Diputadas turcas cantan ¡®Un violador en tu camino¡¯ en el Parlamento ¡°por las que no pueden hacerlo en la calle¡±
Las congresistas protestan durante una comparecencia del ministro del Interior despu¨¦s de que la polic¨ªa reprimiera una marcha feminista
Cuando el colectivo chileno Lastesis ide¨® la letra y la coreograf¨ªa de la canci¨®n Un violador en tu camino, probablemente nunca imagin¨® que dar¨ªa la vuelta al mundo hasta convertirse en un himno contra el patriarcado, y mucho menos que terminar¨ªa siendo cantada a la cara de un ministro de Interior en el hemiciclo del Parlamento de Turqu¨ªa. Sucedi¨® en la noche del pasado s¨¢bado, cuando varias diputadas de la oposici¨®n entonaron la canci¨®n mientras golpeaban las mesas de sus esca?os, en protesta por la represi¨®n violenta contra varias mujeres que interpretaban la coreograf¨ªa una semana antes en Estambul, que acab¨® con varias de ellas detenidas.
¡°No se lo tom¨® muy bien, la verdad. Se lo tom¨® personalmente y como una ofensa al Estado¡±, admite Aysu Bankoglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y una de las diputadas de esta formaci¨®n socialdem¨®crata ¡ªla principal de la oposici¨®n turca¡ª que cant¨® la canci¨®n en el Parlamento. La comparecencia del titular de Interior, el derechista Suleyman Soylu, se hab¨ªa alargado y ya casi era medianoche cuando toc¨® el turno de preguntas de la oposici¨®n. Entonces, la diputada encargada del cuestionario, Sera Kadigil, tom¨® el micr¨®fono y dijo: ¡°Hay una coreograf¨ªa que empez¨® en Chile y se ha extendido por todo el mundo para llamar la atenci¨®n sobre la violencia contra las mujeres. Gracias a usted, Turqu¨ªa es el ¨²nico pa¨ªs del mundo donde esta protesta ha sido atacada, as¨ª que tenemos un par de cosas que decirle, se?or ministro¡±.
De esta forma, Turqu¨ªa se convirti¨® tambi¨¦n en el primer pa¨ªs del mundo donde Un violador en tu camino se canta en el Parlamento. Mientras los diputados del CHP enarbolaban retratos de mujeres asesinadas este a?o en Turqu¨ªa (ya van 305 en 2019), ellas entonaron la canci¨®n de Lastesis. Entre las paredes de la sede de la soberan¨ªa nacional reson¨® la letra, traducida del original en espa?ol con peque?as variaciones. Por ejemplo, a ¡°la culpa no era m¨ªa, ni donde estaba ni como vest¨ªa¡± a?adieron ¡°ni lo que beb¨ªa¡±, pues el consumo de alcohol ha sido utilizado por algunos fiscales, jueces y pol¨ªticos islamistas como justificaci¨®n de casos de violaci¨®n, incluido uno en el que la v¨ªctima fue una ciudadana espa?ola.
¡°Nuestra intenci¨®n era llevar al Parlamento la voz de aquellas a las que, mediante el gas lacrim¨®geno y los palos, se les ha impedido cantarla en la calle, reprimi¨¦ndolas por orden del ministro de Interior¡±, explica a EL PA?S la diputada Bankoglu. Desde hace tres a?os, pr¨¢cticamente toda manifestaci¨®n p¨²blica que no cuente con el visto bueno del Gobierno es duramente reprimida, incluidas las marchas por el 8 de marzo y por el D¨ªa de la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre).
