Territorios amenazados por la subida del nivel de los oc¨¦anos
El mar est¨¢ llamando a la puerta de las casas de aquellos que viven en franjas costeras. Los Gobiernos construyen barreras, pero hay lugares que se inundar¨¢n
Grandes metr¨®polis como Nueva York, islas canadienses ba?adas por el Atl¨¢ntico, pa¨ªses con tradici¨®n de defenderse de las aguas como Holanda o zonas de Senegal, donde ya hay desplazados clim¨¢ticos, se enfrentan a una subida del nivel del mar. Este incremento es uno de los efectos m¨¢s evidentes del cambio clim¨¢tico, contra el que una parte importante de la comunidad internacional intentar¨¢ conjurarse dentro de una semana en Nueva York en una cumbre auspiciada por la ONU. El deshielo del ?rtico y los glaciares por el calentamiento se ha unido el urbanismo descontrolado en muchas zonas del planeta. Algunas ciudades y regiones ya se mueven para no ser engullidas.
Nueva York planta cara
La crecida que acompa?¨® a la tempestad Sandy en 2012 expuso los puntos m¨¢s vulnerables de la ciudad de los rascacielos. En marzo se present¨® un plan urban¨ªstico para proteger a la zona baja de Manhattan de las crecidas, que incluye entre otras medidas crear un dique de contenci¨®n y expandir el terreno hacia el r¨ªo en Wall Street, con un coste estimado de 10.000 millones de d¨®lares (8.963,4 millones de euros). Los estudios cient¨ªficos revelan que el 37% de la zona puede sufrir inundaciones en 2050 si se siguen acelerando los efectos del cambio clim¨¢tico. El nivel del mar subir¨¢ casi dos metros para 2100.
El plan incluye elevar varios parques que bordean la isla de Manhattan y desarrollar soluciones t¨¦cnicas que se podr¨¢n utilizar en las tormentas. Pero, incluso con estas iniciativas, el distrito financiero todav¨ªa no estar¨ªa suficientemente protegido de las crecidas. El 30% de la zona quedar¨ªa expuesta. Para ello habr¨ªa que ganar de nuevo terreno al r¨ªo. T¨¦cnicamente se tendr¨ªan que expandir las orillas, el equivalente a dos bloques de edificios. As¨ª se crear¨ªa una nueva parcela de terreno elevada, que estar¨ªa seis metros por encima del nivel del mar. La idea es que el proceso de planificaci¨®n por parte de los ingenieros est¨¦ completado en 2021. Las otras iniciativas en marcha incluyen un rompeolas para proteger Staten Island y dunas artificiales en las playas de los Rockaways, en Queens.
Diques en Holanda
Holanda est¨¢ atravesada por grandes r¨ªos como el Rin, el Mosa y el Escalda, y la protegen una red de diques, ya que un 59% de su territorio sufre riesgo de inundaci¨®n, un 26% est¨¢ bajo el nivel del mar y un 29% se puede anegar si los r¨ªos se desbordan. Adem¨¢s, las barreras no resguardan al 4% de la tierra en peligro. Con un aumento de temperatura de dos grados el Mar del Norte podr¨ªa crecer entre uno y dos metros, seg¨²n la comisi¨®n que gestiona el Plan Delta, que aborda la amenaza del agua.
Semejante subida supondr¨ªa cerrar, tal vez de forma permanente, las barreras contra el mar. Levantadas al sur y suroeste del pa¨ªs, se construyeron tras la inundaci¨®n de 1953, que caus¨® 1.800 muertes. Entre las ideas barajadas hoy figura dejar una cierta entrada a las mareas para que los sedimentos refuercen la costa y mantener los diques mar¨ªtimos y hacer m¨¢s resistentes los diques fluviales. Para proteger los m¨¢rgenes de los r¨ªos se puede rebajar el lecho fluvial en algunos tramos para que el cauce soporte m¨¢s agua. O permitir inundaciones controladas en zonas de pasto. Y est¨¢ previsto reforzar la barrera que cierra el Zuiderzee (Mar del Sur), al noroeste del pa¨ªs, con 75.000 bloques de cemento en el agua, de 6.500 kilos cada uno.
Desplazados en Senegal
En los ¨²ltimos cinco a?os, unas 300 viviendas de la costa de Saint Louis, una bella ciudad de arquitectura colonial y la m¨¢s amenazada por la subida del mar de toda ?frica occidental, se han visto destruidas o da?adas por un oc¨¦ano que hace 50 a?os estaba a decenas de metros y que hoy llama a sus puertas.
En Goxu Bathe, Thierno Gueye se?ala las obras de un dique de tres metros de altura que atraviesa la playa a lo largo de dos kil¨®metros. ¡°Esto no servir¨¢ para nada¡±, asegura. Es una obra de urgencia cofinanciada por los Gobiernos senegal¨¦s y franc¨¦s. Basta un simple vistazo a las habitaciones derruidas de decenas de casas o a la escuela de Guet Ndar para comprender la desconfianza. Tierra adentro, en Djougop, 580 personas recibieron el lunes las llaves de sus casas provisionales, tras pasar m¨¢s de tres a?os en unas tiendas en p¨¦simas condiciones en Khar Yalla. Son los primeros desplazados por la erosi¨®n costera que han sido realojados. En los pr¨®ximos meses est¨¢ previsto que comiencen las obras de sus casas definitivas. El Banco Mundial prev¨¦ trasladar aqu¨ª a 10.000 personas, un ambicioso plan con un coste de 24,4 millones de euros.
Si el cambio clim¨¢tico ha desempe?ado su papel, muchos ciudadanos creen que el problema se ha agravado tras abrir una brecha artificial, en 2003, para dar salida al mar al r¨ªo Senegal ante el riesgo grave de desaparici¨®n de la isla sobre la que se asienta la ciudad. Esto cambi¨® la din¨¢mica del flujo de arena y de la desembocadura del r¨ªo y ha provocado inundaciones al sur, en Gandiol.
Las islas en Canad¨¢
El pa¨ªs se est¨¢ calentando en promedio dos veces m¨¢s que el resto del orbe, apunt¨® un informe presentado en abril del Ministerio del Medio Ambiente y del Ministerio de Pesca y Oc¨¦anos de Canad¨¢. Los pueblos ind¨ªgenas son, hasta el momento, los principales afectados. Uno de los ejemplos m¨¢s graves es la isla Lennox, en la provincia de la Isla del Pr¨ªncipe Eduardo, donde viven unos 450 miembros de la naci¨®n Micmac. Las aguas atl¨¢nticas ya han devorado m¨¢s de 5.000 metros cuadrados all¨ª y, seg¨²n cient¨ªficos de la Universidad de la Isla del Pr¨ªncipe Eduardo, el 50% del total de su superficie podr¨ªa desaparecer en menos de 50 a?os. Su falta de costas rocosas ¡ªpredomina la arena y la arenisca¡ª y su baja altura provocan que sea presa f¨¢cil de la erosi¨®n, pero los investigadores subrayan que el cambio clim¨¢tico est¨¢ acelerando el proceso.
Los Micmac han recibido financiaci¨®n para realizar evaluaciones y crear un plan de emergencia; han construido con sus propias manos barreras, por ejemplo, para proteger el cementerio. El problema es que el material rocoso para dichas barreras escasea en la isla y transportarlo desde otros lugares tendr¨ªa grandes costos y, tarde o temprano, el mar vencer¨¢. Parece que la soluci¨®n a medio plazo ser¨¢ que sus pobladores se muden a zonas de la isla alejadas de las costas.
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