¡°Nuestros padres no han hecho suficiente y tenemos que aprender de sus errores¡±

Los adolescentes cantan al ritmo de Hey Mickey, la canci¨®n popularizada por la pel¨ªcula Triunfos Robados, pero hay algo distinto. No van de animadoras ni le declaran su amor a Mickey. Los centenares de j¨®venes congregados este viernes a las afueras del Capitolio, Washington, modificaron la letra para reclamar por leyes que garanticen un aire m¨¢s limpio y un el uso de energ¨ªas renovables. Se trata de una de las 400 manifestaciones convocadas por Huelga Clim¨¢tica Juvenil, un movimiento liderado por tres estudiantes de entre 12 y 16 a?os. "La generaci¨®n de nuestros padres no ha hecho suficiente para combatir el cambio clim¨¢tico y tenemos que aprender de sus errores. Hay que actuar ya", urge Elise Haverland, de 16 a?os y una de las organizadoras de la manifestaci¨®n.

La fuerte presencia juvenil no se nota solo en los rostros de los asistentes, si no tambi¨¦n en el cuidado trabajo de sus pancartas. Unos mundos perfectos pintados con t¨¦mpera azul y verde con encabezados como: "No hay plan(et) B", "Yo creo en la ciencia, no en los pol¨ªticos" o "El mundo est¨¢ cambiando, ?por qu¨¦ nosotros no?". Gregoria Murphy e Isabella Passos, ambas de 16 a?os, viajaron desde Virginia para participar de la primera huelga estudiantil de EE UU por el cambio clim¨¢tico. Asistieron solo a la primera hora de clase, donde todos sus compa?eros vest¨ªan camisetas verdes, y luego cogieron un bus hasta la capital. Sostienen que este tema les empez¨® a preocupar desde que tomaron la clase de Ciencia en el colegio. "Tambi¨¦n han influido todas las medidas antiambientalistas que ha tomado Trump desde que lleg¨® a la Administraci¨®n", remarca Passos. Por destacar algunas mencionan la salida del Acuerdo de Par¨ªs y la propuesta de congelar los objetivos contra el cambio clim¨¢tico.

A pasos de donde se toman las decisiones sobre el futuro de EE UU, el discurso de los j¨®venes estuvo cargado de pol¨ªtica. La masa adolescente celebraba con aplausos cada vez que alguien tomaba el micr¨®fono para apoyar el Green New Deal, la propuesta medioambiental hasta 2030 para frenar las emisiones contaminantes presentada por la congresista dem¨®crata Alexandria Ocasio-Cortez y el senador por Massachusetts Edward J. Markey. Una de las visitas estelares a la protesta fue la congresista Ilhan Omar, quien tambi¨¦n apel¨® por apoyar el plan de su compa?era de partido. "Estoy aqu¨ª porque no podemos permitir que la actual Administraci¨®n priorice los intereses de las empresas antes que nuestra salud", dijo la legisladora.

La huelga estudiantil fue organizada por Alexandria Villasenor y Haven Coleman, e Isra Hirsi, activista de 16 a?os e hija de la congresista Omar. Despu¨¦s de que hablara su madre, ella tom¨® la palabra. Zapatillas Vans, su mu?eca decorada con gomas de colores y los pantalones hasta la cintura. Sus amigas la animaban como si fuera una estrella. Pertenece al Green Club de su colegio en Minesota. "Somos los j¨®venes los que tendremos que lidiar con el cambio clim¨¢tico el resto de nuestras vidas, por eso tenemos que ser nosotros los que actuemos", afirm¨®. Y remarc¨® que las principales v¨ªctimas de lo que est¨¢ pasando son las comunidades de color y de escasos recursos. "Tenemos que pelear por ellos. Por los que no pueden estar aqu¨ª hoy", concluy¨®.

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Huelga del 15 de marzo contra el cambio clim¨¢tico: las manifestaciones en directo

Recorrido de las manifestaciones del 15 de marzo

El impulso de los estudiantes viene arrastrado por el caso Juliana contra Estados Unidos de Am¨¦rica. Se trata de la demanda interpuesta por 21 j¨®venes contra el Gobierno de EE UU por no protegerlos de los da?os que supone el uso de los combustibles f¨®siles, a pesar de que conoc¨ªan las catastr¨®ficas consecuencias. Un hito legislativo en la historia norteamericana. En junio se celebrar¨¢ una vista para que las partes puedan exponer sus alegaciones tras una seguidilla de retrasos provocados por la Administraci¨®n de Donald Trump.

