Catalu?a y Madrid, las comunidades que m¨¢s abusan de la comida preparada

El consumo saludable impulsa un cambio en el mercado de la alimentaci¨®n: casi el 50% de las bebidas refrescantes se venden ya sin az¨²car (un 48,3%), un tercio de los panes de molde son integrales, mientras que las galletas integrales o diet¨¦ticas crecen un 5,5%. "Cada vez hay m¨¢s concienciaci¨®n del consumidor hacia la alimentaci¨®n saludable, por lo que busca el refresco o alimento bajo en az¨²car o en sal ", explica Irene Vil¨¤, responsable del Informe Alimentaci¨®n Saludable 2018 de la EAE Business School, elaborado a partir de datos del a?o pasado y de principios de 2019.

As¨ª, la innovaci¨®n en este tipo de productos, es decir, la creaci¨®n de nuevos alimentos, con menos az¨²car o grasas, ha presentado un crecimiento superior al 10% hasta marzo de 2019. Este aumento ha sido debido a la actual tendencia a consumir alimentos m¨¢s sanos, tanto comida como bebida, explica el informe. "Las empresas ven que hay una oportunidad de negocio en invierten en crear productos, porque est¨¢ claro que la demanda est¨¢ creciendo", dice Vil¨¤.

El documento, presentado este mi¨¦rcoles, repasa tambi¨¦n los h¨¢bitos de consumo por comunidades aut¨®nomas. As¨ª, hay datos como que en Catalu?a se compran hortalizas y frutas frescas por encima del consumo nacional (un 18% y un 7%, respectivamente), pero se consume un 34% m¨¢s de comida preparada. Algo similar ocurre en la Comunidad de Madrid, donde tambi¨¦n se abusa de la comida preparada, algo t¨ªpico de las grandes ciudades donde hay menos tiempo para preparase el almuerzo.

En La Rioja es donde menos refrescos se consumen, mientras que los ciudadanos de Canarias y Baleares gastan poco en su alimentaci¨®n, que no es muy saludable: los canarios abusan de los refrescos y los baleares, de la boller¨ªa industrial. Andaluc¨ªa, por su parte, tiene un gasto medio por? persona un 12% inferior a la media nacional y los andaluces abusan de las bebidas refrescantes.

Seg¨²n la profesora de EAE Business School In¨¦s Vil¨¤, "en Espa?a venimos de una tradici¨®n culinaria, la mediterr¨¢nea, en la que se com¨ªa muy bien. Pero las prisas han hecho que haya menos tiempo para dedicarle a la alimentaci¨®n, de ah¨ª el abuso de los platos precocinados en zonas urbanas". Sin embargo, la tendencia parece estar cambiando. "Ahora cada vez m¨¢s gente intenta comer al menos una ensalada o verdura, hay una mayor concienciaci¨®n por la comida saludable", a?ade. Eso s¨ª, pone un gran pero: "Nos falta mucho por hacer en el caso de ni?os y adolescentes, los padres tienen que ayudarles a cortar con el consumo de golosinas, refrescos y boller¨ªa industrial".