Por qu¨¦ Melanie Thompson cay¨® en la prostituci¨®n tres veces

¡ª?Conoces a mujeres que hayan vuelto a la prostituci¨®n?

¡ª?Claro! Todo el tiempo. Yo misma reca¨ª tres veces. La gente debe entender que la prostituci¨®n es terrible pero para m¨ª, v¨ªctima de trata siendo casi una ni?a, era todo lo que conoc¨ªa.

Hay varias formas de contar la vida de Melanie Thompson. Aqu¨ª, de frente, luce sonrisa brillante y u?as largas y afiladas como las de la cantante Rosal¨ªa. A sus 22 a?os es ya una oradora reconocida, alumna de un m¨¢ster en Trabajo Social en el Hunter College de la Universidad de Nueva York. Vive en su propio apartamento en Queens. Y hasta aqu¨ª su espl¨¦ndido presente.

M¨¢s informaci¨®n

¡°Nos matan por querer sacar a las chicas de la prostituci¨®n¡±

Desmantelada una red de explotaci¨®n sexual que esclavizaba a j¨®venes colombianas en Espa?a

El pasado oscuro, que le vuelve en flashbacks, incluye un secuestro con 12 a?os, cuando la prostituyeron en la calle y a trav¨¦s de webs. En su casa no la echaron mucho en falta. Thompson creci¨® en un hogar roto, con un padre que abusaba de su madre. La arrestaron, la mandaron a un reformatorio y dej¨® la calle. Por un tiempo. Su adolescencia es un viaje de ida y vuelta a la prostituci¨®n en las esquinas de Queens. Volvi¨® ¡°con 15, con 16 y con 18¡±, cuenta de corrido. Y sali¨® otra vez hace dos a?os, con 20. La superaci¨®n y el activismo la han tra¨ªdo a Madrid, donde durante dos d¨ªas ha participado con expertos y activistas de distintos pa¨ªses en las jornadas Avances y retos de futuro en la lucha contra la explotaci¨®n sexual, organizadas por la Coalici¨®n contra el Tr¨¢fico de Mujeres (CATW por sus siglas en ingl¨¦s) y la Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres.

De las 800 mujeres que atiende una asociaci¨®n al a?o solo dos dejan la calle

Melanie Thompson se sent¨® el martes por la ma?ana frente a la prensa con otras nueve mujeres venidas de distintos rincones del mundo para contar una historia que se oye poco: la de las supervivientes. No hay datos oficiales ¡ªcomo ocurre a menudo en este negocio¡ª que midan cu¨¢ntas recaen pero sirva una muestra para entender lo dif¨ªcil que es dejarlo atr¨¢s. La Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres atiende a m¨¢s de 800 personas al a?o en cinco comunidades. Apenas dos o tres dejan la prostituci¨®n. ¡°Yo las llamo hero¨ªnas¡±, dice Sara Vicente, representante de la organizaci¨®n.

¡°Cuanto m¨¢s tiempo est¨¢s en el sistema de prostituci¨®n, m¨¢s vulnerable te vuelves. Y los traficantes usan la vulnerabilidad de las mujeres¡±, cuenta Thompson. Necesit¨® ¡ªy necesita¡ª terapia psicol¨®gica. Sufri¨® una depresi¨®n con 13 a?os y pas¨® mucho tiempo medicada. Tiene estr¨¦s postraum¨¢tico y ha convivido con varias parejas violentas hasta que pudo reconstruir con terapia los l¨ªmites de lo permisible, borrados entre cliente y cliente. La joven estadounidense sali¨® gracias a la ayuda psicol¨®gica y a que pudo seguir estudiando. Apoyo y trabajo. Pero no solo.

¡°Hace 12 a?os que sal¨ª de la prostituci¨®n... f¨ªsicamente¡±. La que habla es la rumana Amelia Tiganus, probablemente la voz m¨¢s firme de las supervivientes que se escucha en Espa?a. Activista feminista de 34 a?os, fue explotada en prost¨ªbulos espa?oles durante cinco a?os. Ahora trabaja en Feminicidio.net, un proyecto social que lleva las cuentas que todav¨ªa no ha asumido el Estado: las mujeres asesinadas fuera de la pareja o exparejas. Tiganus habla de pesadillas, de recuerdos que no se borran: ¡°Algo de m¨ª se qued¨® ah¨ª, tengo que aprender a vivir con ello¡±, lamenta. ¡°Necesitamos una sociedad que nos abrace, que nos crea, que nos mire a la cara. Si nosotras hemos sobrevivido a la tortura, ten¨¦is que convertiros en c¨®mplices de la sanaci¨®n¡±.

Una exprostituta: ¡°Cuanto m¨¢s tiempo est¨¢s m¨¢s vulnerable te vuelves¡±

En Espa?a la prostituci¨®n es alegal. El Gobierno del PSOE, que se define como un Ejecutivo abolicionista, prepara una ley de trata de la que no han trascendido muchos detalles, aunque una propuesta del partido contempla medidas abolicionistas.

El gran modelo abolicionista es el de Suecia, que penaliza al cliente de prostituci¨®n. Seg¨²n sus propias estimaciones, han conseguido erradicar la prostituci¨®n callejera. Tambi¨¦n vigilan la reinserci¨®n de las mujeres. ¡°El Gobierno de Suecia trabaja estrechamente con las ONG para asegurar que las v¨ªctimas de la trata y la prostituci¨®n tengan una acogida segura al salir de la prostituci¨®n¡±, explica por escrito Per Anders Sunesson, embajador de temas de trata y prostituci¨®n del Ejecutivo sueco, que ha participado estos d¨ªas en las jornadas de Madrid. Tienen coordinadores en todas las regiones que colaboran con polic¨ªas, fiscal¨ªa y asuntos sociales para ¡°proteger y ayudar a las v¨ªctimas¡±.

¡°Necesitamos una sociedad que nos abrace¡±, dice una activista

¡°En Suecia los equipos y la ley funcionan porque hay voluntad pol¨ªtica¡±, considera Sara Vicente. Ella defiende que lo primordial de Suecia, de lo que Espa?a est¨¢ a¨²n muy lejos, es el cambio de percepci¨®n social: el cliente comete un delito. ¡°Debemos cambiar el discurso. Hay organizaciones que intentan convencer a las mujeres de que lo mejor que les puede pasar es que las violen cinco o 10 hombres al d¨ªa, que las que tienen que transformarse son ellas. Mientras no entiendan que prostituci¨®n y trata van de la mano, no ser¨¢ suficiente¡±.

Hay muchas formas de contar la vida de Melanie Thompson, que vuelve ya a su piso en Queens. Tiene un mont¨®n de planes de futuro. Acabar el m¨¢ster, montar una ONG para ayudar a otras v¨ªctimas. Marido, casa bonita, ni?os. ¡°Quiz¨¢ un coche...¡±. Se para y piensa. ¡°No, en Nueva York es imposible tener un coche¡±. Se r¨ªe.