¡°Estos criminales son atrayentes y convincentes. Y todo eso lo trasladan a una relaci¨®n m¨¢s estrecha¡±
El forense Miguel Lorente analiza la personalidad del agresor machista y c¨®mo puede encandilar a la gente que le rodea
Jos¨¦ Javier Salvador Calvo confes¨® en 2003 que hab¨ªa matado a su mujer. No hab¨ªa mucho m¨¢s que hablar. La abogada defensora se enfrentaba a una verdad que necesitaba mucho maquillaje para conseguir un buen resultado en el juicio. Con el tiempo, en alg¨²n momento, Rebeca Santamalia se sinti¨® atra¨ªda por este hombre, con el que mantuvo una relaci¨®n, algo que ha confirmado la Delegaci¨®n del Gobierno. ?Qu¨¦ lleva a una abogada solvente a los brazos de un asesino? ?Por qu¨¦?
Miguel Lorente es forense y experto en violencia de g¨¦nero. Fue delegado del Gobierno en esta materia en el Ministerio de Igualdad. Debido a su trabajo ha conocido a muchos criminales como este y asegura que no es dif¨ªcil encandilarse con ellos. ¡°Su primera caracter¨ªstica es el narcisismo. No son psic¨®patas, pero s¨ª psicop¨¢ticos, de emociones fr¨ªas, altivos, seguros, sin miedo, carism¨¢ticos, se les ve en la mirada a veces cuando te hablan. En algunas reuniones, cuando ellos hablan todos callan para escucharlos, aunque digan tonter¨ªas. Se tienen en alta estima, son atrayentes y convincentes. Y todo eso lo trasladan a una relaci¨®n m¨¢s estrecha¡±, dice de algunos de estos individuos.
Uno de los que ¨¦l trat¨® le dec¨ªa: ¡°Me da igual que mi mujer se vaya con otro, ya ver¨¢ usted c¨®mo vuelve¡¡±. Ha habido m¨¢s casos. Lorente recuerda uno en Colombia, de una psic¨®loga de prisiones que se qued¨® embarazada de un asesino.
Psic¨®logas, abogadas. El personal que rodea a estos delincuentes est¨¢ acostumbrado a ellos, casi aclimatado. Visto desde fuera es dif¨ªcil entender c¨®mo un onc¨®logo puede sufrir la mortalidad que le rodea, por ejemplo, pero ellos est¨¢n acostumbrados. ¡°En el caso de los abogados es parecido. Si tienen mucho contacto con gente similar quiz¨¢ les parecen menos malos, ven menos contraste¡±. Y estos embaucadores convincentes acaban conquistando.
Una persona que cree en el derecho debe creer en la reinserci¨®n, pero con el tiempo, dice Lorente, ¡°el oficio y la experiencia van asentando ciertas convicciones¡±. ¡°Es como si por el hecho de creer en la medicina has de confiar en la sanidad p¨²blica¡±, a?ade. Pero s¨ª ocurre que para defender a un criminal en las mejores condiciones es importante la asunci¨®n de su inocencia o en caso contrario, se buscan las razones externas que le impulsaron al delito. ¡°En el 99% de los casos, o m¨¢s, se recurre de inmediato al informe psicol¨®gico, algo que justifique que lo que hizo no fue algo fr¨ªo, premeditado, sino que en esos momentos la cabeza no estaba en su sitio¡±, afirma Lorente.
Ellos suelen justificarse diciendo que no quer¨ªan hacerlo, pero que las circunstancias les empujaron, ¡°que fueron las v¨ªctimas las que les pusieron al borde del abismo, en una situaci¨®n irreversible, sin remedio. Arrebatos, ofuscaci¨®n¡±. ?Cu¨¢ntas de estas cosas se cree un abogado? ?Hasta d¨®nde puede ser convincente un asesino?
Lorente no conoce el caso concreto de Santamalia y sabe que cada uno re¨²ne factores distintos a tener en cuenta. Que cada persona es un mundo. ¡°Qui¨¦n sabe por qu¨¦ momento pasaba la v¨ªctima cuando inici¨® alguna relaci¨®n con ¨¦l. Y qui¨¦n sabe qu¨¦ clase de relaci¨®n era¡±. Quiz¨¢ fue algo tan pasajero como fatal.
En todo caso, algunas amistades cercanas consultadas no sab¨ªan que se ve¨ªa con ¨¦l. Quiz¨¢ la propia v¨ªctima decidi¨® ocultarlo. La casa de Jos¨¦ Javier Salvador, donde fue hallada muerta, estaba a tres minutos de su despacho de la abogada.
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