La vida de un ni?o de 11 a?os tras el asesinato de su madre por su padre
Joshua Alonso, hijo de una v¨ªctima de violencia machista, denuncia el abandono institucional que sufre su hermano menor
Igor ten¨ªa 9 a?os cuando su padre asesin¨® a su madre, Ses¨¦ Mateo. El cr¨ªo qued¨® hu¨¦rfano y sin casa. El hogar en el que hab¨ªa vivido hasta entonces qued¨® calcinado despu¨¦s de que el agresor lo hiciese estallar consigo y con la v¨ªctima dentro, hace ahora dos a?os. Su hermano mayor, Joshua Alonso, de 26 a?os, tiene la tutela del menor. "Por ¨¦l hago lo que sea. Me estoy matando a trabajar, me he prometido que nunca jam¨¢s le faltar¨¢ nada", explica.
Lo hace pocas horas antes de presentar el libro No cami?o do vento el pasado s¨¢bado en Madrid: una publicaci¨®n autoeditada que recoge los poemas que su madre escribi¨® en vida, desde mediados de 1982 hasta pocas semanas antes de ser asesinada, en febrero de 2017. "El fuego lo engull¨® casi todo, pero este cuaderno se salv¨®". Un cuaderno donde, ya en los a?os noventa, Ses¨¦ dedic¨® un poema a su abuela Herminia, una mujer que describe como "eternamente de luto": "Mi bisabuela -explica Joshua- fue una mujer maltratada tambi¨¦n por su marido alcoh¨®lico". Una genealog¨ªa familiar pero tambi¨¦n colectiva: "F¨ªjate que ya apuntaba algo muy importante. El poema dice: 'Tu delito fue la pobreza'. Porque es as¨ª, cuando no tienes dinero es mucho m¨¢s dif¨ªcil poder salir de la violencia", a?ade el hijo de Ses¨¦.
Joshua habla tambi¨¦n del ciclo de violencia institucional que comienza cuando acaban los minutos de silencio por el asesinato de una mujer -988 v¨ªctimas mortales desde que comenz¨® el recuento oficial en 2003-. "Cuando la casa ardi¨®, no ten¨ªamos donde vivir. A los pocos meses, todos los vecinos [de Chapela, Pontevedra, donde se produjo el crimen machista] se volcaron e hicieron una colecta de dinero para que pudi¨¦semos reconstruir nuestro hogar. La ayuda econ¨®mica que le han dado a Igor al considerarle v¨ªctima de un delito violento ha llegado hace nada. ?Dos a?os despu¨¦s! Y con eso ni siquiera podr¨ªamos haber pagado toda la reconstrucci¨®n", se?ala. "Ya no hablo por m¨ª, que soy mayor de edad y que, adem¨¢s, por suerte, tengo una pareja que me apoya en todo, sino por mi hermano y por todos los hu¨¦rfanos cuyas madres han sido asesinadas".
A la pobreza material se suma la falta de recursos: "Solo con mi sueldo y el de mi pareja no podr¨ªamos pagar la atenci¨®n psicol¨®gica que Igor necesita. Si est¨¢ yendo al psic¨®logo cada semana es porque tenemos una beca Soledad Cazorla de la Fundaci¨®n Mujeres", denuncia Joshua. "Ya no te hablo siquiera de haber tenido que batallar contra un papeleo que desconoces y al que te cuesta enfrentarte cuando acaban de asesinar a tu madre, o de c¨®mo cuando vas a recoger a tu hermano al colegio ves que los medios est¨¢n esperando en la puerta. Hablo de un abandono brutal que no contempla que un ni?o peque?o necesite atenci¨®n psicol¨®gica o refuerzo escolar".
En lo que va de a?o, seg¨²n el recuento actualizado tras el asesinato este lunes en Loeches de una mujer con dos hijos, hay 11 menores hu¨¦rfanos, v¨ªctimas tambi¨¦n de la violencia machista. Joshua Alonso ha rechazado que alguna editorial publique el libro porque quiere destinar los beneficios ¨ªntegramente a la Fundaci¨®n Mujeres y a las becas Soledad Cazorla para ni?os como Igor. Ni siquiera ha aceptado quedarse con un porcentaje de lo recaudado para sufragar los gastos que requiere estar a cargo de un menor: "Creo que ser¨ªa contaminar la idea del libro. Trabajo como inform¨¢tico y tanto mi pareja como yo haremos lo que haga falta. Mi madre me regal¨® una vez un libro y en ¨¦l me escribi¨® una dedicatoria que dec¨ªa: 'Este libro no te cambiar¨¢ la vida, pero te unir¨¢ m¨¢s a m¨ª'. As¨ª que publicar algo tan ¨ªntimo de ella solo pod¨ªa servir para que la gente est¨¦ m¨¢s cerca de ella y conozca a la verdadera Ses¨¦ Mateo. Para eso y para ayudar a otros hijos sin madres".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.