26.000 atenciones cl¨ªnicas por c¨¢ncer laboral en un a?o y solo 23 casos reconocidos
Los diagn¨®sticos de tumores vinculados al trabajo cuestan 155 millones y apenas se reconocen oficialmente, seg¨²n un estudio encargado por Sanidad
Es dif¨ªcil, a menudo imposible, determinar la causa exacta de un c¨¢ncer. En el entorno laboral, algunos trabajadores est¨¢n expuestos a ciertas sustancias que pueden contribuir a la formaci¨®n de tumores: desde el amianto hasta la radiaci¨®n solar. El ¨²ltimo estudio sobre este asunto, presentado en el pasado congreso de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, estima que en un solo a?o el c¨¢ncer ocupacional cuesta al Sistema Nacional de Salud m¨¢s de 155 millones de euros.
El informe, que fue encargado por el Ministerio de Sanidad y todav¨ªa no ha sido oficialmente publicado, calcula que en 2015, ¨²ltimo ejercicio del que hab¨ªa datos oficiales, se produjeron m¨¢s de 16.600 ingresos hospitalarios (casi un 4% del total) y m¨¢s de 10.100 atenciones ambulatorias especializadas por tumores relacionados con el trabajo. Esto contrasta con el ¨ªnfimo n¨²mero de casos reconocidos oficialmente: 23, ese mismo a?o, seg¨²n el sistema Cepross (Comunicaci¨®n de Enfermedades Profesionales en la Seguridad Social).
Porque, si es dif¨ªcil determinar la causa de un c¨¢ncer, tambi¨¦n lo es demostrar que se produjo por una exposici¨®n ocupacional. Los tumores, de hecho, no tienen normalmente una ¨²nica causa, y pueden pasar a?os hasta que se desarrollan y detectan. De ah¨ª que sea complicado para un trabajador relacionar cierta exposici¨®n que sufri¨® en el pasado con el c¨¢ncer que padece. Lo que hace el estudio para dar con la cifra es una estimaci¨®n estad¨ªstica: con los datos totales de ingresos hospitalarios por c¨¢ncer, calcula qu¨¦ porcentaje de ellos tienen relaci¨®n con la exposici¨®n laboral, bas¨¢ndose en la literatura cient¨ªfica que existe al respecto.
El problema, en opini¨®n de Manolis Kogevinas, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona, es que en Espa?a no existe un sistema para identificar los tumores producidos por exposiciones laborales. ¡°Es imposible identificar todos, pero los datos en Espa?a son escandalosos. Se reconocen aproximadamente un 0,1%, cuando en otros pa¨ªses de nuestro entorno, como Alemania o Francia, la cifra est¨¢ entre el 5% y el 10%¡±, asegura.
El coste del c¨¢ncer ocupacional
El estudio Coste sanitario de los c¨¢nceres atribuibles a exposiciones laborales en Espa?a en 2015, presentado por Marcos Hern¨¢ndez Pere?a y Montserrat Garc¨ªa G¨®mez en el ¨²ltimo congreso de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa (SEE) asegura que ese a?o se produjeron en el pa¨ªs 16.671 ingresos hospitalarios por c¨¢ncer atribuible al trabajo (13.282 en hombres y 3.389 en mujeres), y 10.114 consultas de atenci¨®n ambulatoria especializada (7.618 en hombres y 2.496 en mujeres), ambos en personas de 25 o m¨¢s a?os. El coste sanitario fue de 156,8 millones de euros. El 64,2% correspondi¨® a asistencia especializada; el coste de farmacia represent¨® el 33,5% y la atenci¨®n primaria, el 2,3%. El coste sanitario directo en hombres (127,2 millones) fue 4,3 veces mayor que en mujeres (29,6 millones). El estudio ha sido realizado por la ?rea de Salud Laboral del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Este infrarreconocimiento tiene varias consecuencias. La primera es que se usan recursos del Sistema Nacional de Salud ¡ªen este caso de en las comunidades aut¨®nomas¡ª para atender unos tratamientos que, de ser reconocidos como laborales, deber¨ªa asumir la Seguridad Social. Adem¨¢s, de que estar reconocida como enfermedad ocupacional implicar¨ªa otro tipo de prestaciones, o incluso indemnizaciones por parte de las empresas, en caso de que se demostrase que el tumor se produjo por alguna negligencia, seg¨²n explica Pedro Linares, responsable de salud laboral de Comisiones Obreras (CC OO). Por ejemplo: trabajadores que estuvieron expuestos a determinadas sustancias sin las medidas de protecci¨®n adecuadas.
