Los obispos renuevan la Conferencia Episcopal divididos entre partidarios y detractores de Francisco
El arzobispo de Barcelona entra en la plenaria como favorito frente a los candidatos del sector del cardenal Rouco
Apenas veintid¨®s de los 84 obispos espa?oles en activo han sido elegidos por el papa Francisco, 36 fueron nombrados por Juan Pablo II, y 26 le deben el cargo a Benedicto XVI. Su media de edad supera los 65 a?os y trece ya han cumplido los 75. En el caso de los cuatro cardenales con mando, el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE), Ricardo Bl¨¢zquez, naci¨® en 1942; los prelados de Madrid, Carlos Osoro, y de Valencia, Antonio Ca?izares, cumplen 75 a lo largo de 2020, y el cardenal de Barcelona, Juan Jos¨¦ Omella, tendr¨¢ 74 a?os en abril. Con esas mimbres se re¨²ne esta semana la asamblea plenaria episcopal para renovar todos sus cargos (una treintena), a excepci¨®n del portavoz y secretario general, que ostenta desde 2018 el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Arg¨¹ello, con un mandato de cinco a?os. La plenaria arranca este lunes con el discurso inaugural del presidente y las primeras votaciones de tanteo. Es probable que en la noche del martes se conozca el nombre del nuevo presidente, a m¨¢s tardar el mi¨¦rcoles al mediod¨ªa.
Esto es lo que suele ocurrir en la CEE, donde se vota sin candidatos previos aunque s¨ª con prelados se?alados de antemano por el cargo que desempe?an o por su prestigio. De hecho, de los diez presidentes de la CEE en los 54 a?os de existencia de un organismo creado por el concilio Vaticano II, cuatro fueron elegidos cuando ya eran cardenales (Fernando Quiroga, Vicente Enrique y Taranc¨®n, ?ngel Suqu¨ªa y Antonio Mar¨ªa Rouco); tres eran arzobispos (Casimiro Morcillo en Madrid, Gabino D¨ªaz Merch¨¢n en Oviedo, y El¨ªas Yanes en Zaragoza), y uno era solo obispo, Bl¨¢zquez en Bilbao, hecho cardenal m¨¢s tarde.
Con esos precedentes, cabr¨ªa pensar que el cardenal Osoro entra a la plenaria con posibilidades de liderar al episcopado. Lo han hecho todos sus predecesores en la archidi¨®cesis de Madrid (Morcillo, Taranc¨®n, Suqu¨ªa y Rouco), pero el cardenal c¨¢ntabro no est¨¢ en los pron¨®sticos. Predilecto de Francisco, que lo se?al¨® como su hombre para desarrollar en Espa?a la primavera eclesial que anuncia el pont¨ªfice argentino, contra el dialogante Osoro se alzan las fidelidades de los prelados nombrados por los papas anteriores, en su mayor¨ªa muy conservadores, y el rechazo del poderoso cardenal Rouco.
Tampoco es segura la elecci¨®n del cardenal de Barcelona, Juan Jos¨¦ Omella, nacido en Cretas, Teruel, en 1946. Fue elegido por Francisco para ese cargo despu¨¦s de varios intentos de designar a prelados catalanes, contra los que el Gobierno que presid¨ªa Mariano Rajoy impuso vetos indisimulados. Hac¨ªa uso de las prerrogativas que conceden al Ejecutivo los Acuerdos pactados entre Espa?a y el Estado vaticano en sustituci¨®n del Concordato franquista de 1953, es decir, la posibilidad de oponer contra los candidatos del Papa ¡°objeciones de ¨ªndole pol¨ªtica general¡±. Aunque lo pactado dice que el Papa puede no hacer caso a esas objeciones lo cierto es que el turolense Omella, hasta entonces obispo de Calahorra y La Calzada-Logro?o, termin¨® elevado al arzobispado de Barcelona, en noviembre de 2015, y poco despu¨¦s hecho cardenal. Fue recibido con desprecio por la Generalitat y por los grupos cat¨®licos independentistas, y ahora es se?alado como el candidato del Gobierno, lo que no parece una buena carta de presentaci¨®n ante un episcopado abiertamente cr¨ªtico con el Ejecutivo de coalici¨®n que preside Pedro S¨¢nchez. Tampoco le ayuda el hecho de que hasta ahora ning¨²n prelado catal¨¢n ha sido presidente de la CEE, pese a haberlo deseado durante sus largos mandatos los cardenales Narciso Jubany y Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach.
