Ir al m¨¦dico sin pisar la consulta
La telemedicina avanza al ralent¨ª por la resistencia de los profesionales y la falta de un plan de la Administraci¨®n
Santa Comba fue el conejillo de indias. El ayuntamiento coru?¨¦s, zona de paso entre los municipios de la Costa da Morte y Compostela, es el paradigma del rural gallego. Un amplio territorio, atomizado en 17 parroquias con m¨¢s de un centenar de aldeas, cobija una poblaci¨®n de poco m¨¢s de 9.400 personas, el 33% mayor de 65 a?os. El plan: desplegar un sistema de telemonitorizaci¨®n de pacientes cr¨®nicos para ahorrarles engorrosas visitas al centro de salud. ¡°El nivel tecnol¨®gico del paciente de Santa Comba es diferente al de uno de Santiago. Pero pensamos que si pod¨ªamos llegar a Santa Comba, que es muy rural, pod¨ªamos llegar al resto de Galicia¡±, explica ahora el doctor Felipe Calle, uno de los ide¨®logos del proyecto y jefe de atenci¨®n primaria del ¨¢rea de Santiago y Barbanza. Y llegaron. El plan, de nombre Telea, comenz¨® con 49 pacientes de Santa Comba con diabetes, hipertensi¨®n o insuficiencia card¨ªaca. Hoy funciona en toda Galicia y ya hay 2.600 personas incluidas en la plataforma.
Un grupo de trabajo se encarg¨®, all¨¢ por 2017, de adaptar las gu¨ªas cl¨ªnicas de algunas dolencias para poder hacer un seguimiento domiciliario y seleccion¨® unos perfiles de pacientes: aquellos con insuficiencia card¨ªaca, diabetes, hipertensi¨®n, enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica (EPOC) y fibrilaci¨®n auricular. El plan era que pudiesen medir, desde su casa, algunos par¨¢metros como la presi¨®n arterial, el nivel de glucemia en sangre, el peso y el ¨ªndice de masa corporal, la saturaci¨®n de ox¨ªgeno, la frecuencia card¨ªaca y el rango de coagulaci¨®n (INR). ¡°El objetivo no es aliviar la demanda en la consulta, sino ser m¨¢s proactivos y adelantarnos a posibles agudizaciones de su patolog¨ªa¡±, apunta Calle. Los propios pacientes eran quien, una vez por semana, incorporaban telem¨¢ticamente los datos a su historia cl¨ªnica, que eran luego revisados por sus equipos de atenci¨®n primaria.
Ramon Canay fue el primer paciente en Telea. Vive en Al¨®n de Arriba, una aldea a cuatro kil¨®metros de Santa Comba. Es hipertenso desde hace 20 a?os. "Yo ya me sol¨ªa medir la tensi¨®n desde casa y la llevaba escrita en un papel al m¨¦dico. Ahora es m¨¢s c¨®modo", explica el hombre, de 75 a?os. Se toma la tensi¨®n dos veces al d¨ªa cada dos semanas y su hija, Mar¨ªa Dolores, se encarga de incorporarlos a la plataforma inform¨¢tica. "Siempre tuvo tensi¨®n de bata blanca: cuando ve¨ªa al m¨¦dico, se pon¨ªa nervioso. La que se toma en casa es m¨¢s real", se?ala la hija. Seg¨²n Calle, el 100% de los pacientes de la prueba piloto prefer¨ªa hacer los controles en su domicilio y los resultados en salud, adem¨¢s, mejoraron. El 90% de los hipertensos tuvieron mejores niveles de presi¨®n arterial y se redujeron los ingresos hospitalarios entre aquellos con insuficiencia card¨ªaca. ¡°Los pacientes con diabetes tienen cifras de hemoglobina glicosilada [el promedio de glucosa en los ¨²ltimos tres meses] mejores que cuando vienen a la consulta. Los datos nos indican que est¨¢n mejor seguidos¡±, concluye Calle. El an¨¢lisis del despliegue en el resto de Galicia a¨²n se est¨¢ cocinando, pero los primeros datos apuntan a que se ha reducido un 27% los ingresos de pacientes con insuficiencia card¨ªaca.
