La falta de anestesistas y m¨¦dicos de primaria lastra la sanidad p¨²blica
Espa?a tiene m¨¢s facultativos que la media de la OCDE, pero se queda sin personal en quir¨®fanos y centros de salud. La mala planificaci¨®n y la crisis, causas del desequilibrio
La sanidad p¨²blica flojea en uno de sus pilares: las plantillas de m¨¦dicos. Mientras Espa?a disfruta sobre el papel de una situaci¨®n envidiable ¡ªcon 3,9 m¨¦dicos por 1.000 habitantes supera la media de 3,4 de la OCDE¡ª, en el d¨ªa a d¨ªa de la red sanitaria abundan las malas noticias. La falta de anestesistas llev¨® al Hospital de Burgos a cerrar 72 camas el pasado julio. La Junta de Andaluc¨ªa admiti¨® hace un a?o que no ten¨ªa neurocirujanos y traumat¨®logos para operar al ritmo previsto. Y la dificultad para completar equipos en los centros de atenci¨®n primaria ¡ªalgo habitual en zonas rurales¡ª ha llegado a las capitales. ¡°En Barcelona no hay suficientes pediatras, es inadmisible¡±, denunci¨® hace unos meses la alcaldesa, Ada Colau.
¡°El sistema est¨¢ descompensado. Faltan m¨¦dicos en algunas especialidades mientras cada a?o salen graduados de las facultades que se quedan sin plaza MIR y no pueden completar su especializaci¨®n. En otros casos, el problema est¨¢ en las condiciones laborales, con plazas que no son atractivas¡±, lamenta Vicente Matas, vocal de atenci¨®n primaria urbana de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC). Gabriel del Pozo, vicesecretario general del sindicato m¨¦dico CESM, considera que estos desajustes son el resultado de ¡°la desidia de las administraciones al planificar¡±. ¡°Nos hemos pasado a?os ajust¨¢ndonos solo a las carencias de hoy, cuando hay que hacerlo a las que tendremos en 10 a?os, que es lo que tarda en formarse un m¨¦dico", subraya
El estudio Estimaci¨®n de la oferta y demanda de m¨¦dicos especialistas. Espa?a 2018-2030, encargado por el Ministerio de Sanidad, analiza la situaci¨®n de las m¨¢s de 40 especialidades existentes. En nueve de ellas, seg¨²n las dificultades con las que se topan las comunidades aut¨®nomas para cubrir sus necesidades, concluye que hay ¡°d¨¦ficit¡± de m¨¦dicos. Las m¨¢s escasas son las de atenci¨®n primaria: pediatr¨ªa y medicina familiar y comunitaria. En un escal¨®n inferior est¨¢n anestesia, urolog¨ªa y radiodiagn¨®stico. Y en el tercer grupo, con escasez referida solo por alguna comunidad, anatom¨ªa patol¨®gica, cirug¨ªa general y del aparato digestivo, dermatolog¨ªa m¨¦dico-quir¨²rgica, y cirug¨ªa ortop¨¦dica y traumatolog¨ªa.
Beatriz Gonz¨¢lez L¨®pez-Valcarcel, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad de Las Palmas y coautora del informe, destaca que ¡°la falta de m¨¦dicos no es un problema general; salvo excepciones, es m¨¢s un problema de plazas poco atractivas que de pocos m¨¦dicos¡±. El informe se?ala que en una treintena de disciplinas la situaci¨®n es de ¡°equilibrio¡± y en dos ¡ªmedicina intensiva y neumolog¨ªa¡ª hay ¡°super¨¢vit¡± de profesionales.
La consecuencia de esta fragmentaci¨®n es que cada carencia en una especialidad ¡°tiene causas y requiere soluciones propias¡±. ¡°La demanda de anestesistas, por ejemplo, se debe al auge de la privada y a que, aunque leves, cada vez se realizan m¨¢s procesos quir¨²rgicos. Y claro, es una especialidad sensible porque sin un anestesista no opera nadie¡±, afirma Gonz¨¢lez.
La soluci¨®n en este caso, coinciden todas las fuentes, pasa por aumentar el n¨²mero de plazas MIR que se ofrecen cada a?o, algo que ya se hace ¡ªlas de anestesistas han crecido este a?o un 11%, hasta 382¡ª, pero que no es r¨¢pido ni barato. La decisi¨®n de sumar plazas a la convocatoria MIR la adopta la Comisi¨®n de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud tras escuchar a sociedades cient¨ªficas y comunidades, que son las que forman a los graduados en sus hospitales y asumen el coste, que supera los 50.000 euros al a?o. Este a?o las plazas totales de MIR ascienden a 7.512, un 10,5% m¨¢s que el a?o pasado.
Los expertos atribuyen otras carencias, como las de los traumat¨®logos o algunos cirujanos, a cuestiones organizativas del sistema. ¡°Hay zonas fronterizas entre especialidades que no acaban de estar bien definidas en Espa?a¡±, explica Beatriz Gonz¨¢lez. ¡°En un hospital la columna la operan los neurocirujanos y en otro, los traumat¨®logos, mientras las intervenciones menos invasivas las pueden hacer tambi¨¦n los radi¨®logos intervencionistas. Esto es la herencia de los reinos de taifas a veces han sido los hospitales, donde un jefe de servicio con peso mandaba mucho¡±, a?ade.
