El calvario de una ni?a violada que intentaba abortar en Argentina
La pesadilla de una menor de 11 a?os y los m¨¦dicos que le practicaron la c¨¦sarea revela la fuerza de los poderes conservadores
Crucifijos, estampitas de la virgen de la Merced, del papa Francisco y carteles con el mensaje "Salvemos las dos vidas" ¡ªla de la madre y la del feto¡ª decoran hospitales, escuelas, taxis, farmacias y otros negocios de San Miguel de Tucum¨¢n, en el norte de Argentina. En un hospital a las afueras de esta capital provincial, el pasado 29 de enero ingres¨® una ni?a de once a?os embarazada de 21 semanas. Se la conoce como Luc¨ªa para proteger su identidad. Cont¨® que su abuelastro la hab¨ªa violado y expres¨® un deseo tajante: "Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo". La ley la amparaba, pero el Gobierno tucumano tard¨® cuatro semanas en ordenar la interrupci¨®n de su embarazo y solo actu¨® cuando recibi¨® un oficio judicial. Ya era demasiado tarde: los m¨¦dicos dijeron que exist¨ªa riesgo para su vida y le practicaron una ces¨¢rea.?La beb¨¦, concebida por su violador, de 65 a?os, pesaba 660 gramos al nacer. La llamaron Faustina. Muri¨® a los 10 d¨ªas.
La intervenci¨®n quir¨²rgica se realiz¨® en la noche del 26 de febrero, mientras medio centenar de personas protestaba a las puertas del Hospital del Este Eva Per¨®n. El arzobispo de Tucum¨¢n, Carlos S¨¢nchez, hab¨ªa instado horas antes a los fieles a custodiar la vida de la ni?a (cuyo nombre real revel¨®, en violaci¨®n de la ley) y "del beb¨¦ por nacer". Cuando muri¨®, los m¨¦dicos que la operaron fueron denunciados por homicidio.
"Faustina luch¨® por su vida durante 10 d¨ªas. Una ni?ita de 21 cent¨ªmetros, de 660 gramos, muri¨® desnuda y solita en una incubadora y queremos que su muerte no sea en vano. Por eso nos hemos reunido un grupo de m¨¦dicos y abogados para ver qu¨¦ podemos hacer", asegura Mara Mockevich, una de las letradas querellantes. "No estamos hablando de aborto sino de homicidio, porque penalmente el aborto es la muerte del feto y esta ni?a naci¨® viva. Debido a la extrema prematurez a la que fue obligada a nacer es que muri¨®", subraya. Niega tambi¨¦n que la vida de Luc¨ªa estuviese en peligro.
Sin educaci¨®n contra el abuso sexual
Tan solo el 21% de los alumnos de colegios privados de Tucum¨¢n y el 32% de los p¨²blicos han recibido informaci¨®n en clase sobre c¨®mo evitar el abuso sexual, seg¨²n los resultados de la evaluaci¨®n oficial Aprender. Los m¨¦todos de prevenci¨®n del embarazo y las enfermedades de transmisi¨®n sexual son los conocimientos menos ense?ados en las escuelas, de acuerdo con las respuestas de los alumnos.
En la "Marcha por la Vida" celebrada el pasado s¨¢bado en San Miguel de Tucum¨¢n, la columna de abogados levantaba carteles de "Justicia por Faustina". La concentraci¨®n reuni¨® a miles de personas ataviadas con pa?uelos celestes, el color que identifica a los detractores del aborto en Argentina. Im¨¢genes religiosas y leyendas a favor de las dos vidas se mezclaron con proclamas contra la ley de educaci¨®n sexual integral y el misoprostol, el medicamento usado para los abortos farmacol¨®gicos.
El matrimonio de tocoginec¨®logos Jos¨¦ Gijena y Cecilia Ousset, que practicaron la ces¨¢rea, conf¨ªan en que la acusaci¨®n no prospere. En una carta abierta, argumentaron haber actuado "a pedido de las autoridades" en cumplimiento de "las normas legales vigentes".
