Toneladas de escombros acaban en vertederos ilegales en toda Espa?a
Solo una cuarta parte de los residuos de obra llegan a plantas de reciclaje, en contra de lo que establece la legislaci¨®n nacional y europea
Por cada ciudadano de la Uni¨®n Europea, se genera aproximadamente una tonelada de escombros al a?o. En Espa?a es a¨²n m¨¢s, seg¨²n documentos p¨²blicos del Gobierno: los residuos de obra y demolici¨®n suponen un 40% de todos los desechos, entre 10 y 15 puntos m¨¢s que la media europea. Pero mientras los espa?oles, lentamente, asumen su responsabilidad de reducir y reciclar basura dom¨¦stica, el enorme sector de la construcci¨®n todav¨ªa no ha abrazado los principios de la econom¨ªa circular. Cascotes, ladrillos, marcos de puertas, tuber¨ªas, vigas, cables... Los residuos rebosan en vertederos, normalmente ilegales, por todo el pa¨ªs.
Francia, que aborda estos d¨ªas un ambicioso plan de econom¨ªa circular, tambi¨¦n ha mostrado su preocupaci¨®n por los residuos de construcci¨®n y demolici¨®n (RDC). Lo defini¨® la secretaria de Estado de Transici¨®n Energ¨¦tica y alma del proyecto, Brune Poirson: ¡°Solo en moqueta no usada se tira al a?o el equivalente a un rollo que podr¨ªa cubrir la ruta de Lille a Marsella¡±, unos 1.000 kil¨®metros.
Esta tragedia econ¨®mica y medioambiental es evitable, porque los principales restos de obra ¡ªhormig¨®n, materiales cer¨¢micos y aglomerado asf¨¢ltico¡ª son ¡°de los pocos residuos que se pueden reciclar infinitamente¡±. As¨ª lo afirma el ingeniero Pablo P¨¦rez, director t¨¦cnico del Grupo de Inter¨¦s ?ridos Reciclados de RCD, que engloba a las empresas dedicadas a valorizar escombros en Andaluc¨ªa, Galicia y Madrid. Parte del problema es que en Espa?a ¡°no hay cultura¡± de separar los residuos en la obra o de realizar demoliciones selectivas. La alternativa m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s barata, verter desechos mezclados, es ilegal pero suele salir impune.
Expediente de infracci¨®n
Desde el a?o 2008, un real decreto exige el tratamiento de todos los desperdicios de obra por gestores autorizados, empresas que deben priorizar el reciclaje y recurrir a los vertederos solo en ¨²ltima instancia. ¡°Eso se cumple en todos los tipos de residuos excepto en los de construcci¨®n¡±, denuncia Benito Garc¨ªa, portavoz del Grupo de Inter¨¦s ?ridos Reciclados de RCD. Fuentes del Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica confirman que Espa?a tiene abierto un expediente europeo de infracci¨®n por incumplir la Directiva Marco de Residuos, debido a la deficiente gesti¨®n de los restos de obra.
¡°La realidad hoy es que tan solo una cuarta parte de los residuos de construcci¨®n y demolici¨®n en Espa?a acaban en manos de un gestor autorizado¡±, asegura Garc¨ªa. Esos escombros se reciclan muy eficientemente, llegando a aprovecharse en torno al 90% para fabricar nuevos materiales de construcci¨®n. Pero las tres cuartas partes restantes de basura que no llegan a la planta de reciclaje acaban rellenando antiguos huecos mineros, o en vertederos ilegales que contaminan montes, valles y costas de la Pen¨ªnsula. Para las empresas de reciclaje, ¡°lo m¨¢s grave y preocupante, porque adem¨¢s de presunto delito ambiental supone competencia desleal, es la existencia de vertederos ilegales comerciales, que cobran por descartar residuos sin ning¨²n tratamiento¡±.
Este mismo a?o, Arcodega, la Asociaci¨®n de Recicladores de Residuos de Construcci¨®n y Demolici¨®n de Galicia, ha denunciado a la empresa MV Gesti¨®n por delito ambiental, acusando a este ¡°gestor irregular¡± de verter residuos mezclados y sin tratar en un enorme hueco minero de Lugo. Seg¨²n informa La Voz de Galicia, la denuncia sugiere adem¨¢s ¡°prevaricaci¨®n por omisi¨®n¡± de las autoridades, que ¡°siendo conocedoras, evitan actuar para reponer la legitimidad¡±. Los denunciantes aseguran a EL PA?S que este caso, junto con el de una escombrera ilegal en Nerja (M¨¢laga), cercana al r¨ªo De la Miel, son dos raros ejemplos de fiscalizaci¨®n, pero apenas representan ¡°la punta del iceberg¡± del desastre que es la gesti¨®n de estos desechos en Espa?a.