Telea se ha convertido en una iniciativa de ¨¦xito que ya se ha instalado de forma generalizada en el Sistema Galego de Sa¨²de (Sergas). Pero no es la t¨®nica real de lo que ocurre con otros proyectos de atenci¨®n sanitaria a distancia. De hecho, seg¨²n los expertos consultados, el universo de la telemedicina es muy variable en todo el territorio espa?ol, carece de una hoja de ruta com¨²n y avanza ¡ªo retrocede¡ª a voluntad de los profesionales y administraciones al mando. ¡°La sensaci¨®n es que telemedicina parece que hace todo el mundo , pero la realidad es que estamos perdiendo la gran oportunidad para mejorar los problemas de accesibilidad. Hay muy pocos programas formales¡±, valora David Moreno, presidente de la Sociedad Internacional de Teledermatolog¨ªa.
La?dermatolog¨ªa es una de las disciplinas donde m¨¢s ha avanzado la telemedicina
Precisamente, su especialidad, dermatolog¨ªa, es una de las disciplinas donde m¨¢s avanzado est¨¢ el concepto de telemedicina. Comunidades como Galicia, Andaluc¨ªa, Madrid, Catalu?a o Extremadura, entre otras, ya disponen, de forma regular, de un sistema de atenci¨®n sanitaria a distancia para dolencias dermatol¨®gicas. A trav¨¦s de una c¨¢mara de fotos convencional, por ejemplo, el m¨¦dico de familia puede tomar una imagen de una lesi¨®n en la piel de un paciente y trasladar la foto y la informaci¨®n cl¨ªnica del paciente a una plataforma donde el dermat¨®logo la eval¨²a y da una respuesta.
En el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, el equipo de Moreno lleva 15 a?os perfeccionando este sistema. ¡°En los ¨²ltimos seis a?os hemos visto 100.000 pacientes. Es una forma rutinaria de trabajar¡±, afirma el especialista. Aunque admite que tampoco este sistema est¨¢ implantado de forma generalizada en el resto de Espa?a. ¡°El motivo de la variabilidad no es una cuesti¨®n tecnol¨®gica. La barrera m¨¢s importante son los profesionales y las organizaciones. Los primeros, porque hay una falta de cultura del cambio y algunos lo ven como una amenaza o una forma de trabajar para la que no estamos formados. Y los segundos, por la dificultad de las organizaciones para cambiar la manera de trabajar¡±, valora Moreno.
Contra las listas de espera
El 70% de los centros sanitarios catalanes usan el telediagn¨®stico y la teleconsulta
Con las dilatadas listas de espera que asuelan al sistema sanitario ¡ªm¨¢s de 671.000 a junio de 2019¡ª, la telemedicina aspira tambi¨¦n a mejorar la accesibilidad. ¡°Hay una cultura fuerte en cosas concretas y ciertas especialidades est¨¢n m¨¢s adelantadas por la presi¨®n asistencial y las listas de espera. Que un m¨¦dico de atenci¨®n primaria saque una foto al paciente y la traslade al dermat¨®logo es un privilegio¡±, sostiene Rodrigo G¨®mez, experto en telemedicina y gesti¨®n de la innovaci¨®n. Aunque no hay un consenso claro sobre las bonanzas en la accesibilidad. ¡°El proyecto de telemonitorizaci¨®n vasco Osarean, por ejemplo, aument¨® el n¨²mero de consultas, en vez de bajarlas¡±, valora Fernando Alonso, coordinador del grupo de trabajo en nuevas tecnolog¨ªas de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia y Comunitaria. ¡°Mejorar¨¢ la calidad y la eficiencia, pero las listas de espera no lo s¨¦. Las listas pueden acabar siendo m¨®viles y priorizar por la urgencia seg¨²n la evoluci¨®n del paciente. Aunque como ciudadanos tenemos que saber que uno, tal y como sube en la lista, puede bajar¡±, contin¨²a Josu¨¦ Sallent, director de la Fundaci¨®n TicSalut Social de Catalu?a.
