El ¡®acqua alta¡¯ vuelve a paralizar Venecia
La ciudad vuelve a inundarse con un nivel de marea de 160 cent¨ªmetros, que deja la plaza de San Marcos blindada

La marea alta de este viernes ha sumergido por cuarta vez Venecia en lo que va de la semana. Son los cuatro d¨ªas y noches m¨¢s largos de las ¨²ltimas d¨¦cadas. A las 9.30, el acceso en la plaza de San Marcos qued¨® blindado y fueron retiradas las pasarelas que conectan la plaza con la orilla sobre el Gran Canal. El servicio de transporte p¨²blico fue suspendido desde esa hora hasta las tres de la tarde. Hasta ese momento, cuando el nivel del agua comenzaba a disminuir, escuelas, colegios y museos (Palacio Ducale, Museo Ca¡¯Pesaro, Palacio Fortuny, Galer¨ªa Giorgio Franchetti, Fundaci¨®n Querini Stampalia), tiendas, supermercados y oficinas permanecieron cerrados. En los campos y calles flotaban bolsas de basura, escupidas por la marea. De nuevo se repet¨ªa el triste escenario de una ciudad hundida desde hace cuatro d¨ªas. Una ciudad triste, herida.
Centenares de estudiantes de la Universidad Ca¡¯Foscari, listos para su graduaci¨®n en la plaza de San Marcos, se vieron atrapados en la veneciana estaci¨®n de trenes de Santa Luc¨ªa. El Centro de Previsi¨®n de Mareas de Venecia, a las 11.20 esperaba una acqua alta de 150 cent¨ªmetros sobre el nivel medio del mar, pero en realidad fue de 160. Esto quiere decir que para caminar por el 80% de las calles de la vieja urbe era necesario llevar puestas las botas de goma hasta la cadera. Pero nadie se esperaba otra vez la paralizaci¨®n de la ciudad y el agua invadiendo habitaciones, comercios, museos y palacios. As¨ª que, por cuarto d¨ªa consecutivo, sonaron las sirenas de alerta con el rumor de toque de queda que pone a todos en alerta roja. Quienes poseen botas altas pudieron caminar, con cuidado y despacio, por las calles inundadas. La mayor¨ªa de turistas y estudiantes no llevan una prenda que puede costar unos 100 euros por par.
El viento de siroco matutino ha contribuido a empujar y a subir el nivel del agua marina en la ciudad milenaria, construida sobre una laguna y conectada al mar Adri¨¢tico a trav¨¦s de tres bocas de puerto (Lido, Malamocco y Chioggia). El agua entr¨® piano piano, pero no con la intensidad el pasado 12 de noviembre. Ese d¨ªa Venecia sufri¨® su peor inundaci¨®n desde 1966.
Las ambulancias no pod¨ªan pasar por muchos puentes. Al mediod¨ªa el agua hab¨ªa superado la red de cuatro kil¨®metros de pasarelas que el Municipio instala en caso de estas subidas de la marea. El agua entr¨® en la Sala del Consejo Municipal.
Julia Mart¨ªnez L¨¢zaro, una turista argentina, lleg¨® ayer en tren a Venecia con su marido a pasar un par de d¨ªas. Apenas se asomaron al Gran Canal y vieron c¨®mo el agua sub¨ªa y decidieron suspender la visita. ¡°Estos fen¨®menos clim¨¢ticos tan desagradables no perdonan a nadie. Sucede en los pa¨ªses ricos y pobres¡±, dice mientras se aleja lentamente con una mano agarrada a su marido y con la otra a su bast¨®n.
Gran desilusi¨®n vivieron los 1.500 estudiantes de la Universidad Ca¡¯Foscari de Venecia que deber¨ªan haber celebrado su graduaci¨®n en la plaza de San Marcos con el tradicional lancio dei capelli. ¡°Hoy debi¨® ser un d¨ªa de fiesta, pero la graduaci¨®n se realizar¨¢ cuando las aguas se calmen¡±, dice Raluca Platon, originaria de Ruman¨ªa, mientras toma un capuchino, acompa?ada de sus padres, abuelos y hermanos. ¡°Estoy segura de que Venecia se levantar¨¢¡±, apostilla.