Desde 1921, en Argentina el aborto es un delito penado con c¨¢rcel excepto en casos de violaci¨®n y riesgo para la salud de la madre. En 2012, el fallo F.A.L. de la Corte Suprema ratific¨® la despenalizaci¨®n para toda v¨ªctima de abuso sexual. Pero el derecho de esas mujeres a una interrupci¨®n legal del embarazo no est¨¢ garantizado en el norte del pa¨ªs. Con el tiempo en contra, muchas se ven superadas por los obst¨¢culos y terminan por desistir. Tucum¨¢n, una de las provincias m¨¢s conservadoras, no tiene protocolo propio de aborto no punible ni sigue el nacional. Es la ¨²nica que tampoco se ha adherido a la ley nacional de Salud Sexual y Procreaci¨®n Responsable de 2002, que contempla la distribuci¨®n gratuita de anticonceptivos en hospitales.
En Tucum¨¢n solo dos hospitales p¨²blicos realizan abortos no punibles y casi todos los m¨¦dicos que trabajan en ellos son objetores de conciencia. En el caso de Luc¨ªa, la fiscal¨ªa de Homicidios emiti¨® un oficio en el que advert¨ªa que interrumpir el embarazo pod¨ªa suponer la comisi¨®n de un delito. Por miedo a las consecuencias legales, los dos ¨²nicos m¨¦dicos no objetores del hospital se negaron a realizar la intervenci¨®n. Las autoridades llamaron entonces a Gijena. Acept¨® para "terminar con la tortura" a la que estaba siendo sometida la ni?a, en sus propias palabras. Cuando la pareja de m¨¦dicos lleg¨® al hospital encontr¨® a Luc¨ªa aferrada a la mano de su madre y jugando con mu?ecas.?
Amenazas a los m¨¦dicos
Poco antes de entrar al quir¨®fano, el ginec¨®logo hab¨ªa recibido en su consultorio una amenaza telef¨®nica, seg¨²n la reconstrucci¨®n de esa noche que realiz¨® Sebasti¨¢n ?ngel Zazzali en la revista Tucum¨¢n Zeta. "Va a pagar caro lo que est¨¢ por hacer", augur¨® una voz an¨®nima. Se ha cumplido. Los dos profesionales han sido blanco de amenazas e insultos y han tenido que cambiar de escuela a sus hijos despu¨¦s de que la instituci¨®n se negase a matricular a uno de ellos. Consideran que la denuncia por homicidio, in¨¦dita en Argentina para una interrupci¨®n legal de embarazo, pretende amedrentar a la comunidad m¨¦dica "para que nadie m¨¢s se atreva a hacerlo".
En las calles se ven pintadas a favor del derecho de la mujer a decidir y el aborto legal tambi¨¦n se reivindica en carteles colgados en la Universidad Nacional de Tucum¨¢n, pero en la pol¨ªtica el rechazo es un¨¢nime. El pasado agosto, 39 de los 43 legisladores votaron a favor de declarar a Tucum¨¢n "provincia provida". Hace una semana, el vest¨ªbulo de la legislatura provincial fue ocupado por organizaciones antiabortistas que mostraban v¨ªdeos de la vida intrauterina y fetos a tama?o natural. Tampoco se avecinan cambios despu¨¦s de las elecciones de este 2019: los candidatos a gobernador del peronismo y de Cambiemos se oponen a cambiar la ley.
El caso de Luc¨ªa, reflejado en medios de todo el mundo, ha mostrado la resistencia al aborto no punible en Tucum¨¢n. Fue necesario presentar un amicus curiae (tercero ajeno en un litigio que ofrece su opini¨®n para colaborar en la resoluci¨®n) ante la justicia y una petici¨®n formal ante la Administraci¨®n para que las autoridades provinciales cumpliesen la voluntad de la ni?a y de su madre, explica Flor Vallino, abogada de Andhes, una de las organizaciones que las apoyaron.
