Nueva York ¡®exporta¡¯ a personas sin techo por todo Estados Unidos
La mayor ciudad del pa¨ªs destin¨® 89 millones de d¨®lares a enviar a miles de familias a otras localidades
Bill de Blasio prometi¨® al tomar las llaves de Nueva York que iba a acabar con la desigualdad que part¨ªa la ciudad entre pobres y ricos. Para ello se marc¨® como prioridad combatir la crisis que afrontaba la mayor metr¨®poli de los Estados Unidos por el incremento de las personas sin techo. Casi seis a?os despu¨¦s, el dem¨®crata es criticado por otros alcaldes por un programa que le permiti¨® exportar a miles de familias sin hogar a otras localidades por todo el pa¨ªs.
El controvertido programa de asistencia especial ¨²nica (SOTA, por sus siglas en ingl¨¦s) forma parte del Departamento de Servicios a Personas sin Hogar (DHS). De acuerdo con la informaci¨®n revelada por la prensa local, la ciudad destin¨® 89 millones de d¨®lares para cubrir el transporte, el alquiler de un a?o y los muebles de 12.482 personas que se mudaron de la ciudad. Eso equivale a unas 5.070 familias desde que el programa especial de asistencia ¨²nica se activ¨® en agosto de 2017.
La ciudad los despleg¨® por m¨¢s de 370 localidades en 32 estados, incluidos territorios remotos como Puerto Rico o Haw¨¢i. Las autoridades de Nueva York nunca informaron a las localidades receptoras sobre el estado financiero de los nuevos residentes que acog¨ªan. La relocalizaci¨®n se hace, adem¨¢s, sin que el beneficiario tenga que demostrar un v¨ªnculo con la comunidad de destino.
Newark, al otro lado del r¨ªo Hudson en Nueva Jersey, identific¨® a 1.200 familias que forman parte de este programa. Ahora se dispone a adoptar una orden municipal para prohibir que su vecina le siga enviando personas sin techo a trav¨¦s de SOTA. El alcalde de Mount Vermont, Andr¨¦ Wallace, en el condado de Westchester, tambi¨¦n exige a Bill de Blasio que se haga cargo de las personas que le envi¨®.
La Coalici¨®n para las Personas sin Hogar cuantifica en 63.840 las personas sin hogar en la ciudad de Nueva York. El recuento se hace cada enero. Las cifras, indican desde la organizaci¨®n, no pararon de crecer con Bill de Blasio. En el caso de los hombres adultos se duplic¨® en n¨²mero durante los ¨²ltimos 10 a?os, hasta superar los 18.000 individuos. Las familias pasaron de 9.600 a 15.000 en ese periodo.
Dudosa legalidad
Algunas de las personas trasladadas llegaron hasta Honolulu, a casi 5.000 kil¨®metros de Nueva York. El dem¨®crata John Mizuno, que preside el comit¨¦ de Salud P¨²blica del Senado de Haw¨¢i, escribi¨® al fiscal general de EE UU para que revise la legalidad de la pol¨ªtica seguida por Nueva York. Considera que el programa ¡°no garantiza la seguridad, el bienestar y el apoyo que necesitan¡± estas personas desplazadas. ¡°Es una receta para el desastre¡±, augura. Haw¨¢i cuenta con un programa similar.
Las autoridades de Irvington en Nueva Jersey lamentan por su parte la falta de coordinaci¨®n y supervisi¨®n. Tony Vauss, su alcalde, insiste en que las personas sin hogar son ¡°ciudadanos vulnerables¡± que requieren atenci¨®n permanente. Cuando la ayuda desaparece, son los receptores los que deben hacerse cargo. Como la alcaldesa de Torrington, en Connecticut, se enter¨® del programa neoyorquino por la prensa.
La gravedad de la crisis, se?alan desde la coalici¨®n, ¡°no es una sorpresa¡±. Se puede comprobar pasando frente al refugio para hombres que gestiona Basic Housing en el barrio del Upper West Side. Es un hervidero de gente que entra y sale del complejo. Hace unos a?os ofrec¨ªa apartamentos a turistas. Se incorpor¨® al sistema para responder al aumento de la poblaci¨®n de personas sin techo.
Los expertos del Manhattan Institute se?alan que este programa refleja la ¡°desesperaci¨®n¡± por tratar de reducir el censo de sin techo. Y aunque trasladarlos a otras localidades donde la vivienda tiene un precio m¨¢s asequible puede ser de ayuda, desde la Coalici¨®n de Personas sin Hogar se advierte de que no es una opci¨®n realista para personas que no pueden ser autosuficientes cuando expira el subsidio.
Ahorro para el contribuyente
¡°Es injusto que la ciudad m¨¢s grande de EE UU aborde el problema de las personas sin hogar envi¨¢ndolas a otras comunidades sin avisarlas¡±, lamenta el alcalde de Yonkers, Mike Spano. Esta localidad en los suburbios de Nueva York recibi¨® a m¨¢s de 130 familias, aunque no tuvieron nunca una notificaci¨®n oficial. La soluci¨®n, coinciden los alcaldes, no es enviar a estas personas a otras ciudades.
El DHS niega estar ¡°exportando¡± a estas familias e insiste en que el programa est¨¢ dise?ado para ayudarles a encontrar una vivienda para que puedan iniciar una nueva vida. Para justificarlo, explica que acogerlos en los refugios administrados por la ciudad cuesta hasta 70.000 d¨®lares (66.176 euros) para una familia con hijos, mientras que pagarles un alquiler en otra ciudad ronda los 17.500 d¨®lares (15.794 euros).
El argumento del ahorro para el contribuyente, sin embargo, es cuestionable y no solo porque se transfiere el coste a otras ciudades. El 35% de los beneficiarios de este programa de asistencia se mud¨® en los l¨ªmites del ¨¢rea metropolitana, donde los alquileres son m¨¢s altos. Y muchos, adem¨¢s, acaban volviendo a los refugios en Nueva York a los pocos meses por las malas condiciones de las viviendas.
El Senado del Estado de Nueva York est¨¢ investigando el programa de asistencia a ra¨ªz de las numerosas protestas de los alcaldes. Tambi¨¦n lo est¨¢ haciendo el propio Ayuntamiento, tras detectar ¡°vulnerabilidades severas¡± en su ejecuci¨®n y las responsabilidades que asumen los propietarios de las viviendas de acogida.
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