C¨®mo frenar la retirada de denuncias de violencia de g¨¦nero

Leila Mohamed se considera una mujer fuerte. Lleva 25 a?os trabajando en la Polic¨ªa Nacional y 10 en Homicidios. Sin embargo, no puede quitarse de la cabeza algunos casos dram¨¢ticos de mujeres asesinadas que investig¨® ni cree que habr¨ªa sido ¡°capaz de soportar tanto dolor¡± como ha visto. Ahora su funci¨®n es m¨¢s agradecida porque ya no empieza por el final, sino que intenta evitar desde el principio la violencia de g¨¦nero. Esta subinspectora dirige la Oficina de denuncias y asistencia a las v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero en Valencia, una experiencia piloto que ha puesto en marcha la Consejer¨ªa de Justicia de la Generalitat en colaboraci¨®n con el Ministerio del Interior.

En sus seis meses de vida, la oficina ha tratado a unas 360 mujeres y ha logrado que, de momento, ninguna de las m¨¢s de 200 v¨ªctimas que han presentado denuncia se haya retirado en el proceso, como es muy frecuente que suceda en este tipo de delitos y certifican los informes anuales de las fiscal¨ªas de las comunidades aut¨®nomas (entre el 50% y 70% de las denuncias se retiran). La clave est¨¢ en el apoyo integral y continuado que recibe la mujer que entra en esta oficina, ubicada en la Ciudad de la Justicia, explica Mohamed.

¡°Todos aquellos recursos de ayuda a las v¨ªctimas se concentran y se reciben desde el minuto cero: tenemos polic¨ªa, trabajador social, psic¨®logo y letrado, e incluso asistencia forense si se requiere. Tenemos un espacio para los ni?os, para que las madres puedan venir acompa?adas de sus hijos pero puedan hablar libremente. La v¨ªctima no tiene que desplazarse a distintos servicios; muchas veces no llega hasta el final, porque empieza a dudar, pierde el valor, ya no encuentra tiempo. Antes de pasar a la denuncia, hay que resolver las dudas, atender a los problemas psicol¨®gicos, sociales, econ¨®micos si los hay y as¨ª obtenemos m¨¢s colaboraci¨®n por su parte. La acompa?amos en todo momento¡±, se?ala.

Informaci¨®n completa

¡°La v¨ªctima sale con la primera valoraci¨®n policial del riesgo, que viene complementada con la valoraci¨®n psicosocial y de la peligrosidad del agresor. Cuando el atestado llega a sede judicial la informaci¨®n es m¨¢s completa y es m¨¢s f¨¢cil adoptar las medidas de protecci¨®n¡±, apunta. Mohamed comprende la inquietud social ante casos de asesinatos de mujeres que hab¨ªan denunciado o ten¨ªan medias de protecci¨®n. Incide en la necesidad de analizar los fallos pero defiende la labor policial. ¡°Si no denuncias, seguro que no tendr¨¢s protecci¨®n¡±, razona. Son muchos los casos en que la polic¨ªa evita la tragedia, pero no salen en los medios de comunicaci¨®n. En lo que llevamos de a?o ha habido 49 muertes por violencia machista, m¨¢s que todo el pasado a?o.

?Qu¨¦ piden las mujeres cuando llegan a la oficina? ¡°Las mujeres no piden, esperan. Llegan perdidas, muchas veces esperan que adivines su problema, que se lo saques. Por eso muy importante la atenci¨®n psicol¨®gica y de los que estamos all¨ª. Alguna nos da las gracias por ayudarles a sacarlo todo¡±, responde Mohamed. Su dilatada experiencia policial le dicta que ¡°la violencia est¨¢ en toda la sociedad, en todos los niveles sociales, si bien la victimizaci¨®n quiz¨¢ se acuse m¨¢s en los estratos inferiores por la dependencia econ¨®mica o falta de apoyo social y familiar¡±.

Las mujeres llegan a la oficina de Mohamed por su propio pie, derivadas de las asociaciones de v¨ªctimas, principalmente, y algunas recomendadas desde otras comisarias. La intenci¨®n es que esta iniciativa piloto lanzada por la antigua fiscal y portavoz del Consejo General del Poder Judicial y hoy consejera de Justicia, Gabriela Bravo, se pueda implantar en otros lugares de Espa?a si el modelo se consolida.

¡°He sido siempre muy sensible a esta problem¨¢tica, pero le aseguro que investigar un homicidio de violencia de g¨¦nero es muy duro y te hace m¨¢s sensible a¨²n. Lo que m¨¢s me han marcado son las muertes, cuando investigas y te haces una idea de lo mucho que ha sufrido esa mujer y es terrible llega a concluir que, a pesar de la crueldad de la muerte, era lo menos doloroso para ella. Ahora vuelvo a casa muchas veces orgullosa, porque puedo ayuda a evitar eso y veo a muchas mujeres empoderarse e ilusionarse con cambiar su vida¡±, concluye.