Todos los expertos coinciden sin embargo en que el gran problema que debe afrontar Espa?a es la medicina de familia. Una especialidad que es la puerta de entrada del ciudadano al sistema sanitario y que, por su peso, arrastra a toda la atenci¨®n primaria. ¡°Es casi un problema de Estado¡±, resume Gonz¨¢lez. ¡°Ya faltan m¨¦dicos, pero adem¨¢s es una de las especialidades m¨¢s envejecidas y de las menos atractivas para los j¨®venes¡±, a?ade Vicente Matas de la OMC.
Lo m¨¢s chocante en este caso es que ¡°en teor¨ªa se est¨¢ formando a los m¨¦dicos de familia que necesita el sistema, lo que ocurre es que luego no ejercen como tales y optan por trabajar en un servicio de urgencias o en un equipo de paliativos¡±, asegura Gabriel del Pozo, de CESM. ¡°Hay m¨¦dicos que prefieren estar de interinos en Zaragoza que coger una plaza fija en Teruel. O ser sustitutos en Madrid que irse a una provincia de Castilla-La Mancha. Hay un problema general de modelo en el que hay que dotar a estas plazas de incentivos, no solo econ¨®micos¡±, remacha Del Pozo.
Beatriz Gonz¨¢lez invita a mirar a otros pa¨ªses en este punto. ¡°Si aqu¨ª tenemos zonas rurales alejadas, imagina lo que tienen en Canad¨¢, Australia o Brasil¡±. ¡°Hay que movilizar el sistema para dotar a las especialidades de primaria de prestigio. Invertir en investigaci¨®n, crear c¨¢tedras... Es urgente hacerlo porque el sistema se juega mucho en esto ¡±, concluye.
El director general de Ordenaci¨®n Profesional del Ministerio de Sanidad, Rodrigo Guti¨¦rrez, tambi¨¦n considera que ¡°Espa?a no sufre de una falta generalizada de m¨¦dicos¡±. ¡°Son m¨¢s bien desajustes propios de un sistema muy complejo, descentralizado y din¨¢mico¡±. Pese a ello, admite que ¡°es necesario aumentar las plazas MIR y dotar a la primaria de un plan estrat¨¦gico, algo que ya se est¨¢ haciendo¡±. ¡°Tambi¨¦n este oto?o vamos a realizar los ex¨¢menes pendientes desde 2012 para reconocer titulaciones obtenidas fuera de la UE, lo que nos permitir¨¢ contar con m¨¢s de 450 nuevos profesionales¡±, afirma.
Pese a lo anterior, tambi¨¦n defiende que ¡°no todo se puede planificar a una d¨¦cada vista¡±. ¡°En los ¨²ltimos 10 a?os hemos pasado por una crisis que nadie esperaba, las comunidades han recortado las plazas MIR, han jubilado a los m¨¦dicos a los 65 a?os, se han abierto facultades de medicina privadas¡ No es que no planifiquemos, es que es inevitable que pasen imprevistos. Gestionar es planificar, s¨ª, pero tambi¨¦n dar soluci¨®n a los problemas a medida que van saliendo¡±, concluye.
5.000 graduados, sin plaza MIR desde 2011
De las universidades espa?olas han salido 5.000 graduados en medicina desde 2011 que no han conseguido una plaza de m¨¦dico interno residente (MIR) con la que especializarse, lo que es obligatorio para ejercer en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Algo chocante si se tiene en cuenta que m¨¢s de 70.000 m¨¦dicos hoy en activo tienen entre 55 y 65 a?os y otros 20.000 ya han superado esta edad, seg¨²n el Estudio sobre Demograf¨ªa M¨¦dica, elaborado por la OMC y CESM. Estos dos grupos representan el 41% del total de facultativos del SNS. "Era algo de caj¨®n que iba a pasar esto y sorprende la falta de planificaci¨®n que ha habido pese a nuestros avisos", afirma Vicente Matas, de la OMC.
Las causas del actual desajuste entre las plazas MIR y las de las facultades est¨¢ en el desigual impacto de la crisis en las dos etapas formativas de los m¨¦dicos. ¡°Hace 15 a?os hab¨ªa una notable carencia de m¨¦dicos. Era un momento expansivo en el que las comunidades abr¨ªan hospitales. Esto llev¨® a aumentar tanto la oferta de plazas MIR como las de grado en las facultades de medicina¡±, explica Beatriz Gonz¨¢lez. ¡°Pero con la crisis los recortes de las comunidades redujeron la oferta MIR [un 11% entre 2014 y 2010]. Mientras, las facultades segu¨ªan formando a graduados. En 2011, tras muchos a?os en los que ten¨ªan que venir aspirantes de otros pa¨ªses porque hab¨ªa m¨¢s plazas MIR que graduados en medicina, la situaci¨®n se invierte. Este a?o ser¨¢ el primero en el que volver¨¢ a haber m¨¢s plazas MIR que graduados en las universidades¡±, explica. En su af¨¢n por ahorrar, las comunidades tambi¨¦n han adoptado otras medidas ¡°que han desequilibrado el conjunto, como obligar a los m¨¦dicos a jubilarse a los 65 a?os en lugar de los 70, lo que es una barbaridad¡±, sigue Gonz¨¢lez.
La mayor parte de las nuevas facultades abiertas en los ¨²ltimos a?os han sido en universidades privadas. ¡°Esto, que podr¨ªa haber sido parte de la soluci¨®n ante la futura jubilaci¨®n de muchos m¨¦dicos, ha acabado siendo parte del problema ante la falta de plazas MIR¡±, sostiene Matas. Laura Mart¨ªnez, presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, considera que ¡°no tiene sentido que Espa?a, con 0,95 facultades por mill¨®n de habitantes, doble pr¨¢cticamente lo recomendado por la OMS¡±.
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