Las mujeres con un m¨¢ster o un doctorado son las que m¨¢s tardan en denunciar violencia de g¨¦nero
Un nuevo estudio refleja que no existe un perfil definido de v¨ªctima aunque hay factores que contribuyen a crear un patr¨®n, entre ellos la edad, la independencia econ¨®mica o los hijos
Sof¨ªa no es un nombre real, pero la mujer y las cicatrices sobre su piel y su memoria s¨ª lo son. ¡°Vaya si lo son¡±, dice por tel¨¦fono. ¡°A veces me miro al espejo y es como si yo no fuese yo¡±, se lamenta. Esa persona que refleja el espejo tiene 32 a?os, se manifiesta con los mofletes rayados a lo guerrera los 8 de marzo y los 25 de noviembre, termin¨® un m¨¢ster relacionado con Ciencias Pol¨ªticas justo despu¨¦s de graduarse en esa misma disciplina, tuvo una beca Erasmus, tantos amigos que siempre le cost¨® compaginar los distintos grupos y una familia que era, y es, su ¡°muro de carga¡±. Y dio igual. A Sof¨ªa, su novio, ahora ya exnovio, la someti¨®, la maltrat¨® y la humill¨® durante siete de los nueve a?os que pas¨® con ¨¦l: ¡°Nadie se lo cre¨ªa. Ni siquiera yo¡±. Y apostilla: ¡°Tenemos estereotipos hasta para las v¨ªctimas, y no sirven¡±.
Sof¨ªa lleva raz¨®n. Seg¨²n las conclusiones de un estudio encargado por la Delegaci¨®n del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero sobre el tiempo que tardan las mujeres v¨ªctimas en verbalizar la situaci¨®n, son las que tienen estudios universitarios de tercer ciclo (m¨¢ster, doctorado o posgrado) las que, de media, necesitan m¨¢s tiempo (12 a?os y tres meses), seguidas de las que tienen estudios primarios (10 a?os y nueve meses) y las que no saben leer y escribir, que tardan una media de ocho ¡ªhay una peque?a parte de mujeres que tarda 15 a?os y 6 meses y que no se ha podido catalogar dentro del tramo de estudios porque no respondi¨® a esta pregunta¡ª. Este es, seg¨²n expertas y psic¨®logas, un dato que choca con la imagen que reconocen que socialmente se puede tener de una v¨ªctima.
¡°Y no existe un perfil¡±, apunta Ana G¨®mez Plaza (Madrid, 1955), psic¨®loga en un Centro de la Mujer de Castilla La-Mancha y voluntaria en la Fundaci¨®n Igual a Igual, que ha realizado el trabajo con una muestra de 1.200 v¨ªctimas entrevistadas. Con esa cifra, lo que tarda de media una mujer en denunciar?son?ocho a?os y ocho meses. Por tramos de edad, las que tardan menos son las que tienen entre 18 y 25 a?os (dos a?os y 10 meses) y las que m¨¢s, las mayores de 65 a?os (26 a?os y tres meses).
Las razones por las que no se denuncia
"El dato seg¨²n el nivel de estudios demuestra que hay que estar alerta en cualquier ¨¢mbito y contra cualquier violencia, ya sea f¨ªsica, psicol¨®gica, sexual o ambiental. En el caso de los estudios superiores, puede explicarse por una mezcla de factores, entre ellos la verg¨¹enza", arguye G¨®mez. Esa fue la raz¨®n que dieron el 28% de las encuestadas. Pero la principal fue el miedo al agresor, que arguy¨® la mitad; seguida de la creencia de que pod¨ªan resolverlo solas (un 45%); y el no reconocimiento como v¨ªctima (36%).
Este ¨²ltimo factor fue el que mantuvo a Ana Bella Est¨¦vez (Sevilla, 1972), la presidenta de la Fundaci¨®n Ana Bella para v¨ªctimas de esta violencia, 11 a?os junto a su maltratador. "Yo fui v¨ªctima en un mundo en el que hab¨ªa poder, lujo y dinero. El estigma en esos ¨¢mbitos es doble, porque no se espera, porque se tiene miedo a perder el prestigio. Ah¨ª hay mucha violencia invisible", asegura. "Ve¨ªa en la tele los asesinatos machistas y me preguntaba qu¨¦ hab¨ªa sucedido para llegar hasta ah¨ª, y resulta que yo a m¨ª misma no me reconoc¨ªa como v¨ªctima".
Habla de indefensi¨®n aprendida y del "robo" del instinto para reaccionar: "Te crees que te pega porque te quiere y si deja de hacerlo, lo ves como si hubiese dejado de hacerte caso. Es un amor tremendamente mal entendido. No es amor". En ese contexto, asegura, quienes te rodean son clave. Natividad Hern¨¢ndez, psic¨®loga de la Comisi¨®n para la Investigaci¨®n de Malos Tratos, una ONG que agrupa a profesionales del ¨¢mbito de la violencia de g¨¦nero, explica que mientras el agresor lo que intenta es mantener oculto el maltrato al entorno, "es el entorno el que suele abrir los ojos de las v¨ªctimas, porque una vez que est¨¢s dentro, se normaliza y se es incapaz de tomar una decisi¨®n para alejarse".
