Ocho exalumnos salesianos de Deusto denuncian a ¡°don Chemi¡± por abusos
Las v¨ªctimas acusan al entonces religioso de maltrato f¨ªsico, tocamientos y violaci¨®n
Ocho antiguos alumnos del colegio salesiano de Deusto (Bilbao) han denunciado a lo largo de esta semana ante la Ertzaintza?al exsalesiano Jos¨¦ Miguel San Mart¨ªn, conocido como don Chemi, por abusos sexuales y f¨ªsicos durante la d¨¦cada de los ochenta. Los denunciantes, de varias promociones escolares, decidieron denunciar los casos de pederastia despu¨¦s de que a comienzos de este a?o EL PA?S publicase el relato de otra supuesta v¨ªctima, Jos¨¦ Antonio P¨¦rez (que tambi¨¦n se ha unido como denunciante), donde narraba c¨®mo San Mart¨ªn abus¨® de ¨¦l entre 1978 y 1980 en las instalaciones del centro. En las denuncias se describen tocamientos, besos, violaciones y agresiones f¨ªsicas a ni?os de entre 8 y 10 a?os. En una entrevista telef¨®nica, el acusado neg¨® los hechos, aunque admiti¨® que "hubo cosas que se pod¨ªan malinterpretar". Los salesianos subrayan que nunca recibieron denuncias contra San Mart¨ªn, que abandon¨® la orden a principios de los noventa. No obstante, uno de los denunciantes asegura que su madre acudi¨® en 1988 con otros padres de abusados a contar lo sucedido al director del colegio de entonces.
Los relatos de Julio, Jaime, Jon¨¢s, Antonio, Pedro, Lucas y Bautista (nombres ficticios) son diferentes, pero todos giran en torno a un mismo sentimiento: miedo por los abusos sexuales y las palizas desmedidas de don Chemi. Seis de ellos han denunciado agresiones sexuales y dos de ellos f¨ªsicas. Nunca hablaron entre ellos de lo que pas¨® durante los cursos de EGB en los salesianos, pero los recuerdos jam¨¢s se fueron. Tras leer la noticia de P¨¦rez en EL PA?S ¡ªsupuesta v¨ªctima a la que no conoc¨ªan¡ª decidieron crear un grupo de WhatsApp y tomar alguna medida "para que la sociedad conociera que dicho relato no era un caso aislado". Sentados alrededor de una mesa, seis de ellos cuentan su historia a este diario para dar a conocer el encubrimiento de la orden, ¡°que conoci¨® y permiti¨® que don Chemi siguiera abusando de menores¡±. Seg¨²n admiten, tienen constancia de que Chemi abus¨® de m¨¢s compa?eros y conocidos. Pese a que los delitos han prescrito, tienen la esperanza de que la justicia descubra si el acusado ha continuado abusando de menores.
"Psic¨®pata. Depredador. Encantador de serpientes", son algunos de los calificativos con los que todos ellos coinciden cuando describen al supuesto abusador. Desde pu?etazos y patadas hasta tocamientos y violaciones. Para Julio, las secuelas han sido tan grandes que a¨²n contin¨²a en terapia. Como la mayor¨ªa de sus compa?eros abusados, jam¨¢s cont¨® en casa los abusos que sufri¨® tanto en el campamento de verano como en una de las aulas insonorizadas del s¨®tano del centro. "A¨²n recuerdo aquel olor. Tanto el de la sala como el de su perfume dulz¨®n. A veces, cuando voy por la calle, me viene ese hedor a la memoria y, de manera involuntaria, comienzo a vomitar", relata Julio visiblemente afectado. Las noches de insomnio se acumulan y el paso de denunciar, admite, le ha costado mucho. "Tengo momentos de euforia y de depresi¨®n. ?Sabes lo que significa no conocer la felicidad plena? La Iglesia dice que el perd¨®n es importante, hasta lo eleva a sacramento. La instituci¨®n deber¨ªa ver esto [los abusos] como algo pastoral y pedir perd¨®n como ejemplo", subraya mientras sostiene una taza de caf¨¦.
Antonio confiesa que, en su caso, los abusos no le han afectado. No obstante, al escuchar a sus compa?eros y al conocer que pueden existir m¨¢s v¨ªctimas, se ha unido a la iniciativa de denunciar "para que m¨¢s afectados saquen a la luz sus casos" y la justicia act¨²e. Cuenta que, cuando Chemi le agredi¨® sexualmente, se lo dijo a su familia. Su madre acudi¨® con los padres de otro ni?o abusado a la AMPA, que fue a hablar con el director para contar lo sucedido. San Mart¨ªn, que por entonces era tutor del 5? curso y orientador psicol¨®gico, abandon¨® poco despu¨¦s la orden. El director, dicen, no aconsej¨® a la familia denunciar los hechos a la polic¨ªa. La congregaci¨®n ha asegurado a EL PA?S en varias ocasiones que "nunca hab¨ªan recibido ninguna queja por abusos de este profesor" y que se limit¨® a a?adir que "abandon¨® la orden all¨¢ por los a?os noventa".
