Ante el dolor de los dem¨¢s

Ver lo que la esclerosis m¨²ltiple le ha hecho a Maria Jos¨¦ Carrasco encoge el alma. Aquella mujer joven y plet¨®rica que aparece en las fotograf¨ªas de los a?os ochenta cuando se conoci¨® con su marido, ?ngel Hern¨¢ndez, aparece ahora disminuida, encogida en su cama, convertida en un ser doliente que apenas puede hablar, casi no ve y ha de recibir ayuda para todas sus necesidades. En el v¨ªdeo que hemos visto no deja ninguna duda: quiere morir, pero no quiere que su marido, que la ha cuidado durante 30 a?os, vaya a la c¨¢rcel por ayudarla. Ya casi no puede deglutir y teme que en unos d¨ªas ni siquiera pueda ingerir el pentobarbital s¨®dico que encarg¨® por Internet y que guardan para cuando llegue el momento propicio.

El momento propicio ya nunca llegar¨¢. Su esperanza estaba puesta en la proposici¨®n de ley presentada por el PSOE de despenalizaci¨®n de la eutanasia y la ayuda al suicidio que se tramitaba en el Congreso de los Diputados. Pero al acabar abruptamente la legislatura, la iniciativa ha deca¨ªdo y con ella su esperanza de una muerte sin mayor pena que la de tener que dimitir de la vida, que ya es mucha. Hace tiempo que la regulaci¨®n de la eutanasia en determinados supuestos cuenta, seg¨²n todas las encuestas, con un amplio y sostenido apoyo social. Pero ninguna fuerza pol¨ªtica se hab¨ªa atrevido hasta ahora no se hab¨ªa formado ninguna mayor¨ªa parlamentaria que se atreviera a abordar el asunto. El miedo al efecto electoral que pudiera tener el ruido de una minor¨ªa fanatizada pod¨ªa m¨¢s que la racionalidad pol¨ªtica y la compasi¨®n ante el dolor de los dem¨¢s. Esta ha sido la vez que m¨¢s cerca hemos estado de un cambio legislativo, siguiendo la experiencia de pa¨ªses como Holanda o B¨¦lgica, en los que la eutanasia se aplica desde hace a?os sin problemas.

En 2008, el ministro socialista Bernat Soria hizo un amago de abrir el debate y tuvo que recular a toda velocidad. Esta vez, el texto ten¨ªa posibilidades de salir adelante pues contaba con mayor¨ªa suficiente en la c¨¢mara. Pero el filibusterismo del PP y de Ciudadanos ha impedido que llegara a votarse por la v¨ªa espuria de alargar una y otra vez los plazos para presentar enmiendas aprovechando su mayor¨ªa de bloqueo en la Mesa del Congreso. El PP siempre ha estado en contra de regular la eutanasia. Pero Ciudadanos ha jugado a la ambig¨¹edad m¨¢s descarnada. Parec¨ªa que iba a apoyar la ley, pero la bloqueaba. El argumento de que antes deb¨ªa aprobarse la ley de cuidados paliativos que hab¨ªa presentado solo era una cortina de humo. A la hora de la verdad, una vez m¨¢s, se ha alineado con el PP.