Las iglesias evang¨¦licas se movilizan contra la ley trans en Uruguay
Un sector del Partido Nacional promueve un refer¨¦ndum para anular la norma aprobada en octubre, que otorga beneficios a un colectivo de unas 1.000 personas
El pr¨®ximo 4 de agosto los uruguayos ir¨¢n a las urnas para decidir si quieren un refer¨¦ndum que derogue la Ley para Personas Trans aprobada en el parlamento el pasado mes de octubre. Una normativa que reconoci¨® derechos y concedi¨® algunos beneficios a un colectivo de unas 1.000 personas que est¨¢ entre los m¨¢s discriminados del pa¨ªs. Si un 25% del padr¨®n electoral, unas 650.000 personas, vota a favor, se llevar¨¢ a cabo la consulta. Esta nueva campa?a se produce despu¨¦s del largo y tenso debate que llev¨® a la aprobaci¨®n de la ley.
La iniciativa parte de un sector del Partido Nacional (PN, derecha) que incluye al exlegislador Carlos Iafigliola, conocido por ser un militante antiaborto, y por el diputado ?lvaro Dastungue, miembro de lo que se conoce como la ¡°bancada evang¨¦lica¡± del PN y de la iglesia pentecostal Misi¨®n y Vida. Juntos reunieron m¨¢s de 69.000 firmas para lanzar el proceso de refer¨¦ndum.
El argumento de los detractores es que ley establece una ¡°visi¨®n ideol¨®gica de la sexualidad¡±. Consideran, en cambio, que "se asigna un sexo al nacer como si fuera una cuesti¨®n convencional cuando todos sabemos que es una cuesti¨®n de biolog¨ªa de naturaleza humana¡±. Por otro lado, critican las medidas de discriminaci¨®n positiva como injustas para el resto de las poblaciones vulnerables del pa¨ªs.
Tambi¨¦n denuncian que, supuestamente, se vaya a permitir que los adolescentes reciban tratamientos hormonales sin el consentimiento de los padres, algo que est¨¢ sujeto a controversia. La ley incluye el concepto de ¡°autonom¨ªa progresiva¡± de los adolescentes a la hora de decidir sobre su sexo, lo cual, potencialmente, podr¨ªa permitir que recibieran tratamientos hormonales. Pero la normativa no aborda la cuesti¨®n de forma directa porque, en la pr¨¢ctica, seg¨²n sus redactores, esos casos son extremadamente raros.
Los principales dirigentes del Partido Nacional, como su candidato a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo mes de octubre, Luis Lacalle Pou, o la Iglesia Cat¨®lica, se han desmarcado de la consulta y no movilizar¨¢n a sus seguidores para que vayan a votar el domingo 4 de agosto. Esto, a pesar de que expresaron importantes reservas sobre la ley, especialmente en lo relativo al acceso de los adolescentes a los tratamientos de hormonas. La mayor¨ªa de los pron¨®sticos apuntan a un fracaso del prerefer¨¦ndum, pero con cautelas, ya que las iglesias neopentecostales que florecen por todo el pa¨ªs han demostrado tener una capacidad de convocatoria tan importante como dif¨ªcil de medir con los instrumentos de la pol¨ªtica tradicional.
La implementaci¨®n de la ley avanza con peque?as medidas, como la apertura de puestos de trabajo suplentes en la compa?¨ªa estatal de aguas (OSE) o la entrega de las siete primeras indemnizaciones (de unos 350 d¨®lares mensuales) a miembros del colectivo trans que sufrieron persecuci¨®n y c¨¢rcel injustificada durante la dictadura (1973-1985).
Con una esperanza de vida que ronda los 35 a?os, cuando la media nacional es de 77, los cerca de 1.000 trans (travestis, transexuales y transg¨¦nero) que est¨¢n censados en Uruguay registran los mayores indicadores de marginalidad en t¨¦rminos de salud, educaci¨®n y empleo. El 25% abandon¨® su domicilio antes de los 18 a?os despu¨¦s de ser rechazado por su familia, el 87% no termin¨® estudios secundarios y sufri¨® discriminaci¨®n en el ¨¢mbito educativo y el 67% tuvo que prostituirse para generar un ingreso, seg¨²n cifras de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la Rep¨²blica.?Adem¨¢s, durante la dictadura, los trans sufrieron torturas, violencia sexual y c¨¢rcel injustificada.
Una de las representantes del colectivo trans, Delfina Mart¨ªnez, de la asociaci¨®n MIZANGAS, asegura que el refer¨¦ndum no tendr¨¢ mayor seguimiento dentro de la sociedad uruguaya, y lo plantea como un pulso con las iglesias evang¨¦licas que est¨¢n aumentando su presencia en todo el pa¨ªs. Por su parte, Carlos Iafigliola se ha negado a debatir en los medios de comunicaci¨®n con integrantes de los colectivos trans despu¨¦s de que estos lo denunciaran ante la justicia por reunir firmas con argumentos enga?osos e incitar al odio.
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