Catalu?a est¨¢ preparando un plan estrat¨¦gico para ordenar la prestaci¨®n de servicios no presencial. En la comunidad, adem¨¢s de la teledermatolog¨ªa, est¨¢ implantada la eConsulta en atenci¨®n primaria ¡ªconsultas virtuales entre m¨¦dico-paciente a trav¨¦s de un correo electr¨®nico seguro¡ª. En 2018, 4.505 profesionales y 60.763 pacientes la utilizaron. El sistema sanitario catal¨¢n cuenta tambi¨¦n con el Teleictus, una plataforma de videoconferencia y trasmisi¨®n de im¨¢genes m¨¦dicas para asistir infartos cerebrovasculares que se producen en zonas aisladas del hospital de referencia y tienen que ser atendidos, en primera instancia, en las urgencias de hospitales comarcales. Seg¨²n el ¨²ltimo informe de Tendencias de Ticsalut, el 70% de los centros sanitarios catalanes usan el telediagn¨®stico y la teleconsulta. La telemonitorizaci¨®n, sin embargo, apenas alcanza el 20%.
¡°Llevamos muchos a?os de retraso. Nos gastamos mucho en planes parciales. La teledermatolog¨ªa es m¨¢s visual y m¨¢s f¨¢cil de aplicar, pero todo depende de la receptividad del especialista¡±, apunta Alonso. En este punto, concuerda Sallent: ¡°Los radi¨®logos tienen claro que lo suyo ha cambiado clar¨ªsimamente. Los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria, que son muy de trinchera y su puesto es mucho menos tecnol¨®gico, les cuesta m¨¢s¡±.
Los expertos consultados coinciden en la falta de directrices para impulsar la telemedicina. De hecho, el Ministerio de Sanidad carece de un plan estrat¨¦gico o cualquier iniciativa para impulsar esta ¨¢rea, seg¨²n apunta una portavoz. Tampoco hay datos disponibles para medir la implantaci¨®n de este nuevo modelo asistencial en el territorio.?
Las cuentas pendientes de las consultas virtuales
Los m¨¦dicos descartan, al menos a corto plazo, una eventual consulta por Skype entre m¨¦dico y paciente, pero s¨ª advierten del riesgo de deshumanizar la atenci¨®n sanitaria con estas nuevas estrategias. ¡°Hay que impulsar la teleasistencia, pero hay que ir lentamente para que tampoco se interprete mal: nuestra intenci¨®n no es diagnosticar por videoconferencia¡±, advierte el doctor Calle.
El debate est¨¢ sobre la mesa pero, seg¨²n los expertos, la formaci¨®n de los profesionales ser¨¢ capital. ¡°La manera de relacionarse con el paciente es diferente y para triunfar en el ¨¢mbito tecnol¨®gico necesitas que los profesionales tengan competencias nuevas. La mayor parte de los profesionales est¨¢n convencidos pero no acaban de ver c¨®mo ser¨¢ el modelo¡±, apunta Sallent.
El perfil de los pacientes tambi¨¦n puede condicionar el avance de la telemedicina. ¡°La mayor parte de los pacientes cr¨®nicos complejos es gente mayor y eso implica que tienes una brecha digital y cosas que no est¨¢n preparadas para ellos¡±, sostiene Sallent. De hecho, en Telea, por ejemplo, no todo el mundo daba el perfil. ¡°Ten¨ªan que estar diagnosticados y tener habilidades tecnol¨®gicas ¨¦l o alguien cercano. No todo el mundo es candidato porque hay gente que necesita pasar por la consulta¡±, explica el m¨¦dico gallego.
Con todo, Moreno lo tiene claro: ¡°La telemedicina ha venido para quedarse. Esto no es un cambio que se le ha ocurrido a cuatro locos. Es la evoluci¨®n de la sociedad¡±. Pero Calle matiza: ¡°La medicina es una carrera human¨ªstica y lo seguir¨¢ siendo. Ninguna herramienta va a sustituir la consulta de presencia f¨ªsica¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.