El brote de ¨¦bola de Congo cumple un a?o fuera de control en la ciudad de Goma
Dos nuevos casos en la gran urbe disparan el temor a que salte fronteras una epidemia que se ha cobrado ya 1.800 vidas
La amenaza del ¨¦bola se siente por tierra, lago y aire en Goma, residencia de dos millones de habitantes. Un helic¨®ptero volando bajo, los barcos sin zarpar en el puerto y el cierre ayer por parte de Ruanda de la frontera terrestre con Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) durante unas horas, mientras el traj¨ªn urbano sigue latiendo. Cuando hace exactamente un a?o que se declar¨® la epidemia en Mangina, en el norte de la provincia, que ha dejado ya una huella de 1.800 muertos, el segundo brote m¨¢s letal de la historia ¡ªen el de 2014 a 2016 fallecieron m¨¢s de 11.000 personas, sobre todo en Guinea, Liberia y Sierra Leona¡ª entra en una nueva fase. El segundo caso confirmado de ¨¦bola en la ciudad, anunciado el martes, fue aislado nueve d¨ªas despu¨¦s de que la v¨ªctima, un minero, mostrara los primeros s¨ªntomas. Nueve d¨ªas de posibles contagios, un peligro que ayer se confirm¨® real cuando las autoridades anunciaron dos positivos m¨¢s ¡ªla esposa y la hija de un a?o del segundo infectado en Goma¡ª un d¨ªa despu¨¦s de que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) alertara del riesgo real de expansi¨®n del virus ¡°m¨¢s all¨¢ de las fronteras del Congo¡±.
La epidemia cumple un a?o rodeada de desaf¨ªos y de sensaci¨®n de descontrol, multiplicada ahora por el peligro de propagaci¨®n en esta gran urbe. Este mi¨¦rcoles, la imagen de los barcos de pasajeros procedentes de la ciudad bloqueados en el puerto de Bukavu, al otro lado del lago Kivu, durante horas, sin poder desembarcar porque en uno de ellos viajaba una pasajera ¡°de alto riesgo¡±, desbord¨® los temores, mientras en Beni y Butembo, los grandes focos de la epidemia hasta ahora, al nordeste del pa¨ªs, la existencia del ¨¦bola ¡ªque se contagia por contacto directo con los fluidos de una persona enferma¡ª sigue generando escepticismo, sospechas y enfado. ¡°Al mundo le da igual cuando nos masacran los grupos armados, ?por qu¨¦ se preocupan solo por el ¨¦bola?¡±, se pregunta una ciudadana de Beni.
¡°Es normal que la poblaci¨®n cuestione c¨®mo se est¨¢ abordando la epidemia¡±, estima la soci¨®loga de Goma Hel¨¨ne Nzabandora. "Es una poblaci¨®n que ha sufrido mucho, que recibe ataques constantes de grupos armados y que no entiende el inter¨¦s aislado de la comunidad internacional por el ¨¦bola. Aqu¨ª todo se lee en clave pol¨ªtica". En una regi¨®n tocada por m¨¢s de 25 a?os de guerra y ¡°acostumbrada a ser utilizada y maltratada a menudo por las autoridades, los ciudadanos desconf¨ªan", dice. "Por eso, es fundamental que seamos nosotros mismos, los locales, los que llevemos a cabo la sensibilizaci¨®n¡±.
El rol de los l¨ªderes comunitarios y religiosos est¨¢ siendo clave en la lucha contra la epidemia. Muchos referentes sociales se han encargado de apaciguar el descontento generalizado y participan activamente en la prevenci¨®n. ¡°El ¨¦bola se us¨® para cancelar las elecciones en Beni¡±, cuenta Papa Ndivito, responsable de la Federaci¨®n de Empresas Congole?as en Butembo, una de las ciudades comerciales m¨¢s importantes del pa¨ªs. Ndivito es comerciante, transporta alimentos entre Beni y Butembo y, comprendiendo las razones de ¡°la resistencia¡± ¡ªas¨ª le llama¡ª, se ha involucrado en el di¨¢logo para "proteger" a su pueblo porque ¡°el ¨¦bola existe, aunque se haya utilizado con fines pol¨ªticos, la enfermedad est¨¢ aqu¨ª, entre nosotros¡±. Ndivito colabora activamente con el equipo de Respuesta de ?bola en Butembo y con las organizaciones internacionales porque asegura que ¡°se necesitan todos los esfuerzos posibles¡±, sin embargo, echa de menos ¡°que se transfiera el saber de los expertos a los locales¡±. Ndivito zanja: "necesitamos un Plan Marshall".
Mientras tanto, las costumbres est¨¢n cambiando. Tambi¨¦n en las iglesias. ¡°En las misas ya no se da la mano¡±, cuenta el Padre Ars¨¨ne Masumbuko Munembwe, presidente del clero de Goma, ¡°y la limosna solo se recoge despu¨¦s de hacer la comuni¨®n¡±. Los generalmente gastados francos congole?os que circulan por la ciudad podr¨ªan transportar el virus as¨ª que se evita que los feligreses toquen los billetes antes de recibir con la mano el pan sagrado. Hasta los pastores est¨¢n reduciendo el contacto con sus fieles. Conocidos algunos por sanar enfermedades a trav¨¦s del tacto, ¡°la pr¨¢ctica se est¨¢ reduciendo dr¨¢sticamente¡±, cuenta Safari Jeremie, pastor de una iglesia de esa ciudad.
?l ha erradicado todo tipo de contacto en sus misas y, adem¨¢s, invita a reducir las salutaciones con la mano a sus fieles. ¡°Es dif¨ªcil, pero una vez entiendes el peligro, es la primera medida a tomar¡±, dice Jeremie. ¡°Es cierto que hab¨ªa muchos esc¨¦pticos entre nosotros pero, desde que muri¨® nuestro compa?ero, todo ha cambiado, todos nos lo tomamos en serio¡±. Se refiere al primer caso confirmado en Goma, el pastor que volvi¨® infectado de Butembo y que muri¨® hace dos semanas.
Entre miedo, escepticismo y medidas, la guerra pol¨ªtica de fondo se ha llevado por delante al ministro de Salud. Tras su dimisi¨®n, la semana pasada, es el doctor Muyembe, su rival, el que ha tomado el liderazgo de la coordinaci¨®n de la respuesta contra el ¨¦bola en el pa¨ªs. En el ¡°ebolabussiness¡±, como le llaman aqu¨ª, ¡°hay dinero y trabajo¡±, recuerda Nzabandora, as¨ª como mucha confianza a¨²n por cultivar.
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