El Me Too prende en T¨²nez tras hacerse viral la foto de un diputado nacional con los pantalones bajados

Aunque naci¨® en Estados Unidos, el movimiento Me Too de denuncia del acoso sexual fue capaz de traspasar fronteras culturales y ling¨¹¨ªsticas para convertirse en un fen¨®meno global. Sin embargo, a la mayor¨ªa de pa¨ªses del mundo ¨¢rabe este torrente de protesta lleg¨® desva¨ªdo, m¨¢s bien como un riachuelo. Exactamente dos a?os despu¨¦s, ha brotado en T¨²nez un movimiento parecido detr¨¢s del hashtag #EnaZeda, una traducci¨®n literal del ¡°yo tambi¨¦n¡± en el dialecto local. De momento, no se ha convertido en un fen¨®meno viral en las redes tunecinas, pero una semana despu¨¦s de su aparici¨®n va creciendo y ya ha conseguido derribar el muro de silencio en un pa¨ªs en el que el acoso sexual es una aut¨¦ntica lacra.

Quiz¨¢s la explicaci¨®n de su ¨¦xito reside en que el detonante fue un hecho local que perturb¨® muchas conciencias. El jueves 10 de octubre, una estudiante de 19 a?os de Nabeul, una ciudad situada a 70 kil¨®metros al este de la capital, sac¨® una fotograf¨ªa con su tel¨¦fono a un hombre sentado en su autom¨®vil con los pantalones bajados y la hizo circular entre sus amistades. Seg¨²n la chica, el individuo la hab¨ªa seguido con el coche a la salida de la escuela y se estaba masturbando.

La instant¨¢nea termin¨® colgada en las redes sociales y enseguida los medios de comunicaci¨®n la reprodujeron. Porque lo que no sab¨ªa la muchacha es que su acosador era una personalidad pol¨ªtica: Zuhair Majluf, reci¨¦n elegido diputado en las elecciones legislativas celebradas cinco d¨ªas antes. Por si fuera poco el esc¨¢ndalo, en la fotograf¨ªa, Majluf aparece ataviado con la camiseta de su partido, Qalb Tunis, el segundo m¨¢s votado, y cuyo l¨ªder, Nabil Karui, se disputaba la presidencia del pa¨ªs tan solo tres d¨ªas despu¨¦s.

Majluf, un opositor a la dictadura de Ben Al¨ª, reaccion¨® con un mensaje p¨²blico en su cuenta de Facebook en el que desment¨ªa la acusaci¨®n y aseguraba que estaba orinando en una botella debido a su condici¨®n de diab¨¦tico. Su partido hizo p¨²blico un comunicado en el que instaba a no lanzar conclusiones precipitadas, pero anunciaba que abrir¨ªa una investigaci¨®n interna. Aunque se desconoce la identidad de la joven, la ONG feminista Asuat Nisa (¡°las voces de las mujeres¡±) se ha podido poner en contacto con la chica y avala su versi¨®n. Majluf, que no podr¨¢ disfrutar de la inmunidad parlamentaria hasta tomar posesi¨®n del cargo, ha sido procesado por un tribunal de Nabeul.

¡°#EnaZeda, el #Metoo por fin est¨¢ aqu¨ª¡±, tuite¨® Lina Ben Mhenni, una bloguera que alcanz¨® la fama durante la revoluci¨®n de 2011. En una publicaci¨®n en Facebook cuenta diversas experiencias desagradables relacionadas con el acoso sexual: ¡°Si empiezo a contarlo todo, no acabar¨ªa nunca¡­ No he podido jam¨¢s olvidar estas experiencias dolorosas¡±. Sayida Unissi, la joven ministra de Trabajo, perteneciente al partido islamista moderado Ennahda, tambi¨¦n se sum¨® a la ola compartiendo su historia: ¡°Empiezo entonces, por si os puede animar. Era una Kangoo blanca. Un coche parecido al de Majluf delante del colegio. Ten¨ªa 12 a?os. He tenido miedo de los coches blancos durante mucho tiempo¡±.

Seg¨²n un estudio de la fundaci¨®n CREDIF publicado en 2017, un 53% de las tunecinas declara haber sufrido alg¨²n tipo de violencia en el espacio p¨²blico en los ¨²ltimos cuatro a?os y de ellas un 75% apunta a que fue de tipo sexual. Hace un par de a?os, el Parlamento aprob¨® una ambiciosa ley contra la violencia de g¨¦nero que tipifica por primera vez como delito el acoso sexual, que se castiga con una pena que oscila entre los seis meses y los dos a?os de c¨¢rcel. No obstante, a falta de datos fiables, la percepci¨®n general es que la situaci¨®n no ha mejorado. ¡°Sufro el acoso diariamente en la calle. No ha habido ning¨²n cambio despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la ley¡±, confiesa Rim, una empleada p¨²blica de 35 a?os.

¡°La ley es muy importante, pero su aplicaci¨®n no ha sido perfecta. Buena parte de la sociedad no percibe el acoso sexual como tal, sino como una forma de ligar. Hace falta un cambio de mentalidad¡±, apunta la soci¨®loga Jaula Matri, que particip¨® en la elaboraci¨®n del informe del CREDIF. ¡°Es necesario hacer m¨¢s campa?as de sensibilizaci¨®n para que las mujeres conozcan sus derechos, y tambi¨¦n para que los funcionarios apliquen la ley. En este sentido, la campa?a #EnaZeda puede ser de ayuda¡±, apostilla Matri.