¨²n ellos, ya varios canadienses recurren a ella dentro y fuera del pa¨ªs. No obstante, Estad¨ªsticas Canad¨¢ -la agencia federal que recopila datos oficiales- no cuenta con registros al respecto. Isabel C?t¨¦ comenta sobre este punto que, hasta donde est¨¢ informada, solo el estudio de K¨¦vin Lavoie ha abordado el contexto canadiense.
No existe hasta el momento una fecha estipulada para que la iniciativa de Housefather pase a votaci¨®n y, en caso de obtener el apoyo necesario en el Parlamento, sea enviada al Senado. El primer ministro Trudeau ya lo ha precisado: es un tema sensible que generar¨¢ grandes emociones. Es posible que los liberales muevan ficha en los pr¨®ximos meses para buscar que la ley se modifique. Aunque varios analistas mencionan ¨Copini¨®n que comparte C?t¨¦- que los votos de los diputados no llegar¨¢n antes de las elecciones federales programadas para el mes de octubre. Por lo tanto, habr¨¢ que esperar para saber si el altruismo dejar¨¢ de ser la ¨²nica motivaci¨®n permitida en Canad¨¢ para la gestaci¨®n subrogada.
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