La justicia obliga a la Xunta a elevar el grado de discapacidad de un chico con una enfermedad rara
El juez reprocha que no se le den m¨¢s puntos pese al "tremendo esfuerzo" que hace para obtener su brillante expediente acad¨¦mico con tan precaria visi¨®n
La batalla judicial de la familia de Fran Amor, un muchacho de la localidad gallega de Oleiros (A Coru?a) que al igual que su madre padece una enfermedad rara llamada aniridia binocular cong¨¦nita que le dificulta enormemente la visi¨®n, se ha saldado con una victoria, aunque parcial. Los padres del joven, que a sus 18 a?os reci¨¦n cumplidos apenas conserva un 24% de borrosa visi¨®n y sufre fotofobia, cataratas y glaucoma, presentaron una demanda contra la Xunta reclamando que se aumentara su grado de discapacidad del 70% al 76%. Entre sus argumentos esgrim¨ªan que en 1991 se le concedi¨® a su madre un 81% con el mismo nivel de desarrollo de esta patolog¨ªa degenerativa e incurable. El juzgado de lo social n¨²mero 2 de A Coru?a ha dictaminado que la Conseller¨ªa de Pol¨ªtica Social debe elevar el porcentaje hasta el 75%.
"Estamos totalmente satisfechos porque esta sentencia nos abre la puerta a m¨¢s becas y ayudas", afirma Sandra Llopis, madre de Fran, quien anuncia que la familia no recurrir¨¢ el fallo pero s¨ª reclamar¨¢ da?os y perjuicios. La resoluci¨®n da por buena la cifra del 64% que establecieron los equipos de la Xunta evaluando solo cuestiones m¨¦dicas, es decir, las deficiencias derivadas de la enfermedad. Pero le suma 11 puntos m¨¢s por factores sociales, frente a los seis que concedi¨® la Administraci¨®n auton¨®mica. ¡°No cabe acudir por comparaci¨®n a la situaci¨®n de la madre¡±, rechaza, sin embargo, el fallo, ¡°dado que su grado de discapacidad se le reconoci¨® en un procedimiento y con una normativa anterior¡±.
El juez Javier L¨®pez Cotelo es especialmente duro con la baja calificaci¨®n que los equipos de la Xunta le dieron al muchacho por las circunstancias socioecon¨®micas que afronta cada d¨ªa. Los t¨¦cnicos no le otorgaron, por ejemplo, ni un solo punto por la ¡°dificultad de acceso a recursos educativos¡±. ¡°Resulta llamativo que no se haya concedido punto alguno a Francisco por este factor¡±, apunta el juez, quien ve ¡°claramente acreditado el tremendo esfuerzo¡± que el joven ha de hacer para cursar sus estudios. El titular del juzgado de lo social n¨²mero 2 de A Coru?a destaca que los ¡°brillantes resultados acad¨¦micos¡± del chico, que est¨¢ en segundo de Bachillerato y sue?a con estudiar Psicolog¨ªa Cl¨ªnica en la Universidad, ¡°solo pueden ser posibles a consecuencia de su admirable esfuerzo personal y su encomiable voluntad de superaci¨®n¡±.
El fallo argumenta que la complicada situaci¨®n econ¨®mica de la familia impide que el chico pueda acceder a recursos educativos que le facilitar¨ªan mucho su lucha diaria pero que no puede adquirir por su elevado precio. Cita, entre otros, unos prism¨¢ticos especiales ¡°que le permitan realizar una lectura m¨¢s c¨®moda e incluso m¨¢s r¨¢pida, dentro de lo que cabe¡±; instrumentos auxiliares que perfeccionen la iluminaci¨®n, el contraste y la postura de trabajo; y herramientas inform¨¢ticas que facilitan el uso de los ordenadores a estudiantes con baja visi¨®n.
¡°Hay que favorecer la integraci¨®n [de Francisco] con todos los medios de los que se disponga, y no reconociendo puntuaci¨®n alguna por este factor social no parece que se est¨¦ haciendo¡±, le dice el juez a la Xunta. ¡°Que por este motivo Francisco no deje de seguir estudiando dada la supina dificultad que le supone hacerlo en sus circunstancias¡±, demanda L¨®pez Cotelo. La madre de Fran asegura que el nuevo grado de discapacidad de su hijo le permitir¨¢ acceder a ayudas para adquirir esos aparatos, adem¨¢s de optar a un complemento de la pensi¨®n no contributiva y de tener derecho a la matr¨ªcula universitaria gratuita.
El juez no acepta, sin embargo, el reproche de la familia de Fran a la Xunta por no recoger ¡°debidamente¡± el diagn¨®stico de la aniridia en los dict¨¢menes de valoraci¨®n. Seg¨²n el fallo, el equipo t¨¦cnico de la Administraci¨®n auton¨®mica ¡°siempre reconoci¨®, desde el primer momento, que la patolog¨ªa o enfermedad que ten¨ªa Francisco era la aniridia completa, y as¨ª se desprende de todos los dict¨¢menes t¨¦cnicos facultativos y de los dict¨¢menes m¨¦dicos que obran en el expediente¡±.
La sentencia admite que el documento en el que se establece el grado de discapacidad contiene unos cuadros de cobertura obligatoria para los equipos de valoraci¨®n en los que ¡°no est¨¢n codificadas todas las posibles enfermedades y patolog¨ªas existentes¡±. Pero a?ade que la relaci¨®n de c¨®digos que se olvida de la aniridia ¡°viene dada a nivel nacional¡± y su ausencia ¡°no es imputable¡± a la Xunta, adem¨¢s de tener solo ¡°efectos estad¨ªsticos¡±. "Nos ponemos a disposici¨®n de la Federaci¨®n Estatal de Enfermedades Raras (Feder) para, con esta sentencia, continuar la lucha a nivel estatal para que estos c¨®digos incluyan y visualicen estas dolencias", se?ala la madre del joven.
Los servicios jur¨ªdicos del Gobierno gallego est¨¢n estudiando si presentan recurso contra la sentencia, aunque un portavoz de la Conseller¨ªa ha defendido este viernes que el juzgado ¡°refrenda en lo esencial la valoraci¨®n de los equipos de la Xunta: la valoraci¨®n [actual] de la parte m¨¦dica y las valoraciones anteriores¡±. El Gobierno gallego tambi¨¦n sostiene en un comunicado, en contra de lo defendido por la familia, que el aumento del grado de discapacidad ordenado por el fallo judicial ¡°no implica ninguna diferencia a la hora de acceder a ayudas y prestaciones¡±.
Por decisi¨®n del juez, Fran Amor podr¨¢, ¡°si lo desea¡±, obtener una copia de la sentencia original ¡°con el tama?o de la letra que le facilite su lectura por s¨ª mismo¡±.
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