Desde entonces, San Mart¨ªn ha participado en diversos campamentos en el Pa¨ªs Vasco, en algunos como director de los mismos. Hasta este viernes por la ma?ana, la web del Grupo Aldekoa que se dedica hacer actividades de ocio, ten¨ªa colgado su curr¨ªculum, donde, adem¨¢s de mostrar sus estudios en psicolog¨ªa, a?ade que es entrenador de atletismo y director de varios coros escolares. La empresa ha subrayado a este peri¨®dico que, pese a aparecer como colaborador, nunca ha tenido ninguna relaci¨®n laboral con ellos. Poco despu¨¦s de dicha conversaci¨®n, eliminaron el perfil de San Mart¨ªn de su p¨¢gina web "hasta que el juez determine la culpabilidad o no". El exprofesor se hace llamar profesor Kermann y en Internet tambi¨¦n pueden encontrarse varios libros suyos sobre psicolog¨ªa. "Est¨¢ en esos campamentos con ni?os. Si en Deusto abusaba, ?qui¨¦n dice que no pueda haber m¨¢s v¨ªctimas? Al menos, los padres de esos ni?os necesitan saber que esta persona est¨¢ acusada de pederastia", dice Antonio.
"Eran palizas brutales"
Jaime asevera que hasta ahora, despu¨¦s de hablar con sus antiguos compa?eros de lo sucedido, no se hab¨ªa dado cuenta de las secuelas que le hab¨ªan generado "el clima de violencia" y los abusos. "Estoy envenenado de odio.?Un odio visceral. Es mencionar cualquier cosa de los salesianos o de la Iglesia en general y me enfado", dice. Jaime, junto a sus compa?eros, recuerda una an¨¦cdota en el despacho de don Chemi, cuando cierto d¨ªa les llev¨® con ¨¦l. "Nos quedamos solos y uno de nosotros cogi¨® una figurita de pl¨¢stico de un premio Oscar donde pon¨ªa: 'Premio al mejor profesor'. Empez¨® a hacer el tonto y a gritar que hab¨ªa ganado un Oscar. En ese momento entr¨® don Chemi, le solt¨® un guantazo y le parti¨® el labio. Cerr¨® la puerta con nosotros dentro y mientras le curaba la herida nos dijo: 'Esto queda entre nosotros". Estos episodios, cuentan todos, no eran aislados y se repet¨ªan continuamente.?
"Eran palizas brutales. Cada a?o eleg¨ªa a alguien y le daba una tunda delante de todos para que le tuvi¨¦ramos?miedo", asevera Julio. En su curso, dice, le toc¨® a Jon¨¢s. "Se me olvid¨® el cuaderno y nuestra profesora le mand¨® llamar. Cuando lleg¨® empez¨® a darme pu?os y al final me tir¨® a la papelera", cuenta el afectado. La supuesta agresi¨®n fue durante el curso de 1982 y 1983. Por entonces, San Mart¨ªn era jefe de estudios de educaci¨®n elemental en el centro. Todos en la mesa recuerdan mejor que el agredido la paliza.?"Intentaste escapar y te ca¨ªste?entre los pupitres. ?l fue a por ti y te empez¨® a dar patadas delante de todos", le cuenta Jaime a Jon¨¢s mientras el resto asiente con la cabeza. Jon¨¢s cuenta que su madre fue a hablar con el director, pero no pas¨® nada.
Lucas es el otro de los exalumnos que ha denunciado maltrato f¨ªsico: 54 guantazos antes de que sonase el timbre del recreo. Con el ¨²ltimo, cuenta, le tir¨® del pupitre.?"Todo el mundo hablaba bien de ¨¦l. Ten¨ªas que trag¨¢rtelo todo y crear una ulcera en el est¨®mago. Era como el personaje de Dr. Jekyll y Mr. Hyde: el profesor perfecto para las madres y para nosotros un psic¨®pata", a?ade Bautista, que describe como el exprofesor tambi¨¦n organizaba actividades con las madres por las tardes en las instalaciones del centro.?
Los denunciantes admiten que saben que los delitos han prescrito, pero conf¨ªan en que contar sus casos anime a otras v¨ªctimas de Deusto a salir y a que se investiguen "posibles casos que don Chemi haya podido cometer" y "salga a la luz el encubrimiento de la orden de los salesianos". Ir a la Ertzaintza?y recordar todo de nuevo, explican, les ha resultado duro. "Bilbao es un pueblo", dicen. Por esa raz¨®n usan nombres ficticios.?
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
"Conmigo abus¨® una veintena de veces"
Gonzalo?Elorza comenta que tambi¨¦n sufri¨® abusos durante el curso 1987-1988 por parte de Jos¨¦ Miguel San Mart¨ªn. Cuando sali¨® a la luz el primer caso de pederastia en Deusto se encontraba en el extranjero, por lo que no ha podido unirse al grupo de compa?eros que han ido a la justicia, con los que est¨¢ en contacto. "Un d¨ªa Antonio [uno de los denunciantes] vino a preguntarme si don Chemi tambi¨¦n abusaba de m¨ª. Se lo contamos a nuestras familias y fueron a hablar con el director. El abusador nos pidi¨® disculpas y se justific¨® diciendo que su madre acababa de morir", relata. Elorza explica que cuando conoci¨® las historias del resto de compa?eros entendi¨® que don Chemi hab¨ªa estado abusando de menores durante una d¨¦cada. "No fue algo espor¨¢dico. Conmigo lo hizo una veintena de veces. Es justo que la gente sepa lo que pas¨®", narra a trav¨¦s de una entrevista telef¨®nica con EL PA?S.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.