La Iglesia francesa afronta ya 2.800 denuncias de abusos

El trabajo no se habr¨¢ completado hasta 2021, pero las primeras conclusiones de la comisi¨®n independiente encargada de investigar los casos de pederastia en el seno de la Iglesia cat¨®lica francesa ofrecen ya un panorama de la magnitud y profundidad de un problema que ha provocado una profunda crisis en la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica nacional y soliviantado a toda la sociedad. Seg¨²n un primer informe presentado este jueves durante la reuni¨®n anual de la Conferencia Episcopal Francesa, en solo cinco meses se han recibido 2.800 denuncias de posibles v¨ªctimas que, en el momento de sufrir los abusos, la mayor parte de las veces a manos de un cura, eran menores de edad. M¨¢s de un tercio apenas hab¨ªa cumplido los diez a?os.

Hace menos de un a?o se cre¨® la Comisi¨®n Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) para que investigue los casos de pederastia y abusos sexuales cometidos por religiosos franceses desde 1950. Y hace solo cinco meses desde que empez¨® a recibir testimonios. Pero las dos decenas de especialistas en derecho penal o can¨®nico, psic¨®logos, antrop¨®logos, soci¨®logos y trabajadores sociales que la conforman tienen ya trabajo de sobra. Seg¨²n ha revelado su presidente, Jean-Marc Sauv¨¦, este jueves en el marco de la Conferencia Episcopal de Francia que se celebra esta semana en Lourdes, hasta la noche del mi¨¦rcoles la Ciase hab¨ªa recibido 2.800 denuncias. La gran mayor¨ªa han sido por tel¨¦fono o por correo, pero hasta un centenar de presuntas v¨ªctimas se han personado ante los investigadores para dar su testimonio.

Y estos, ha reconocido Sauv¨¦ en rueda de prensa tras presentar sus conclusiones ante los 120 obispos galos, permiten pensar que la tarea est¨¢ a¨²n lejos de concluir.

El patr¨®n empieza a estar algo m¨¢s claro. Por el perfil de los denunciantes, en su inmensa mayor¨ªa (82%) de edades entre 50 y 70 a?os o m¨¢s, ¡°la mayor¨ªa de los abusos reportados se produjeron entre los a?os 1950, 1960 y 1970, mucho m¨¢s que las d¨¦cadas posteriores¡±, dijo Sauv¨¦. Aunque, subray¨® de inmediato, ¡°sin duda, la investigaci¨®n no ha concluido¡±.

Tambi¨¦n se va aclarando el perfil del abusador: en su inmensa mayor¨ªa (98%) fueron hombres y, tambi¨¦n mayoritariamente (71%) curas, mientras que el resto ocupaba diversos puestos dentro de la Iglesia.

Las cifras reveladas este jueves son mucho m¨¢s altas que las manejadas hasta ahora por la Iglesia francesa. Cuando hace justo un a?o, en Lourdes, se anunci¨® la creaci¨®n de la comisi¨®n independiente, la Conferencia Episcopal inform¨® de que desde 2010 se hab¨ªan recibido 433 denuncias por pederastia, de las que 212 hab¨ªan sido transmitidas a la justicia y 36 resultaron en procesamientos, una decena con penas de prisi¨®n.

No es algo que sorprenda a Sauv¨¦. Una ¡°parte significativa¡± de las personas que han dado el paso y han denunciado en los ¨²ltimos meses los abusos sufridos en la Iglesia ¡°jam¨¢s se lo han contado¡± siquiera a sus parientes o amigos, ha apuntado.

Sauv¨¦ ha reconocido que han tenido que cambiar un poco su estrategia a la vista del impacto de los testimonios. En un principio, la comisi¨®n no consider¨® que escuchar directamente a las v¨ªctimas fuera a constituir una ¡°pieza decisiva¡± de la investigaci¨®n. Sin embargo, tras escuchar los testimonios ¡ª800 de los denunciantes se ha prestado ya a rellenar un cuestionario especial preparado por la Ciase y una veintena de v¨ªctimas han sido recibidas en audiencia por los investigadores, una pr¨¢ctica que la comisi¨®n quiere ampliar¡ª se ha cambiado de parecer y se dar¨¢ m¨¢s protagonismo a los testimonios directos. ¡°Percibimos tambi¨¦n el sufrimiento y traumatismo profundo sufrido por las heridas que han quedado y la gesti¨®n de los casos que, en el pasado, fue a menudo deficiente¡±, ha dicho Sauv¨¦. En muchos casos, se trata de ¡°vidas arruinadas¡± por los abusos sufridos: ¡°Es una experiencia de la que no se puede salir ni inalterado ni indemne¡±, ha subrayado. Gracias a estos testimonios, ha agregado, ¡°percibimos y comprendemos mejor el contexto de urgencia de [investigar] los abusos y las consecuencias que estos abusos han podido tener¡±.