Para cumplir el real decreto, cada ayuntamiento deber¨ªa recaudar una fianza de los promotores o particulares que solicitan una licencia de obra. El dep¨®sito se devuelve cuando estos certifican la correcta eliminaci¨®n de sus residuos. Pero el Grupo de Inter¨¦s ?ridos Reciclados de RCD estima que tan solo un 8% de los consistorios espa?oles exige este aval. La Federaci¨®n RCD, un grupo an¨¢logo que defiende los intereses de gestores de escombros en Castilla y Le¨®n, Extremadura, Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, calcula que la cifra apenas llega a un 5% de los ayuntamientos (al tener en cuenta que Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, m¨¢s avanzados en la gesti¨®n de residuos, suben la media espa?ola).
Peor a¨²n, la normativa no siempre funciona, seg¨²n cuenta Ana Laforga, consultora ambiental independiente y docente de un curso de gesti¨®n de este tipo de residuos en la escuela de formaci¨®n ISM. Para una obra de vivienda o de un peque?o local comercial con presupuesto de medio mill¨®n de euros, la fianza de gesti¨®n de residuos podr¨ªa ser de tan solo 150 euros. Es una proporci¨®n irrisoria del total que mucha gente ¡°se toma como un gasto m¨¢s de la obra¡±, explica Laforga, aunque matiza que las grandes promotoras s¨ª suelen ser m¨¢s respetuosas con el reglamento, ¡°aunque solo sea por su imagen corporativa¡±.
Mayores alicientes
Quienes denuncian la desidia de las autoridades piden tambi¨¦n mayores alicientes para el reciclaje. Dado que la grava, la arena y otros materiales rocosos fabricados a partir de escombros cuestan lo mismo que los ¨¢ridos naturales, los constructores tienden a escoger aquellos que se extraen de las canteras. Promover el uso de los materiales reciclados pasa por certificar su calidad e incentivar su compra, como ha hecho el Ayuntamiento de M¨¢laga este a?o con medidas pioneras para la contrataci¨®n de obras p¨²blicas.
La Subdirecci¨®n General de Residuos del Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica asegura que a nivel nacional tambi¨¦n ¡°se ha estado trabajando en medidas que impulsen el consumo de ¨¢ridos reciclados¡±, como la estrategia de econom¨ªa circular ¡ªen fase de elaboraci¨®n por el departamento y publicada en borrador p¨²blico el a?o pasado¡ª o la gu¨ªa para la ¡°rehabilitaci¨®n de espacios degradados con residuos de construcci¨®n y demolici¨®n¡±. Desde el sector del reciclaje de estos materiales, sin embargo, alegan que esto ¨²ltimo es ¡°un eufemismo¡±: no es verdadero reciclaje, sino ¡°un desperdicio de recursos¡± ideado con el ¨²nico fin de alcanzar los objetivos internacionales de valorizaci¨®n de estos residuos, fijados en un 70% para el a?o 2020 por la Directiva Marco de Residuos.
Estamos lejos de la meta, incluso haciendo apa?os. ¡°En el a?o 2016 se generaron en Espa?a 13.839.038 toneladas de residuos de construcci¨®n y demolici¨®n, valoriz¨¢ndose un 54% de estos residuos¡±, declaran las mismas fuentes del ministerio. Es un c¨¢lculo que no contempla los residuos gestionados ilegalmente. Y, sin embargo, ah¨ª est¨¢n: en Lugo, en Nerja, y en el resto de los vertederos clandestinos de Espa?a.
Vertidos eternos
Algunos restos de construcci¨®n, como el amianto, la pintura o las l¨¢mparas fluorescentes, son peligrosos y contaminantes. Su gesti¨®n est¨¢ regulada, pero existen vertidos olvidados de los que ninguna administraci¨®n se quiere hacer cargo. En el barrio toledano de El Pol¨ªgono, la asociaci¨®n de vecinos El Tajo ha identificado 19 focos de amianto, y la Consejer¨ªa de Medio Ambiente reconoce nueve. Enormes restos del fibrocemento, conocido causante de c¨¢ncer, mesotelioma y asbestosis, yacen all¨ª desde que la antigua empresa Ibertubo los abandon¨® a finales del siglo pasado. "Ahora la administraci¨®n est¨¢ actuando, lo llaman sellado", dice Gemma Ruiz, presidenta de la asociaci¨®n. Pero retirar los restos es un engorro; meramente se "tapan con tierra", y hasta ahora "solo un 20%", estima Ruiz.
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