En 1988, en una comparecencia con aires prof¨¦ticos, el cient¨ªfico James Hansen alert¨® ante el Congreso de EE UU de que un aumento en las emisiones de di¨®xido de carbono podr¨ªa cambiar el clima del planeta hasta un punto sin retorno. La Administraci¨®n de entonces no tom¨® las medidas necesarias para frenar el da?o. Tres d¨¦cadas m¨¢s tarde, los 50 Estados del pa¨ªs presentan temperaturas m¨¢s altas, los huracanes y las tormentas son m¨¢s intensos, numerosas especies est¨¢n en peligro de extinci¨®n y el hielo mar¨ªtimo se derrite. Sophie Kivlehan, la nieta de Hansen, espera que esta vez la acci¨®n gubernamental sea significativa. La lucha heredada ha llevado a Kivlehan a formar parte de los estudiantes (entre 11 y 19 a?os) que demandan al Gobierno.

Juliana contra los Estados Unidos de Am¨¦rica (por el apellido de una de las j¨®venes) "no es una demanda ordinaria", reconoci¨® un a?o atr¨¢s la jueza Ann Aiken de la Corte de Oregon cuando rechaz¨® una moci¨®n de la Administraci¨®n de Trump para desestimar el requerimiento. Julia Olson, la abogada que representa a los demandantes, trabaja en la construcci¨®n del caso desde hace ocho a?os. Quiere probar que desde hace medio siglo todos los presidentes que han pasado por la Casa Blanca han sido advertidos sobre las consecuencias catastr¨®ficas que puede generar la quema de combustibles f¨®siles en el clima. Cuenta con 36.000 p¨¢ginas de evidencia. En 2015 la veintena de j¨®venes llev¨® la causa a los tribunales, alegando ¡ªa trav¨¦s de experiencias personales¡ª que el Gobierno contribuye al cambio clim¨¢tico, poniendo en peligro su futuro y violando sus derechos constitucionales a la vida, la libertad y la propiedad.

Lo que en un comienzo fue visto como una causa sin sustento ha logrado robustecerse con el tiempo, sorteando en el Supremo las dos mociones interpuestas para desestimarla. En las audiencias judiciales sostenidas hasta ahora, el Departamento de Justicia ha descrito la demanda como err¨®nea, inconstitucional y sin precedentes. Lo ¨²nico que se sabe por el momento es que en el ¨²ltimo punto llevan raz¨®n. Esta es la batalla legal contra el cambio clim¨¢tico m¨¢s importante de la historia de EE UU. La Administraci¨®n alega que la pol¨ªtica energ¨¦tica es responsabilidad legal del Congreso y de la Casa Blanca, no solo de un juez en Oregon. Y aunque ahora reconocen la existencia del cambio clim¨¢tico, sostienen que ¡°es un problema global complicado¡± que no fue causado y no puede ser resuelto solo por el Gobierno de EE UU.

La abogada Olson no responsabiliza a Washington de todo. Solo del 25% del di¨®xido de carbono atmosf¨¦rico, el cual se ha acumulado, seg¨²n explica en una reciente entrevista en el programa 60 Minutes, debido a las decisiones que han tomado para subsidiar el sistema de energ¨ªa basado en combustibles f¨®siles. ¡°Ahora somos el mayor productor de petr¨®leo y gas en el mundo debido a las decisiones que ha tomado nuestro Gobierno federal¡±, acusa. Uno de los pilares de su alegato es que se han utilizado terrenos p¨²blicos para la extracci¨®n de este tipo de combustibles. ¡°El Gobierno debe gestionar esos recursos como fideicomisario para los ciudadanos presentes y las generaciones futuras. Si se prueba que el Gobierno con sus acciones ha alterado sustancialmente la atm¨®sfera y el sistema clim¨¢tico, habr¨ªa violado ese fideicomiso p¨²blico que debe a los ciudadanos¡±, explic¨® a EL PA?S Mary Wood, profesora de la Universidad de Oreg¨®n y reputada experta en derecho medioambiental.