¡°Mi t¨ªo me confes¨® que le angustiaba acabar como un vegetal¡±
El familiar del enfermero franc¨¦s en estado vegetativo cree que su experiencia profesional le marc¨®
La ¨²ltima vez que Fran?ois Lambert vio a su t¨ªo, Vincent, fue hace cerca de un mes. Sus visitas son cada vez menos frecuentes.
"Es perturbador verle cuando no lo conoces. Reacciona: abre los ojos y a veces puede girar la cabeza. Pero son reacciones reflejas", explica. "Si se le pone m¨²sica que le gusta, tendr¨¢ tendencia a pegar la oreja en la almohada para no escucharla, porque le duele el o¨ªdo. Si hay un martillo que suena en la calle, har¨¢ el mismo gesto. A veces tiene los ojos abiertos y ronca. Si se aproxima la mano r¨¢pidamente a sus ojos no hace nada, no hay reacci¨®n, pero si se sopla en sus ojos se secan y los abre y los cierra para humedecerlos".
Fran?ois Lambert pertenece al c¨ªrculo muy reducido de personas con derecho a acceder a la habitaci¨®n cerrada del hospital universitario de Reims donde se encuentra Vincent Lambert, en estado vegetativo como resultado de un accidente de tr¨¢fico que sufri¨® en 2008. Fran?ois, abogado de 38 a?os, es partidario de desconectarlo, lo que en este caso supondr¨ªa dejar de alimentarlo e hidratarlo y, al mismo tiempo, administrarle un sedante profundo.
El caso lleva seis a?os en los tribunales. Y ha dividido a la familia Lambert. Los padres, una hermana y un hermanastro de Vincent Lambert quieren mantenerle en vida. Su esposa, Rachel, que es su tutora legal, Fran?ois y cinco hermanos y hermanas defienden abandonar el tratamiento. El argumento es que mantenerlo con vida supondr¨ªa lo que se denomina una "obstinaci¨®n irrazonable" o un "encarnizamiento terap¨¦utico". Tambi¨¦n sostienen que, antes del accidente, Vincent Lambert hab¨ªa expresado su voluntad de no vivir en una situaci¨®n como la actual.
"Vicent era enfermero, enfermero psiqui¨¢trico es verdad, pero hab¨ªa hecho cursos en [departamentos de] reanimaci¨®n, y hablaba poco a los pacientes porque pensaba que no estaban presentes. Para ¨¦l pr¨¢cticamente estaban muertos. Le hab¨ªa dicho a Rachel: 'Si un d¨ªa yo estuviese en este estado, preferir¨ªa que me pinchasen", recuerda Fran?ois Lambert. "A m¨ª me dijo: 'Mi angustia es acabar como un vegetal".
La fractura de la familia Lambert tiene un componente religioso, explica Fran?ois, que se?ala que los padres y otros parientes de Vincent que batallan por mantenerle con vida son cercanos a la Fraternidad de San P¨ªo X, un movimiento cat¨®lico tradicionalista. Fran?ois evoca su afinidad juvenil con Vicent: dos esp¨ªritus independientes. Y explica que decidi¨® iniciar su carrera de abogado a ra¨ªz del accidente.
El sobrino de Vincent Lambert es cr¨ªtico con el poder que la ley actual da a los m¨¦dicos, que finalmente tienen la ¨²ltima palabra sobre la vida o la muerte. El martes, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechaz¨® un recurso de los padres de Lambert para impedir que los m¨¦dicos abandonasen el tratamiento que mantiene vivo a su hijo. El tribunal avalaba as¨ª una decisi¨®n previa del Consejo de Estado franc¨¦s. Aunque est¨¦ pendiente de resolverse otro recurso ante el Comit¨¦ de la ONU para los derechos de las personas discapacitadas, la decisi¨®n no significa que los m¨¦dicos vayan a dejar morir a Vincent.
?El deseo de Fran?ois Lambert tras la decisi¨®n de Estrasburgo? "Que Vincent pueda partir", responde. Pero es esc¨¦ptico. "Ahora nada se opone al cese de los tratamientos. Es probable que el m¨¦dico quiera cesarlos pero tambi¨¦n es muy probable que su jerarqu¨ªa le diga que no", dice en otro momento. "Nosotros podemos constatar que no hay raz¨®n para proseguir con la obstinaci¨®n irrazonable, pero no podemos hace nada".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.