Greta Thunberg, estrella a rega?adientes: ¡°No quiero ser la ¨²nica voz de la juventud¡±

Greta Thunberg ha entrado este domingo de inc¨®gnito en un aula de la Universidad Complutense de Madrid, esquivando a los periodistas que se hab¨ªan enterado de la visita.?Se cubri¨® con la capucha de una sudadera azul y lleg¨® a paso r¨¢pido a un aula en la que en d¨ªas normales estudiantes chinos toman clases de espa?ol. Su entrada furtiva sin aviso oficial a la prensa es el estilo Greta, una estrella cansada de tanto brillo, inc¨®moda con un papel protagonista que es un arma de doble filo.

Thunberg estuvo reunida algo m¨¢s de una hora con su padre, su jefe de prensa y otros activistas en una sala donde el ¨²nico cartel dec¨ªa en espa?ol: "?Latinoam¨¦rica vencer¨¢ al fascismo! ?Nuestro norte es el sur!". Preparaban la puerta cerrada los planes para la segunda semana de la Cumbre del Clima, la m¨¢s decisiva, y hab¨ªan escogido la Complutense porque es la sede de la "contracumbre", el lugar de reuni¨®n de cientos de grupos de presi¨®n a favor de la protecci¨®n del medio ambiente.

Thunberg tom¨® la palabra para decir que quiere un rol secundario en los dos eventos donde est¨¢ previsto que participe. "No quiero ser la ¨²nica voz de la juventud en la Cumbre", les dijo, seg¨²n personas presentes. Fuera de la sala comenzaban a aglomerarse periodistas que hab¨ªan escuchado el rumor. La adolescente de 17 a?os no hab¨ªa aparecido en un acto p¨²blico en Madrid desde el viernes, en la gran marcha por el clima. Tuvo que retirarse de all¨ª de urgencia por motivos de seguridad, aunque luego apareci¨® en el escenario para dar un breve discurso. La atenci¨®n medi¨¢tica es una bola que no ha parado de crecer desde que en agosto de 2018 inici¨® una protesta en solitario en Estocolmo. En Madrid, se hab¨ªan acreditado para la rueda de prensa que dio el viernes antes de la marcha 420 periodistas, una cifra extraordinaria para una comparecencia en la capital espa?ola.

Es la paradoja con la que se ha encontrado. Empez¨® su primera acci¨®n para que le escucharan y ahora su voz est¨¢ impidiendo que se escuchen las de otros. "Es absurdo", le dijo el viernes al peri¨®dico sueco Aftonbladet, despu¨¦s de causar una conmoci¨®n a su llegada por la ma?ana a la estaci¨®n de ferrocarril de Chamart¨ªn. "Me hace gracia. No entiendo c¨®mo hemos llegado a esto".

"No me gusta estar en el centro del foco todo el tiempo, pero es una cosa positiva", a?adi¨®. "Mientras la prensa escriba de m¨ª, tambi¨¦n escriben de la crisis del clima. Si es una manera de escribir de la crisis del clima, entonces creo que es bueno".

Hace tiempo que dosifica las entrevistas. Tambi¨¦n pide a los periodistas que se fijen en otros activistas como ella. Thunberg es sensible a las cr¨ªticas que se?alan que parte de su ¨¦xito se debe a que es blanca y de un pa¨ªs rico. No quiere que su voz impida que sean escuchadas las de otros j¨®venes de pa¨ªses pobres, m¨¢s expuestos a los desastres del cambio clim¨¢tico.

En la reuni¨®n de este domingo program¨® su agenda para la semana entrante. Ser¨¢n dos actos en la sede oficial de la Cumbre, en el recinto de Ifema: uno, este lunes por la ma?ana junto a la pol¨ªtica alemana Luisa Neuebauer y otros activistas j¨®venes. Otro, el mi¨¦rcoles acompa?ada del actor estadounidense Harrison Ford y representantes del movimiento por el clima en Chile y Espa?a.

De acuerdo con personas que participaron en la reuni¨®n, Thunberg est¨¢ frustrada porque no siente que los delegados de casi 200 pa¨ªses reunidos en Ifema est¨¦n escuchando la voz de la calle. No ha notado posturas m¨¢s ambiciosas, de cara a la fase final de la cumbre.

Al salir del aula avanz¨® protegida por una decena de activistas espa?oles de Fridays for Future, su movimiento. Subi¨® una planta para entrar a un aula donde la esperaban decenas de j¨®venes a los que agradeci¨® su apoyo y tambi¨¦n se excus¨® por tanta atenci¨®n centrada en ella. Una activista francesa autora de un libro vio el alboroto y se acerc¨® con un ejemplar. All¨ª mismo mientras Thunberg caminaba hacia la salida se lo firm¨® en ingl¨¦s: "Con amor para Greta". La celebridad sueca lo rechaz¨® con un "perd¨®n", sin parecer entender qu¨¦ quer¨ªa y la autora se qued¨® con el libro en mano.

Se fue sin hacer declaraciones a los periodistas. "Se agobia mucho con la presi¨®n medi¨¢tica. Se siente m¨¢s c¨®moda en espacios seguros", dice Alejandro Mart¨ªnez, portavoz espa?ol de Fridays for Future. Los activistas dicen que est¨¢ molesta con las escenas vividas el viernes. Lleg¨® tarde a la manifestaci¨®n que parti¨® de la estaci¨®n de Atocha porque apenas pod¨ªa avanzar desde el centro cultural cercano a ese punto donde dio la rueda de prensa, la Casa Encendida. Curiosos se interpon¨ªan en su camino, queriendo grabarla con el m¨®vil; la prensa la rode¨® en todo momento.

Thunberg est¨¢ deseando volver a Estocolmo para reunirse con su madre, su hermana y sus perros, seg¨²n las personas que han hablado con ella en los ¨²ltimos d¨ªas. Dan por hecho que no se quedar¨¢ hasta el viernes, el ¨²ltimo d¨ªa de la cumbre. En Navidad decidir¨¢ qu¨¦ hace en la siguiente etapa, si adopta un papel m¨¢s secundario o sigue al frente del movimiento. Pero haga lo que haga, sabe que su car¨¢cter de icono no desaparecer¨¢.