Y mientras los turistas atrapados en la estaci¨®n de tren no terminaban de entender lo que suced¨ªa, la preocupaci¨®n por el estado de salud de la Bas¨ªlica de San Marcos atormentaba al conservador jefe del edificio, el arquitecto Mario Piana, y profesor de Qu¨ªmica de la Restauraci¨®n en la Universidad Ca¡¯ Foscari de Venecia. Para contener el agua, fue instalada una barrera temporal en puerta principal del templo, que impidi¨® que entrase de nuevo en la Bas¨ªlica, pero no en el vest¨ªbulo, que se inunda con una marea de 120 cent¨ªmetros. Y con el pico m¨¢ximo de ayer, el vest¨ªbulo, como el resto de la Plaza de San Marcos, parec¨ªa un pedazo del mar. ¡°La situaci¨®n no es tan grave como la del martes pasado, pero es delicada. Estas mareas son tremendas. Las secuelas no son como las de un r¨ªo desbordado, que a su paso deja fango. El agua salada no produce da?os mec¨¢nicos, pero podr¨ªamos compararlos con los efectos secundarios que se crean en una persona cuando se somete una radiaci¨®n: despu¨¦s de una semana comienza a perder el pelo y con el tiempo, los efectos son peores¡±, dice Piana a EL PA?S.
Por su parte, el ingeniero Pierpaolo Campostrini, procurador de la Bas¨ªlica de San Marcos declara que el edificio bizantino, s¨ªmbolo de Venecia, no puede seguir cada invierno "como si fuera una piscina". Campostrini tiene bajo la manga un proyecto para proteger del acqua alta, en el corto plazo la bas¨ªlica y la Plaza San Marcos. Consiste en instalar una barrera de protecci¨®n debajo de la cuenca de San Marcos que devuelva el agua al mar con una marea de 160 cent¨ªmetros. ¡°No sabemos cu¨¢ndo funcionar¨¢ el MOSE, si es que lo hace. No podemos perder tiempo. Los pol¨ªticos hablan y no resuelven nada¡±, dice con vehemencia Campostrini.
El MOSE, el proyecto de compuertas m¨®viles que promete salvar Venecia de las mareas altas es toda una inc¨®gnita. Conocido tambi¨¦n como el Mois¨¦s, el M¨®dulo Experimental Electromec¨¢nico es una mega obra de ingenier¨ªa compleja que est¨¢ prevista para 2021 tras a?os de retrasos y corrupci¨®n que han retrasado su ejecuci¨®n.
Stefano Boato, exprofesor universitario jubilado y miembro de la comisi¨®n ambiental que en los Ochenta realiz¨® los estudios de impacto ambiental del MOSE, asegura que el proyecto puede crear m¨¢s da?os que soluciones. ¡°En una situaci¨®n de marea alta con viento violento, como la del 12 de noviembre, es probable que las compuertas m¨®viles, que pesan toneladas, empiecen a vibrar como las alas de una mariposa; tal efecto crear¨ªa la imposibilidad de gobernar cada una de las 72 esclusas¡±.
En los ¨²ltimos 20 a?os, Boato ha escrito centenares de informes, en los cuales la recomendaci¨®n para salvar Venecia de las mareas altas es devolver a laguna su equilibrio natural. ¡°Esto no ha sido posible porque los barcos que entran a Venecia son cada vez m¨¢s grandes. Las bocas de puerto se han convertido en una especie de autopista de los cruceros y una puerta para la entrada del agua y del viento en la ciudad¡±. Seg¨²n Boato, debido al calentamiento del planeta y a la subida del nivel del mar, dentro de 30 a?os, el MOSE no ser¨¢ capaz de frenar las mareas altas en Venecia.
Y mientras los venecianos siguen con las botas puestas, colegiales y universitarios, que en estos d¨ªas no asisten a clase, se levantan temprano, se ponen un impermeable y botas de goma para ayudar a recoger la basura escupida por le mar. ¡°Hoy encontramos ratas muertas, zapatos, ropa¡±, dice la joven estudiante Laura Trinco. A las cinco de la tarde, Laura y su amiga Emily Phlips, de origen brit¨¢nico hac¨ªan cola en la Fundaci¨®n Querini Stampalia para ayudar a secar los miles de libros mojados durante la marea del 12 de noviembre. ¡°Venecia no puede morir¡±, repiten.
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