Suele decirse que el Vaticano vota en las asambleas episcopales, a trav¨¦s de sus influencias. No es lo que ocurre ahora. Por motivos que nunca se han aclarado, Francisco renunci¨® a sustituir al nuncio (embajador) del Vaticano en Madrid por un diplom¨¢tico af¨ªn, lo que permiti¨® al arzobispo Renzo Fratini maquinar nombramientos a su gusto, o retrasarlos. Incluso aprovech¨® su renuncia, el verano pasado, para hacer unas explosivas declaraciones contra la exhumaci¨®n del cad¨¢ver del dictador Francisco Franco. Lo cierto es que el Papa mantiene vacantes varias di¨®cesis y tampoco ha sustituido a prelados que le han presentado la renuncia, entre otros los arzobispos de Burgos y Zaragoza. El nuevo nuncio, el filipino Bernardito Auza, tom¨® posesi¨®n la pasada Navidad, sin tiempo para arbitrar medidas y nombramientos con que influir en la plenaria que se inicia este lunes.
La consecuencia es que el cardenal em¨¦rito Antonio Mar¨ªa Rouco, l¨ªder episcopal indiscutible durante doce a?os, sigue teniendo una gran influencia, pese a no tener voto, y se?ala como candidatos con posibilidades a algunos de sus preferidos, como el arzobispo de Oviedo, el franciscano Jes¨²s Sanz (65 a?os), y el obispo de Bilbao, Mario Iceta (54). Tambi¨¦n tiene posibilidades el cardenal de Valencia, Antonio Ca?izares, que fue vicepresidente en uno de los trienios de Rouco y lo sigue siendo ahora con Bl¨¢zquez. Miembro de la Curia (Gobierno) con Benedicto XVI, Ca?izares dej¨® Roma cuando fue elegido Francisco, para asumir el pontificado en Valencia.
Una legislatura incierta
Los mandatos episcopales duran cuatro a?os desde la reforma, en 2019, de los estatutos de la CEE. En teor¨ªa, es una legislatura paralela a la de un Gobierno que ha prometido reformas que afectar¨¢n a la Iglesia romana. No derogar¨¢ los Acuerdos firmados en el Vaticano a la muerte de Franco, pese a llevarlo en sus programas tanto el PSOE como Unidas Podemos, pero va a suprimir algunos privilegios de los obispos, en primer lugar los fiscales, y tambi¨¦n revisar¨¢ las decenas de miles de inmatriculaciones realizadas en muchas di¨®cesis con un af¨¢n de riqueza que contradice los mensajes del papa Francisco. Muchos prelados reclaman una actitud m¨¢s combativa ante el Gobierno, pero el desprestigio del catolicismo oficial, a causa sobre todo de los esc¨¢ndalos de pederastia, les resta el poder que exhibieron contra los Ejecutivos socialistas anteriores, con el cardenal Rouco al mando.
Otro tema es el dinero. ¡°No fue con un cheque del banco del C¨¦sar con lo que Jes¨²s envi¨® a sus ap¨®stoles a anunciar el reino de Dios¡±, clam¨® el te¨®logo Lamennais. La CEE acaba de exhibir euforia porque este a?o Hacienda les dar¨¢ 284 millones por las equis marcadas en la casilla de la Iglesia cat¨®lica en el IRPF. La realidad es que cada a?o descienden los porcentajes de los declarantes cat¨®licos, ahora el 32,32% del total, 2,88 puntos menos que en 2015, y ello pese a que los cat¨®licos no ponen un euro de su bolsillo (¡°Ni pagas m¨¢s ni te devuelven menos¡±, les anima la propaganda episcopal).
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