La mayor¨ªa de tucumanas desconoce sus derechos sexuales y reproductivos, advierte Soledad Deza, de Cat¨®licas por el derecho a decidir y Mujeres x Mujeres, dos de las ONG que han denunciado a la c¨²pula del Ministerio de Salud "por incumplimiento de deberes de funcionario p¨²blico" en el caso Luc¨ªa. Las embarazadas que no pueden alegar un motivo legal buscan ayuda fuera del sistema de salud, a trav¨¦s de abortos clandestinos en los que se juegan la vida. Si sufren complicaciones van con miedo a urgencias. "Los m¨¦dicos pueden culparte y meterte en cana (en la c¨¢rcel) como a esa chica Bel¨¦n", responde una joven a la salida de un hospital. Hace referencia a una mujer de 27 a?os que en 2014 fue condenada a ocho a?os de c¨¢rcel por un aborto. Cumpli¨® dos, hasta que un tribunal superior la absolvi¨® en medio de multitudinarias movilizaciones de apoyo.
El Senado argentino rechaz¨® el pasado agosto el proyecto para legalizar la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, pero el resultado adverso no ha disuadido al pujante movimiento feminista del pa¨ªs. Sus referentes presionan para que pronto sea ley y la lucha se visibiliza en las calles de Buenos Aires con pa?uelos verdes anudados a mochilas, carteras y mu?ecas. Pero en esta ciudad, situada unos 1.100 kil¨®metros al noroeste, se ha ensanchado la grieta. Los v¨ªnculos entre el poder pol¨ªtico, eclesi¨¢stico y judicial parecen hoy m¨¢s estrechos que hace siete meses. En noviembre, 29 de los 43 legisladores presentaron un proyecto para prohibir la interrupci¨®n del embarazo incluso en casos de violaci¨®n, en clara contradicci¨®n con la legislaci¨®n vigente. "El fallo F.A.L. no es vinculante para las provincias", dice convencido Salvador Mar¨ªa del Carril. Este abogado, patrocinador de la denuncia por homicidio, luce en su traje un pin albiceleste con forma de feto y se muestra a favor de que cada aborto no punible tenga que ser autorizado por un juez, no como ahora, que basta con una declaraci¨®n jurada de la embarazada.
"Los grupos provida tienen informaci¨®n desde dentro de los hospitales antes que nadie", comentan muchos de los entrevistados. En la vigilia frente al hospital, los manifestantes hicieron todo lo posible por frenar la operaci¨®n autorizada. No lo lograron, pero volver¨¢n a intentarlo. "En el norte no hay una ¨²nica Luc¨ªa, hay muchas", lamenta Deza.
"El m¨¦dico me dijo que si Dios me lo mand¨® as¨ª, ten¨ªa que recibirlo"
A diferencia de Luc¨ªa, la mayor¨ªa de casos est¨¢n invisibilizados. Karina cierra sus ojos negros y rompe en llanto al recordar el infierno que atraves¨® hace un a?o. Esta tucumana de 29 a?os lleg¨® al hospital del Este desfigurada por los golpes que le hab¨ªa propinado su pareja en la cara y el est¨®mago, pero la m¨¦dica, cuando escuch¨® que quer¨ªa abortar, la palp¨® y le dijo que volviera a su casa porque no estaba embarazada. Desesperada, intent¨® ahorcarse. Sus padres la salvaron y d¨ªas despu¨¦s la animaron a visitar el tren sanitario argentino, dependiente del Gobierno nacional, que recorre las provincias para dar asistencia m¨¦dica. Uno de los profesionales la deriv¨® a una psic¨®loga y a una abogada que la gui¨® para que se garantizase su derecho.
En 2016, Nelly ten¨ªa 34 a?os y ya era madre de un ni?o cuando se enter¨® de que el segundo hijo que esperaba sufr¨ªa anencefalia, una grave malformaci¨®n cerebral. En la maternidad la derivaron a una psic¨®loga que le habl¨® de su derecho a interrumpir el embarazo, pero su obstetra se opuso. "Me dec¨ªa que si Dios me lo mand¨® as¨ª, ten¨ªa que recibirlo as¨ª, pero yo no quer¨ªa porque sab¨ªa que no iba a vivir", recuerda esta tucumana en la sede de Mujeres x Mujeres, la ONG que intervino para ayudarla. "Tambi¨¦n me dijo que me iba a explotar el ¨²tero si abortaba. Pero eso no pas¨® y un a?o despu¨¦s tuve otro hijo", dice aliviada.
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