Pero la disoluci¨®n a palos de la protesta de medio millar de mujeres que se hab¨ªan reunido en el paseo mar¨ªtimo de Kadik?y (Estambul) el pasado d¨ªa 8 al ritmo de la canci¨®n de Lastesis ha conseguido el efecto contrario: Un violador en tu camino se ha convertido en un himno tambi¨¦n en Turqu¨ªa y se ha bailado en otras grandes ciudades, como Ankara y Esmirna, mientras las organizaciones feministas ensayan cada semana nuevas performances en diversos lugares. De hecho, este domingo, cerca de 200 mujeres se congregaron de nuevo en Estambul, muchas de ellas ataviadas con guantes de color violeta, y ejecutaron la coreograf¨ªa ante un fuerte contingente policial, que, a diferencia del domingo anterior, no dispers¨® la manifestaci¨®n.?
Seis activistas fueron detenidas en la protesta del pasado d¨ªa 8, acusadas de infringir la ley de manifestaciones y de ofensas al presidente y las instituciones del Estado por los versos ¡°el violador eres t¨². La Polic¨ªa. Los jueces. El Estado. El presidente¡±. Ahora est¨¢n en libertad con medidas cautelares y deben firmar cada semana en comisar¨ªa. ¡°Es una verg¨¹enza, nos han impuesto medidas que a veces ni siquiera se imponen a los acusados de violencia contra las mujeres¡±, se queja Fidan Ataselim, una de las arrestadas. ¡°Pero las mujeres estamos ganando confianza en nosotros mismas. ?Que nos detengan si quieren! No vamos a parar¡±.
Seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), casi un 40% de las mujeres en Turqu¨ªa sufren o han sufrido violencia a manos de sus parejas, frente a un 25% en Europa. En los ¨²ltimos meses, varios casos han conmocionado a la opini¨®n p¨²blica, como el de Ceren ?zdemir, asesinada por un desconocido cuando regresaba a su casa. O el de Emine Bulut, cuyo asesinato a manos de su exmarido qued¨® grabado y las palabras de su hija ¡ª¡°Mam¨¢, no te mueras, por favor¡±¡ª dieron la vuelta al mundo. O el de Sule ?et, violada por un colega y luego arrojada desde el piso 20 de una torre de oficinas y cuya muerte fue, en un principio, atribuida a un suicidio.
De hecho, la presi¨®n de las organizaciones feministas ha hecho que el Gobierno instituya una comisi¨®n para investigar varias muertes sospechosas de mujeres cuyos casos hab¨ªan sido cerrados en falso. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha prometido que har¨¢ todo lo que est¨¦ en su mano para poner fin a estos cr¨ªmenes, pero la oposici¨®n critica que desde la llegada al poder de su partido islamista en 2002 los cr¨ªmenes machistas se han multiplicado.
Bankoglu sostiene que precisamente la canci¨®n chilena ha prendido con tanta fuerza en Turqu¨ªa porque refleja bien la ¡°mentalidad patriarcal¡± que impregna las instituciones del Estado. ¡°El Gobierno trata a la mujer no como un individuo, sino como una parte indisoluble de la familia, y eso contribuye a la discriminaci¨®n y la violencia¡±, afirma. Otro ejemplo son los variados motivos por los que los jueces aplican reducciones en las penas de los condenados por violencia contra las mujeres: ¡°Por ejemplo, el acusado se pone corbata durante el proceso y el juez estima que ha tenido un buen comportamiento durante el juicio y le reduce la sentencia de c¨¢rcel¡±.
El problema no son tanto las leyes, dice la diputada, ¡ªprecisamente la Convenci¨®n de Estambul de lucha contra la violencia contra las mujeres fue firmada en 2011 bajo el auspicio del actual Gobierno turco¡ª, sino su aplicaci¨®n o falta de ella. ¡°Hay pocas medidas de protecci¨®n para las v¨ªctimas, falta concienciaci¨®n en los tribunales y entre los dirigentes. Porque la mayor responsabilidad recae en los dirigentes del Estado que son los que deben hacer m¨¢s por erradicar la violencia machista¡±, explica: ¡°Tambi¨¦n por eso hicimos esta protesta en el Parlamento, porque los responsables del Estado son los que est¨¢n en posici¨®n de acabar con esta violencia¡±.
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