Los obispos eligen presidente en medio de una campa?a de intrigas contra el favorito

Los obispos espa?oles, reunidos desde el lunes para renovar todos los cargos de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE), tienen previsto elegir este martes por la ma?ana, m¨¢s divididos que nunca, a su presidente para los pr¨®ximos cuatro a?os. La llamada votaci¨®n de sondeo, realizada este lunes cuando ya era de noche, no facilit¨® un sue?o tranquilo a los 87 obispos que eligen este martes, probablemente antes de las once, al nuevo presidente. Para dar sensaci¨®n de normalidad, quer¨ªan que las votaciones secretas fueran pocas, para poder presentar ante los medios de comunicaci¨®n al elegido a media ma?ana, pero la encuesta de la noche del lunes (eso es, al fin y al cabo, la votaci¨®n de sondeo) aument¨® la confusi¨®n, que se suma a las intrigas contra el hasta ahora favorito, el cardenal de Barcelona, Juan Jos¨¦ Omella. A los tres o cuatro candidatos con apoyos suficientes para entrar con posibilidades en las votaciones de esta ma?ana (el propio Omella; el cardenal de Valencia, Antonio Ca?izares; el arzobispo de Oviedo, Jes¨²s Sanz, y el obispo de Bilbao, Mario Iceta), el tanteo a ciegas a?adi¨® en la noche del lunes los nombres del cardenal de Madrid, Carlos Osoro; al arzobispo castrense, Juan del R¨ªo, y a los obispos de Getafe, Gin¨¦s Garc¨ªa Beltr¨¢n, y de M¨¢laga, Jes¨²s Catal¨¢.

Sin descartar que las filtraciones hayan sido interesadas (abundan los medios que dan uno u otro resultado seg¨²n sus intereses, abiertamente confesados), Omella sigue el primero en las preferencias pese a los ataques del fin de semana en forma de libro firmado con seud¨®nimo. El ¨®rdago lleg¨® en forma de un panfleto, titulado Complot de poder en la Iglesia espa?ola: Barco contra Omella. En defensa propia, escrito bajo el seud¨®nimo de Jacques Pintor. Lo que cuenta, fundamentalmente contra el cardenal arzobispo de Barcelona, pero no solo contra ¨¦l, era conocido en los ambientes episcopales desde hace meses. Pero que haya aparecido en los buzones de los 87 electores (cuatro cardenales, 12 arzobispos, 48 obispos, 18 prelados auxiliares, adem¨¢s del administrador apost¨®lico de Ciudad Rodrigo y los administradores diocesanos de Astorga, Coria-C¨¢ceres, Ibiza y Zamora), ha desbordado un vaso que ya rebosaba.

Entre los dem¨¢s candidatos, cae la opci¨®n del arzobispo Sanz, el preferido del sector inspirado por el a¨²n influyente cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco; sube el obispo de Bilbao, Iceta; se desaniman los partidarios de Ca?izares, sobre todo por sus evidentes problemas de salud, y entra Carlos Osoro, que, aunque ha declarado no estar interesado en el cargo (cumple 75 a?os en mayo, la edad de la jubilaci¨®n forzosa), ser¨ªa un candidato muy serio teniendo en cuenta la tradici¨®n: todos sus predecesores han presidido alguna vez la CEE en sus 54 a?os de historia, en el caso de los cardenales Taranc¨®n y Rouco durante m¨¢s de 10 a?os. El ganador necesita al menos 44 de los 87 votos posibles, o dirimir la elecci¨®n en una tercera urna entre los dos candidatos m¨¢s votados.

Los expertos interpretan esta dispersi¨®n de votos en torno a siete u ocho candidatos, sin uno o dos con el prestigio suficiente para destacarse, como un signo de la crisis de liderazgo que padece el catolicismo espa?ol, que ahora se refleja en la Conferencia Episcopal. Nunca hubo tantos candidatos a presidirla, y con menos peso de salida. Alguno de los citados est¨¢ en la lista con apenas un par de votos y ninguno super¨® la decena. Quedan poco para saber los resultados de tanta dispersi¨®n de preferencias, tambi¨¦n en la otra elecci¨®n de importancia: el nombre del nuevo vicepresidente, importante si saliera elegido presidente alguno de los cardenales en liza, los tres ya en el umbral de los 75 a?os. Los candidatos tienen que obtener 44 de los 87 votos posibles, o dirimir la elecci¨®n en una tercera votaci¨®n, a la que pasan solo los dos obispos que hubiera obtenido mayor n¨²mero de votos.