La Fiscal¨ªa turca, tras la denuncia de una espa?ola por violaci¨®n: ¡°Si vas a un bar a esas horas, es normal¡±
La defensa de una joven espa?ola de la que abusaron dos hombres en Ankara denuncia que la fiscal turca encargada del caso no tiene intenci¨®n de investigarlo y obstaculiza la instrucci¨®n del proceso
¡°Si vas a un bar a esas horas [de la noche], es normal que te ocurra cualquier cosa¡±. Esta frase resume la actitud de la fiscal turca encargada de instruir la presunta violaci¨®n sufrida por una estudiante espa?ola de Erasmus en Ankara, seg¨²n denuncia el abogado de la v¨ªctima, Kemal Ulusoy, en declaraciones a EL PA?S. El letrado teme que la intenci¨®n de la Fiscal¨ªa sea sobreseer el caso y no presentar cargos contra los dos sospechosos, actualmente en libertad provisional.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 5 de mayo, si bien no han salido a la luz hasta este fin de semana, cuando los hizo p¨²blicos el diario turco H¨¹rriyet. La Embajada espa?ola en Ankara, que ha confirmado a este diario el grueso de lo ocurrido, sostiene que ha llevado el caso con ¡°la m¨¢xima discreci¨®n¡± para proteger la privacidad de la v¨ªctima. De acuerdo con la denuncia de la joven espa?ola, que tiene 20 a?os y se hallaba en la capital turca cursando estudios dentro del programa Erasmus, un grupo de seis amigos espa?oles y uno bosnio entr¨® en un bar del c¨¦ntrico distrito de Kizilay, en torno a las tres de la madrugada. Los j¨®venes turcos de una mesa contigua a la que ocupaban los espa?oles trataron de entablar conversaci¨®n con ellos, aunque los espa?oles no quisieron. La v¨ªctima asegura que alguien de aquella mesa deposit¨® alg¨²n tipo de sustancia en su cerveza puesto que comenz¨® a encontrarse mal y fue a vomitar al ba?o. ¡°Sent¨ªa que no pod¨ªa controlar su cuerpo¡±, explica el abogado.
Sobre las cinco de la ma?ana, al abandonar el local y comenzar a dispersarse los amigos, los turcos tambi¨¦n salieron. En un momento en que la joven espa?ola se qued¨® sola, la introdujeron en un taxi y se la llevaron a casa de uno de ellos. ¡°Ella dice que era parcialmente consciente de lo que ocurr¨ªa pero cuando quer¨ªa reaccionar, su cuerpo no le respond¨ªa¡±, afirma Ulusoy: ¡°En la casa, sus ojos se abr¨ªan de vez en cuando, pero volv¨ªa a perder la consciencia. En esos periodos consciente vio a dos chicos diferentes que manten¨ªan relaciones con ella¡±. En torno a las 6.30, la chica volvi¨® en s¨ª y, como pudo, abandon¨® la casa. Explic¨® lo ocurrido a sus amigos y la llevaron a un hospital para obtener un informe de que hab¨ªa sido violada. En el hospital le dijeron que acudiera a una comisar¨ªa donde, con ayuda de un representante consular espa?ol, present¨® denuncia. Despu¨¦s, fue remitida a un facultativo de medicina forense para que dejase constancia de lo ocurrido.
Los dos sospechosos reconocidos por la v¨ªctima, de 26 y 29 a?os, fueron detenidos al d¨ªa siguiente. Un fiscal de guardia les tom¨® declaraci¨®n ¡ªen la que alegaron que la relaci¨®n sexual fue consentida¡ª y recomend¨® su env¨ªo a prisi¨®n, cosa que no fue aceptada por el juez, que los dej¨® en libertad condicional: cada semana deben acudir a comisar¨ªa una vez para firmar. La joven espa?ola ¡ªcuya identidad no ha trascendido¡ª ya se encuentra de vuelta en Espa?a. Seg¨²n su abogado, su estado de salud y psicol¨®gico es bueno, ¡°pero sufre mucho cada vez que tiene que recordar lo ocurrido¡±.
