¡°Todos los que creemos en Jes¨²s buscamos que se haga justicia¡±
Varios cat¨®licos espa?oles entrevistados por EL PA?S opinan que la gran mayor¨ªa de la Iglesia quiere que los casos de abusos salgan a la luz y se investiguen


Las noticias de los casos de abusos de pederastia que est¨¢n saliendo a la luz no solo han golpeado a la jerarqu¨ªa eclesial espa?ola, sino tambi¨¦n a la mayor¨ªa de los creyentes que conforman la Iglesia cat¨®lica. Sacerdotes, seglares, j¨®venes y ancianos. Todos concuerdan que la Iglesia es mucho m¨¢s que el peque?o porcentaje de abusadores (un 4% seg¨²n el ¨²nico estudio de pederastia en Espa?a, de 1997). Aunque, por un lado, creen que los medios deber¨ªan publicar m¨¢s historias sobre los creyentes que dan su vida por los m¨¢s pobres ¨Crealidad que, seg¨²n opinan, es el aut¨¦ntico reflejo de la comunidad cristiana¨C, tambi¨¦n consideran necesario la investigaci¨®n period¨ªstica sobre este tema. Las v¨ªctimas, gran parte de ellas cat¨®licas, admiten sentirse dolidos cuando la Iglesia, en ocasiones, "ve como un ataque" que denuncien lo sucedido ante la opini¨®n p¨²blica.?
Es el caso de Esther Cantero, profesora de filosof¨ªa de 58 a?os. Cada episodio de abusos que sale a la luz le rompe el coraz¨®n. Le afecta mucho la actuaci¨®n de los responsables que encubrieron los casos en el pasado y los que reniegan de que el caso espa?ol sea irrelevante. Desde joven, ha compaginado su carrera docente con actividades relacionadas con el voluntariado a menores, siempre, dice, "con la verdad y el amor con el que predic¨® Jes¨²s". No duda en subrayar que lo esencial es que se conozca la verdad y que "esta gente [los abusadores y encubridores]" sea expulsada de la Iglesia."Est¨¢n golpeando el cuerpo de Cristo. No hay excusa, es preferible ser una Iglesia peque?a que una Iglesia infectada", explica.
Jorge Salgado, estudiante de Polic¨ªa de 28 a?os, es cristiano practicante y pertenece a un grupo j¨®venes cat¨®licos del movimiento Camino Neocatecumenal. Como el resto de creyentes entrevistados, insiste en destacar que la Iglesia no solo est¨¢ compuesta por cl¨¦rigos, sino tambi¨¦n por una gran base de personas que se sienten preocupadas por la imagen negativa "que mucha gente tiene" del cristianismo por la pederastia. "Los sacerdotes y religiosos no son dioses. Son humanos y los que han abusado han cometido un delito que no se puede silenciar. Tienen que ser juzgados", explica el joven. Aunque est¨¢ convencido de que una investigaci¨®n del pasado no beneficiar¨¢ la concepci¨®n social de la Iglesia, cree que es la ¨²nica v¨ªa para reparar a las v¨ªctimas y que la sociedad vea que la mayor¨ªa de los cristianos est¨¢n de lado de los afectados.
"La primera carta heur¨ªstica del seguidor de Jes¨²s es la humildad. Y humildad es andar en verdad. Y si hay que andar en verdad, a las cosas hay que llamarlas por su nombre. Si hemos pecado hay que decir: ¡®soy pecador, lo hecho mal¡¯, y reconocerlo con todas las consecuencias que traiga eso", confes¨® hace unos meses el obispo em¨¦rito de Palencia Nicol¨¢s Castellanos a EL PA?S. Hoy en Bolivia, Castellanos contin¨²a luchando a sus 84 a?os para que los ni?os bolivianos puedan ir a la escuela. Su postura sobre los abusadores es r¨ªgida: "deben ser juzgados y las v¨ªctimas recompensadas". Sobre la realidad de Iglesia, Castellanos dice que hay que tener una mirada global. "Hay miles de casos, pero tambi¨¦n hay una gran cantidad de religiosas an¨®nimas de las que nadie habla y que est¨¢n en el altiplano luchando para abrir un comedor. Existe la Iglesia pecadora, pero tambi¨¦n existe esa otra Iglesia que est¨¢ dando un testimonio de solidaridad con los m¨¢s pobres", advierte.
Gema Izquierdo, locutora de una radio cristiana local de 53 a?os, se siente profundamente decepcionada por el discurso de la c¨²pula eclesial espa?ola. No se siente representada. "La Iglesia somos todos y la gran mayor¨ªa de las personas que la conforman est¨¢n en contra de los abusos y est¨¢n dando la vida por los dem¨¢s. Los que creemos en Jes¨²s nos sentimos enga?ados", cuenta. Pese a que cada noticia de pederastia que lee en los peri¨®dicos le sienta como un jarro de agua fr¨ªa, apoya firmemente que los medios busquen "la verdad" de lo que pas¨®."A veces, cuando escucho a los jefes de la Iglesia espa?ola?hablar sobre esto, dudo de mi Fe. Tienen que seguir las palabras del papa Francisco y el ejemplo de Cristo. Todos los que somos creyentes buscamos que se haga justicia", asevera.
Nacho L¨®pez, sacerdote cacere?o de 52 a?os , decidi¨® con 29 irse a Nicaragua para llevar la palabra de Dios a Latinoam¨¦rica. Para ¨¦l, predicar no era suficiente. Subido a una mula, recorri¨® las zonas selv¨¢ticas nicarag¨¹enses construyendo escuelas y luchando para que decenas de personas tuvieran acceso a medicamentos y comida. Ahora vive en Espa?a y las noticias de pederastia le hacen pensar que la mayor¨ªa de los obispos espa?oles no han sabido gestionar el problema. "Deber¨ªan haber creado una comisi¨®n en lugar de intentar minimizar el problema. Es un hecho doloroso, pero hay que afrontarlo", opina. Sobre si los medios est¨¢n ensa?¨¢ndose injustamente contra todos los sacerdotes, el misionero recuerda el argumento de la pel¨ªcula Spotlight. "Lo que est¨¢ haciendo la prensa es lo que deber¨ªa haber hecho la Iglesia hace tiempo. Y esa labor es loable", subraya.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
Sobre la firma