Otro efecto es la percepci¨®n del problema. ¡°Si tenemos unas decenas de casos al a?o, como sucede ahora oficialmente, no se trata como una verdadera emergencia de salud p¨²blica; pero si son miles, como los que se estiman, la cosa cambia. Habr¨ªa m¨¢s pol¨ªticas para evitarlo, m¨¢s medidas para prevenirlo, las empresas tendr¨ªan que implicarse m¨¢s¡±, abunda Kogevinas.
Para reconocer un c¨¢ncer como laboral no es necesario que haya una relaci¨®n causal t¨¢cita, aclara Araceli L¨®pez-Guill¨¦n, m¨¦dica del Instituto Nacional de la Seguridad Social que trabaja justamente en identificar enfermedades profesionales. ¡°La cl¨ªnica de un c¨¢ncer de pulm¨®n, por ejemplo es igual si lo produce el tabaco o por otra causa¡±, relata. As¨ª que la normativa (el Real Decreto 1299/2006), lo que hace es presentar un listado de sustancias cancer¨ªgenas y uno de profesiones que est¨¢n expuestas a estas. Si un trabajador tiene un tumor y acredita esta relaci¨®n, debe ser reconocido como ocupacional, asegura esta funcionaria. Eso s¨ª, siempre ha de estar expresamente recogida en esa lista.
¡°C¨®mo a lo largo de la vida hay muchos factores para desarrollar un c¨¢ncer, hay conductas, exposiciones, factores hereditarios, unos trabajadores lo padecen, otros no¡ al final solo se determinan como laborales aquellos casos en los que hay una relaci¨®n clar¨ªsima, como es el mesotelioma, que en m¨¢s de un 90% de los casos tiene como origen el amianto¡±, expone el responsable de CC OO.
De hecho, la gran mayor¨ªa de los c¨¢nceres ocupacionales reconocidos en Espa?a son producidos por amianto. De los 23 de 2015, 19 ten¨ªan esta causa; dos el polvo de madera dura, una el cromo y una a hidrocarburos arom¨¢ticos polic¨ªclicos. Las estimaciones del estudio presentado en el SEE, sin embargo, no se?ala al mesotelioma como el que produjo m¨¢s coste a las arcas del Estado. El mayor gasto en hombres correspondi¨® a c¨¢ncer de pulm¨®n, seguido de vejiga, colon y, en quinto lugar, mesotelioma. En las mujeres correspondi¨® a c¨¢ncer de mama, mesotelioma en segundo lugar, seguido de pulm¨®n y renal.
Litigios tras el reconocimiento oficial
Unas resistencias de amianto en las v¨ªas del tren fueron muy probablemente las causantes del mesotelioma pleural que le diagnosticaron a Manuel Galisteo en 2014. Este tumor es el c¨¢ncer ocupacional que se reconoce de forma m¨¢s clara y que tiene m¨¢s casos recogidos oficialmente. La Seguridad Social determin¨® r¨¢pidamente que su tumor fue por culpa del trabajo que desempe?aba. No hab¨ªa mucha duda: hab¨ªa estado en contacto con esta sustancia y trabajaba desde los 17 a?os en Adif (entonces Renfe). As¨ª, lo que comenzaba siendo una baja convencional, que habr¨ªa conllevado una reducci¨®n progresiva de salario, se convirti¨® en una laboral, con el 100% del sueldo.
A partir de ah¨ª, empez¨® un rosario de juicios para reclamar m¨¢s derechos que ha ido ganando hasta el a?o pasado. El primero, porque su mutua no quer¨ªa aceptar el recargo de prestaciones (un plus que se aplica cuando un accidente de trabajo, o una enfermedad profesional se ha producido por una deficiente aplicaci¨®n de las medidas de prevenci¨®n de riesgos laborales) del 50% que determin¨® la Seguridad Social. En dos instancias distintas los jueces le dieron la raz¨®n, de forma que est¨¢ cobrando el equivalente a un sueldo y medio. El siguiente litigio se produjo con Adif, a la que reclamaba una indemnizaci¨®n de 350.000 euros como compensaci¨®n por la enfermedad. La empresa ofrec¨ªa 80.000 y un juez determin¨® que fueran 250.000. ¡°Mi abogado me recomend¨® no seguir recurriendo para no alargar el proceso, teniendo en cuenta que no s¨¦ si voy a vivir muchos m¨¢s a?os¡±, explica Galisteo. Hoy tiene 59 y, seg¨²n dice, unos cuantos ganados, ya que no le daban una esperanza de vida de m¨¢s de dos a?os cuando le diagnosticaron su c¨¢ncer.
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