Ulusoy, que recibi¨® el caso diez d¨ªas despu¨¦s de los hechos, denuncia que la nueva fiscal encargada del caso ha hecho poco por investigarlo. ¡°El an¨¢lisis de sangre a la v¨ªctima no dio positivo en ninguna droga habitual, as¨ª que la fiscal no ha profundizado en ese tema, pero hay otras sustancias de las que no se ha hecho an¨¢lisis¡±, explica. Adem¨¢s, se ha dirigido a la defensa de la joven espa?ola con frases como ¡°?Por qu¨¦ va una chica tan joven a un bar?¡±, ¡°?por qu¨¦ bebe alcohol?¡± o ¡°si vas a un bar a esas horas, es normal que te ocurra cualquier cosa¡±. ¡°Ha pasado un mes y medio desde los hechos y muchas pruebas se han perdido por la falta de inter¨¦s de la fiscal. Por ejemplo, en el vestido de la v¨ªctima hay manchas de sangre, pero no se sabe a qui¨¦n pertenece porque no se ha querido investigar. La fiscal tambi¨¦n se ha negado a incautarse de los tel¨¦fonos m¨®viles de los sospechosos, donde podr¨ªa haber fotos, v¨ªdeos o mensajes sobre lo ocurrido¡±, se queja Ulusoy: ¡°Nos tememos que la intenci¨®n de la fiscal es sobreseer el caso, as¨ª que hemos pedido a la Fiscal¨ªa que otra persona se haga cargo de la instrucci¨®n, investigue y finalmente pida a los tribunales la apertura de un juicio¡±.
Aumento de condenas
El letrado arguye que el caso tiene una ¡°dimensi¨®n diplom¨¢tica¡± por lo que insta a la Embajada de Espa?a a hacer m¨¢s. Una fuente diplom¨¢tica explic¨® a este diario que la v¨ªctima, acompa?ada por sus amigos, fue atendida por el personal consular y los dirigieron sobre ¡°c¨®mo actuar desde el punto de vista procesal¡±. Adem¨¢s, les puso en contacto con abogados y aport¨® un traductor. La semana pasada, la Embajada envi¨® una carta a las autoridades turcas inquiriendo por el estado del procedimiento. ¡°El problema es que la Embajada ha intervenido muy tarde en el caso, si hubiese presionado desde antes no estar¨ªamos en esta situaci¨®n¡±, argumenta Ulusoy: ¡°En este pa¨ªs, las cosas funcionan as¨ª. Si no se presiona a los fiscales, no act¨²an¡±.
Entre 2009 y 2014 el n¨²mero de condenados por cr¨ªmenes sexuales en Turqu¨ªa pas¨® de unos 2.000 a m¨¢s de 14.000, hecho que el Ministerio de Justicia atribuy¨® al incremento de la severidad de las penas. Sin embargo, H¨¹lya G¨¹lbahar, abogada especializada en violencia machista, afirma que hay otros motivos: ¡°Por supuesto la lucha del movimiento feminista ha hecho m¨¢s visibles estos delitos y as¨ª se persiguen m¨¢s, pero en todo el mundo hay un incremento sistem¨¢tico de los cr¨ªmenes sexuales. Y en Turqu¨ªa hay un auge que supera la media mundial. Es algo que tiene que ver con las pol¨ªticas ultraconservadoras del Gobierno actual¡±. G¨¹lbahar pone como ejemplo los ataques contra mujeres que llevan pantalones cortos o minifaldas en los ¨²ltimos a?os ¡ª¡°cuando jam¨¢s hab¨ªa ocurrido antes¡±¡ª o el que los Ayuntamientos de la formaci¨®n islamista gobernante hayan continuado y ampliado la colaboraci¨®n con fundaciones religiosas cuyos miembros han cometido abusos sexuales a menores. ¡°Pese a que el Gobierno asegura que protege a la familia, sus pol¨ªticas de segregaci¨®n y su protecci¨®n a los culpables de abusos refuerzan el sentimiento de impunidad. De hecho, estamos viendo c¨®mo los j¨®venes son incluso m¨¢s propensos a este tipo de comportamientos sexuales violentos que los m¨¢s mayores¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.