Los motivos para romper el silencio
Seg¨²n el documento, una de cada cuatro mujeres encuestadas pidi¨® ayuda o denunci¨® por el apoyo de una persona de su entorno; el 30% lo hizo porque sus hijos "se estaban dando cuenta de la situaci¨®n de violencia"; el 41% "por las caracter¨ªsticas de la ¨²ltima agresi¨®n"; y el 54% porque se encontraba tan mal psicol¨®gicamente que ten¨ªa que salir de esa situaci¨®n. Para llegar a ese punto, seg¨²n Natividad Hern¨¢ndez, primero han tenido que "aclarar la confusi¨®n de sentimientos". "No saben qu¨¦ sienten, si es amor o miedo o dependencia... Una vez que aclaran eso, pueden dar el paso de romper y pueden sobreponerse a todos los miedos m¨¢s all¨¢ del agresor".
Entre ellos, el temor a la reacci¨®n de la familia, que seg¨²n el estudio tiene un 16% de las v¨ªctimas, al procedimiento judicial (19%) o a la reacci¨®n de los hijos (11%). La descendencia, explica la psic¨®loga coordinadora del estudio Ana G¨®mez, es uno de los factores que retrasan la denuncia ¡ªla media de aquellas que tienen tres o m¨¢s hijos es de 12 a?os y dos meses frente a los tres a?os y cinco meses de quienes no tienen¡ª, como tambi¨¦n la situaci¨®n legal respecto al agresor ¡ªlas casadas necesitan 12 a?os y un mes, mientras que las parejas de hecho o las solteras tardan seis a?os y un mes y seis a?os y nueve meses, respectivamente¡ª.
¡°En cualquiera de los casos es mucho tiempo", alude G¨®mez. "La violencia de g¨¦nero es un proceso de deterioro tremendo¡±, cuenta. Para ella, es obvio que es un problema social hist¨®rico, "no individual", y lo novedoso es su visibilizaci¨®n. "Llevamos siglos arrastrando esto, menos de 50 a?os vi¨¦ndola asomar de forma p¨²blica y 15 a?os con la Ley de Violencia de G¨¦nero. El reconocimiento por parte de los Gobiernos y las instituciones es vital, conocer y reconocer el problema para dar una soluci¨®n y darla desde el Estado". ?Y cu¨¢l es esa soluci¨®n? "Est¨¢ claro que la educaci¨®n formal por s¨ª sola no lo es. Hace falta formaci¨®n reglada en este ¨¢mbito, educaci¨®n en valores y sensibilizaci¨®n", concluye. "Mucha sensibilizaci¨®n".
El autocuidado como clave
La psic¨®loga experta en violencia de g¨¦nero Marisol Rojas habla de c¨®mo las mujeres han sido educadas para atender, proteger y cuidar de los dem¨¢s antes que de s¨ª mismas. "Por eso, si ese rol maternal tambi¨¦n se ejerce en la relaci¨®n, un amor que deber¨ªa ser condicional se convierte en incondicional y las v¨ªctimas de esta violencia pasan a preocuparse de sus propios agresores".
La soluci¨®n, asegura, pasa por el autocuidado: "Que desde la infancia se eduque para que ni?os y ni?as tengan autoestima y se protejan. Ambos, ellos para desarrollar la empat¨ªa y ellas para no centrarse siempre en los dem¨¢s. Que tengan claro que la principal persona a la que una debe cuidar es a una misma".
Adem¨¢s, matiza, la respuesta social e institucional es importante: "Una Ley de Violencia de G¨¦nero como la nuestra, en la que muchos otros pa¨ªses se han mirado y se miran, es necesaria y clave porque visibiliza esta violencia como espec¨ªfica, y las medidas que se requieren para luchar contra ella tambi¨¦n son espec¨ªficas. La protecci¨®n y el reconocimiento del Estado para con las v¨ªctimas es la raz¨®n de que Espa?a avance en materia de violencia de g¨¦nero".
Algo de lo que est¨¢n convencidas desde la Delegaci¨®n del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero. Rebeca Palomo, la delegada, explica que las campa?as de concienciaci¨®n por parte de las instituciones tienen como objetivo "concienciar, detectar, y animar a las v¨ªctimas para que rompan con el ciclo de la violencia, y verbalicen su situacion". Y a?ade que es importante tambi¨¦n la concienciaci¨®n en los entornos profesionales, laborales o familiares: "Para que identifiquen la situaci¨®n de violencia y apoyen a la victima y puedan animarla a dar ese primer paso".
Palomo recuerda recursos como el 016, un tel¨¦fono en el que, de manera an¨®nima, cualquier v¨ªctima o familiar puede obtener informaci¨®n, asesoramiento y apoyo. "Es solo una llamada, pero puede ser determinante para esas mujeres que se sienten atrapadas y no son capaces, por s¨ª mismas, de ver la salida".
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