Los obispos viven ¡°con perplejidad y sobresaltados¡± la actualidad pol¨ªtica

Rompiendo una tradici¨®n, la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) no emiti¨® orientaci¨®n alguna para sus fieles en las dos ¨²ltimas elecciones generales ni felicit¨® esta vez a su ganador, el l¨ªder socialista Pedro S¨¢nchez. Apenas una semana m¨¢s tarde, se dicen ¡°sobresaltados¡±, en palabras de su presidente, el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Bl¨¢zquez. Lo dijo esta ma?ana en el discurso inaugural de la asamblea de oto?o de la CEE, ante un centenar de prelados, varios invitados de otras iglesias y treinta medios de comunicaci¨®n. ¡°En los ¨²ltimos d¨ªas personas con responsabilidades pol¨ªticas han emitido opiniones sobre nuestra situaci¨®n; unas claras que tranquilizan, otras bastantes oscuras que dejan perplejidad y otras de car¨¢cter reivindicativo que crean sobresaltos. Como estas manifestaciones que se han ido sucediendo rozan con frecuencia aspectos fundamentales de la Constituci¨®n aprobada el a?o 1978, la inquietud afecta m¨¢s hondamente a nuestra convivencia¡±.

Sin citar la reciente disputa entre la poderosa organizaci¨®n Escuelas Cat¨®licas y la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢, en cuanto a que el art¨ªculo 27 de la Constituci¨®n no avala la libre elecci¨®n de colegio, el cardenal Bl¨¢zquez enunci¨® la posici¨®n de la Iglesia cat¨®lica. Para ello mencion¨® textos del concilio Vaticano II y de la Comisi¨®n Teol¨®gica Internacional sobre ¡°la familia como n¨²cleo fundamental de la sociedad y de la humanidad¡± y sobre la responsabilidad (derecho y obligaci¨®n) de los padres en la educaci¨®n de sus hijos, sin aludir en concreto a la ense?anza religiosa concertada. Dijo: ¡°A los padres corresponde el derecho de determinar la forma de educaci¨®n religiosa que se ha de dar a sus hijos, de acuerdo con su propia convicci¨®n religiosa. El poder civil debe respetar este derecho y los educadores deben cumplirlo con dedicaci¨®n y calidad¡±.

La actualidad ha complicado hasta la redacci¨®n del discurso inaugural. Desde siempre, se entrega el texto a los asistentes a la plenaria antes de ser le¨ªdo, publicado d¨ªas antes por la editorial Edice en un bello formato y con letras especiales. Esta vez hubo que demorar la entrega, que lleg¨® con una hoja separada, como salida a ciclostil de una maquina copiadora que en la dictadura se conoc¨ªa como la vietnamita. Ven¨ªa al final de libro y al final la ley¨® el cardenal Bl¨¢zquez, no sin antes suprimir el ¨²ltimo cap¨ªtulo previsto, titulado ¡°El camino hacia el Congreso de laicos¡±.

Resultar¨ªa chocante que los obispos no dedicasen esta semana al menos una jornada (la plenaria acaba el viernes) para debatir en torno a otras actualidades, teniendo en cuenta las vicisitudes a las que creen enfrentarse si finalmente se forma un gobierno PSOE-Unidas Podemos. Sus temores son ya una letan¨ªa cuando gobierna la izquierda: la denuncia o reforma de los Acuerdos con el Estado vaticano, de los que se derivan incontables privilegios; la publicaci¨®n comprometida por el Gobierno S¨¢nchez hace un a?o de la lista de inmatriculaciones realizadas por muchos prelados en una aut¨¦ntica desamortizaci¨®n a la inversa; el cobro del IBI a los bienes eclesi¨¢sticos y la definitiva y real separaci¨®n del Estado respecto a la Iglesia romana.

Seg¨²n Bl¨¢zquez, si un futuro Gobierno abordase reformas en esa direcci¨®n, o a¨²n m¨¢s radicales, se estar¨ªa atacando al ¡°esp¨ªritu de la Transici¨®n¡±. As¨ª se titula el cap¨ªtulo a?adido a su discurso, de casi 4.834 palabras. Dijo: ¡°Los espa?oles hicimos una Transici¨®n de un r¨¦gimen a otro y de una norma fundamental a otra, en un horizonte de futuro que se divisaba lleno de incertidumbres. Muchos factores hicieron posible la concordia que por una parte expresa nuestra Constituci¨®n y por otra desea garantizarla. Con la aspiraci¨®n al encuentro o al reencuentro de todos, despu¨¦s de muchos a?os de separaciones interiores y exteriores; mediante la purificaci¨®n de la memoria y la b¨²squeda con grandes dosis de generosidad y confianza mutua se lleg¨® a un consenso donde pudi¨¦ramos convivir todos en libertad y respeto, a trav¨¦s del di¨¢logo. La Constituci¨®n fue una meta alcanzada por todos; y lo gozosamente conseguido fue origen y gu¨ªa para un camino abierto. Ser¨ªa preocupante desconocer y minusvalorar este hito fundamental de nuestra historia contempor¨¢nea¡±.

El l¨ªder episcopal no rechaza que pueda cambiarse la Constituci¨®n de 1978, que, por otra parte, muchos prelados execraron por atea y antirreligiosa (y no pocos porque no citaba a Dios en ninguno de sus art¨ªculos, sin caer en la cuenta de que tampoco lo hace la Carta Magna del Estado Vaticano). Pero Bl¨¢zquez teme que se haga en el caos. Dice: "La concordia de todos dentro de las leg¨ªtimas diversidades es un bien inestimable. Que la tentaci¨®n del caos no prevalezca nunca sobre la unidad asegurada por la Constituci¨®n¡±.

Antes, el presidente de la CEE hab¨ªa hecho un largo an¨¢lisis de la declaraci¨®n del concilio Vaticano II sobre la libertad religiosa y el di¨¢logo interreligioso, en lo que parec¨ªa una defensa de la apertura del papa Francisco a otras religiones, especialmente la musulmana y a los evang¨¦licos. Fue al final de ese apartado donde el cardenal abord¨® el tema de los cuidados paliativos para frenar la legalizaci¨®n de la eutanasia, citando para ello una declaraci¨®n conjunta de jud¨ªos, cristianos y musulmanes, del pasado 28 de octubre. "Nos oponemos a cualquier forma de eutanasia ¨Cque es el acto directo, deliberado e intencional de quitar la vida¨C as¨ª como al suicidio asistido m¨¦dicamente ¨Cque es el apoyo directo, deliberado e intencional a suicidarse¨C porque contradicen fundamentalmente el valor inalienable de la vida humana", dicen los firmantes del manifiesto, el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida; el rabino Abraham Steinberg, copresidente del Consejo Israel¨ª de Bio¨¦tica, y Syamsul Anwar, presidente del Comit¨¦ Central de la Muhammadiyah de Indonesia.