El fundador de la escuela del Atl¨¦tico admite haber abusado de un ni?o
Una v¨ªctima acusa al marianista Manuel Bri?as de haberle agredido sexualmente en un colegio de Madrid durante tres a?os
El fraile marianista ?ngel Manuel Bri?as, quien fue uno de los responsables de la cantera del Atl¨¦tico de Madrid durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, ha admitido a EL PA?S haber abusado sexualmente de un menor de edad cuando era fraile marianista en un colegio de Madrid. Los hechos, seg¨²n la v¨ªctima, ocurrieron entre 1973 y 1975, cuando Bri?as era el responsable deportivo y de scouts del Colegio Marianista Hermanos Amor¨®s, del barrio de Carabanchel. El centro educativo y el club han mantenido hist¨®ricamente una estrecha relaci¨®n por la que muchos futbolistas de las categor¨ªas inferiores del Atl¨¦tico estudiaban all¨ª.
Bri?as tiene hoy 88 a?os, sigue vinculado a la orden y vive en una de sus residencias. ¡°Fueron cosas que sucedieron entonces, un poco raras... Francamente, nunca me lo expliqu¨¦¡±, contest¨® ayer Bri?as al preguntarle sobre la denuncia que ha hecho llegar a este diario Miguel M. H., de 59 a?os. ¡°Fue un accidente, reci¨¦n muerta la mujer con la que me iba a casar y nada m¨¢s. Solo fue una vez o dos. Gracias que enseguida cort¨¦¡±, afirm¨®.
La versi¨®n de Bri?as, una figura venerada por su larga trayectoria y ¨¦xitos al frente de la escuela deportiva del Atl¨¦tico, minimiza los abusos infligidos a la v¨ªctima. Una versi¨®n que contrasta con el detallado testimonio que Miguel M. H. ha ofrecido a este diario durante los dos ¨²ltimos meses.
La v¨ªctima asegura que Bri?as le ¡°tocaba en la oscuridad de la tienda de campa?a, abri¨¦ndose camino entre otros compa?eros y el saco de dormir¡±. ¡°Aunque estuvi¨¦semos varios, siempre iba a por m¨ª. La primera vez me qued¨¦ paralizado, incr¨¦dulo, sin entender lo que pasaba. Luego mi af¨¢n era buscar la posici¨®n m¨¢s alejada para dormir¡±. Los abusos consistieron en caricias por las zonas ¨ªntimas, masturbaciones y ¡°una vez, solo una vez que yo recuerde, una felaci¨®n¡±. ¡°Nunca intent¨® besarme ni abrazarme... Parec¨ªa que su fuente de placer estaba en mi cuerpo, no en el suyo¡±.
Miguel M. H. ha confirmado que otros compa?eros estaban al tanto de lo que ocurr¨ªa. ¡°Lo habl¨¦ con uno pasados m¨¢s de 30 a?os y me lo confes¨®. Pero entonces nunca dijimos nada. No est¨¢bamos entrenados para hablar de estas cosas¡±, afirma sin poder disipar la sospecha de ¡°lo que pod¨ªan saber otros docentes¡±.
¡°Los abusos se prolongaron durante tres a?os. Nunca se lo coment¨¦ a mis padres, muy temerosos de Dios¡±, relata la v¨ªctima. Esta recuerda que la presi¨®n de Bri?as cej¨® cuando empez¨® a encararse a ¨¦l. Una vez fue ¡°en una casa de ejercicios espirituales que los marianistas ten¨ªan en el pantano de Buend¨ªa¡±, entre las provincias de Guadalajara y Cuenca. ¡°Le di a oscuras un manotazo y recul¨® en silencio¡±, recuerda. Otra vez fue en las lagunas de Ruidera. ¡°Me qued¨¦ dormido y aprovech¨® para dejar a los dem¨¢s en la orilla y alejarse conmigo en el asiento trasero. Me despert¨¦ y al darme cuenta de lo que ocurr¨ªa le dije que diera la vuelta. Fue una orden tajante y a la vez suplicante, pero surti¨® efecto¡±, rememora.
Pedir perd¨®n
La v¨ªctima llam¨® a Bri?as hace aproximadamente un a?o ¡°para tratar de entender qu¨¦ le llev¨® a hacer lo que hizo¡±. En esta conversaci¨®n, Bri?as explic¨® que ¡°se meti¨® a fraile porque hab¨ªa muerto su novia, con la que se iba a casar, y que esto le llev¨® a hacer una locura¡±. ¡°?l lo vincula todo como si hubiera pasado en muy poco tiempo: la muerte de su novia, hacerse marianista y los abusos. Pero la verdad es que ya llevaba varios a?os de fraile cuando empez¨® a abusar de m¨ª y pasaron otros tres hasta que no dej¨® de agredirme¡±, explica la v¨ªctima.
En esa conversaci¨®n, la v¨ªctima ofreci¨® su perd¨®n a Bri?as. ¡°Es importante que todos los abusos salgan a la luz, que se tome conciencia de lo que ha ocurrido durante d¨¦cadas. Pero para m¨ª tambi¨¦n es importante perdonar, por ¨¦l y por m¨ª¡±, defiende.
Bri?as asegura que siempre tuvo presente lo que hab¨ªa hecho. ¡°Ha sido una espina que siempre he llevado clavada en el alma¡±, explica. ¡°Me qued¨¦ bastante m¨¢s tranquilo¡±, a?ade en referencia al perd¨®n recibido. Preguntado por qu¨¦ no tom¨® ¨¦l antes la iniciativa, la respuesta de Bri?as es: ¡°Lo hice entonces, en el mismo momento que sucedi¨®. Le ped¨ª perd¨®n y le dije que nunca se fiase de los adultos¡±, asegura, en una versi¨®n desmentida por Miguel M. H.
La direcci¨®n del Colegio Marianista Hermanos Amor¨®s mostr¨® ayer su ¡°absoluta sorpresa y estupor¡± ante estos hechos. ¡°No hemos tenido ninguna denuncia previa. Nuestra actitud es de total beligerancia contra los abusos y comunicar¨ªamos cualquier caso a la Fiscal¨ªa¡±, asegur¨® ayer la direcci¨®n del centro educativo.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.